Granos y Oleaginosas

Granos básicos: crónica de un aumento anunciado

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) indicó que en los últimos cinco o seis meses los precios internacionales de la gramínea aumentaron 60 por ciento.

En diciembre pasado, los análisis apuntaban que en los primeros meses del presente año los granos básicos registrarían un incremento en sus precios, lo cual afectaría los eslabones de la cadena productiva, generando un efecto dominó.

Los precios internacionales de los granos cerraron 2006 con alzas importantes, sobre todo en el caso de los que utilizan como forraje, lo cual tarde o temprano afectará también al sector pecuario en ramas como: la avicultura, la porcicultura y la engorda de ganado bovino, ya que el maíz y sorgo son los insumos principales para su producción.

De manera consecuente, los consumidores verán reflejado este aumento en los precios de la carne de res, pollo y huevo, así como en diversos productos terminados.

Jaime Yesaki, presidente del CNA, ha insistido en que el aumento en el precio del maíz impacta en forma inmediata, pero en el sector pecuario el mercado tarda en reconocerlo; sin embargo, en unos meses se verá reflejado, por lo que los productores y engordadores de ganado requerirán subsidios.

El maíz, ejemplo a dos manos

Desde principios de 2006, expertos de mercados, académicos y legisladores vislumbraron dos posibles escenarios para el maíz mexicano. El primero sostenía que el grano básico se encarecería debido a su demanda para la producción de etanol en Estados Unidos, además de que los inventarios de maíz en ese país se verían reducidos en 50 por ciento durante el ciclo anual 2006/2007.

El segundo, aseguraba que con la apertura total de las fronteras con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en enero de 2008, se incrementarían los envíos a México de maíz amarillo y blanco provenientes de Estados Unidos. Aun considerando que nuestro país es autosuficiente en maíz blanco, pues sólo compraba del exterior 200 mil toneladas anuales antes de que se anunciará la ampliación de cupos para paliar la crisis en el precio del maíz.

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) elaboró un documento donde da a conocer el aumento en los precios internacionales de los granos forrajeros.

“Las cotizaciones reportadas por el Banco Mundial indican que para el periodo enero-noviembre de 2006 registraron un nivel promedio de 118 dólares por tonelada para maíz y sorgo, lo que representa un incremento de 20 y 23 por ciento, respectivamente, comparado con el mismo periodo pero del año anterior.”

Asimismo el documento informa sobre la reducción en la producción y en los inventarios estadounidenses, al señalar que “el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos reportó que la producción de maíz y sorgo de ese país, caerá 4.4 por ciento para el ciclo 2006-2007. Las exportaciones en la Unión Americana de estos dos cultivos sólo se incrementarán cerca de 1 por ciento y sus inventarios finales de maíz se reducirán a la mitad”.

El presidente del CNA explicó que el incremento esperado en el precio del maíz, está relacionado con el volumen de producción que destinará Estados Unidos a la industria de los bioenergéticos en particular para la producción de etanol. En 2003, indicó, nuestro vecino del norte sólo destinaba 11 por ciento de su producción para este fin, pero para 2007 se espera incremente la cantidad en 20 por ciento.

Por su parte, integrantes de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), aseguran de manera contundente que “detrás del maíz amarillo estadounidense hay muchos intereses; el gobierno norteamericano planea producir ocho mil millones de galones de etanol para 2012 y el pronóstico es que la demanda de ese bioenergético seguirá en aumento”.

Los presuntos beneficiados

El asunto es complejo, ya que quienes aparentemente se verán beneficiados son los agricultores, pues los precios del maíz y sorgo rondarán los 122 dólares por tonelada, lo que representa un incremento de 55 y 67 por ciento, respectivamente.

Este escenario es muy distinto al que se tenía hace algunos años, cuando la rentabilidad en el precio de granos había caído notablemente e incluso los industriales hablaban de reducir la superficie cultivada con maíz.

Si hacemos un poco de memoria recordaremos que en México los productores de maíz, frijol y sorgo han hecho un esfuerzo por mantener su producción pese al incremento en el costo de los insumos, la falta de apoyos institucionales y frente a la desventaja comercial de las importaciones de granos provenientes de nuestro vecino del norte.

Datos revelados en un estudio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) señalan que la producción de maíz creció 3.4 millones de toneladas en los últimos cinco años, al comparar los 16 millones 435 mil toneladas obtenidas en el periodo 1990-1994 contra los 19 millones 785 mil toneladas producidas en 2000-2005.

En tanto, el sorgo registró un aumento de 1.7 millones de toneladas en los últimos cinco años, pues pasó de cuatro millones 384 mil toneladas en 1994 a seis millones 150 mil toneladas en 2005.

A la par de estas cifras, diversos análisis elaborados por investigadores y productores, señalan que a partir de que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las importaciones de granos básicos como maíz amarillo y sorgo, provenientes de Estados Unidos, registraron considerables incrementos.

Los números oficiales reportan que nuestro país importa 7.3 millones de toneladas al año de maíz amarillo y poco más de dos millones de grano quebrado, provenientes de la Unión Americana.

El aumento en el precio del maíz es la antesala de los incrementos que se esperan en otros alimentos, si no se toman medidas urgentes que resuelvan los problemas estructurales del campo mexicano.

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El maíz, icono presente en la cultura de los mexicanos, es un cultivo que tiene presencia en todo el territorio nacional —abarca ocho millones 436 mil hectáreas de labor y comprende 57.4 por ciento de la superficie ocupada por los 10 principales cultivos— además de que es fundamental y estratégico en la alimentación de los mexicanos.

La industria nacional de los alimentos balanceados, para monogástricos y rumiantes, depende básicamente del sorgo, como fuente de energía, debido a que otros cereales, como el maíz y trigo se utilizan básicamente para la alimentación humana.

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Fuente: ImagenAgropecuaria.com

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ERNESTO PEREA

Periodista especializado en temas agropecuarios y agroalimentarios. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, otorgado por el CONACYT. En la actualidad director del portal web www.imagenagropecuaria.com Autor del libro Voces y vivencias del movimiento orgánico Ha colaborado con las revistas editadas por el Grupo Expansión. Ha sido consultor de la FAO. Brinda servicios de comunicación, información, análisis y consultoría para diversas empresas e instituciones. Correo electrónico: editor@imagenagropecuaria.com

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