Ecoturismo

Los senderos del vino

Cada año los vitivinicultores mexicanos esperan que la madre naturaleza sea pródiga en estados como Baja California, Sonora, Coahuila —Parras, Cuatrociénegas, Torreón y Saltillo—, Querétaro —San Juan del Río— y Zacatecas, que en la actualidad producen más de un millón de cajas de vino.

De ahí que aprender el proceso para hacer un buen vino y valorar esta rica tradición, es posible por medio de los recorridos guiados por instalaciones vitivinícolas.

La historia relata que bajo la égida de Hernán Cortés, México se convirtió en la primera zona del continente donde se comenzó a cultivar la vid. El 20 de marzo de 1524, el conquistador español firmó el decreto que obligaba al vecino que tenía indígenas en repartimiento a sembrar mil sarmientos por cada 100 hombres.

Al inicio, el viñedo de la Nueva España se estableció en la ciudad de México, extendiéndose hacia Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí. Por su lado, los misioneros jesuitas propagaron el cultivo en Baja California.

Y es precisamente en el norte del estado de Baja California, específicamente en el Valle de Guadalupe, Ensenada, donde se produce 50 por ciento del vino de mesa de México.

Aquí las casas vitivinícolas de la zona, tanto las que realizan producciones familiares como aquellas que comercializan en el extranjero, abren sus puertas a los viajeros gourmet.

Con estas visitas se conoce la historia de cada casa y los productos mediante degustaciones, donde se aprende a percibir las características y cualidades de los vinos.

Santo Tomás

Ubicada en el Rancho Los Dolores, la vinícola de Santo Tomás fue fundada en 1888. Ha obtenido varios reconocimientos en el extranjero, específicamente en Bélgica. Entre sus marcas más destacadas están Cabernet Sauvignon, Barbera, Chardonnay y Único.

L. A. Cetto

El pionero de esta empresa, que se fundó como tal en 1972, fue don Ángelo Cetto. Aquí se ofrecen visitas guiadas para conocer a las estrellas de esta casa, entre las que se encuentran el Petite Sirah, que ha obtenido medallas de oro, plata y bronce en países como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Suiza y Bélgica.

Cuenta con una boutique para comprar vinos y productos gourmet a excelentes precios.

Monte Xanic

La primera cosecha de esta empresa se dio en 1988. Sus fundadores fueron Tomás Fernández, Manuel Castro, Erick Hacchatel, Hans Backhoff y Richard Hojel.

Algunas de sus marcas más prestigiadas son: Cabernet Sauvignon, Gran Ricardo y Chardonnay, premiadas principalmente en Portugal, Estados Unidos (California) y Francia.

Parras

Mientras que en Parras, tierra de probada fertilidad se refleja el desarrollo agrícola, que lo coloca en los primeros lugares en la producción de vinos, aguardientes y diversos licores, tan famosos y apreciados como su industria textil especializada en la mezclilla; reconocida en el mundo entero por su gran calidad.

Este pueblo se localiza a 170 kilómetros de Torreón —capital del estado— sobre un extenso valle convertido en oasis se fundó en 1597, Casa Madero, la primera vitivinícola de América Latina.

La tradición que don Lorenzo García iniciará con Casa Madero, ahora también museo, continúa firme en los herederos de don Evaristo Madero, quien comprara la Hacienda de San Lorenzo en 1893.

Los recorridos por su museo y bodegas dan cuenta del legado depositado en sus vinos, que han sido reconocidos y premiados internacionalmente.

En este sitio, cuna del que fue considerado apóstol de la democracia y mártir de la Revolución, Francisco I. Madero, el linaje italiano se ha mezclado con las bondades de esta tierra para dar origen a toda una tradición familiar de buenos vinos, que puede ser atestiguada con una visita a la Vitivinícola Bodegas del Vesubio.

Combinado con el servicio de hotelería la Antigua Hacienda de Perote —que hasta antes de 1936 perteneciera a la familia de Madero— mantiene su tradición vitivinícola con producciones limitadas de buenos vinos de mesa y del tradicional sotol.

En esta ciudad colonial se puede conocer su historia recorriendo sus calles, templos y construcciones centenarias, y a la vez aprovechar para refrescarse en los estanques y balnearios de aguas termales.

En Cuatrociénegas de Carranza, con una tradición de 150 años, vinos Vitali y Bodegas Ferriño son resultado del ensamble entre las raíces italianas, la generosidad de esta tierra y el impulso de las nuevas generaciones.

Festividades

Feria de la Uva y el Vino: primera quincena de agosto

Feria de la Uva en Parras: 14 de octubre

Feria de la Uva en Cuatrociénegas: última semana de julio y primera de agosto






Distinción al buen gusto

El vino coahuilense de Parras y Cuatrociénegas ha conquistado a los mercados internacionales colocándose entre los más prestigiosos del mundo. Para ello, clima y suelo son elementos fundamentales para lograr una alta calidad, pero no menos importante es el proceso de vinificación, ya que de la mejor uva puede salir un mal vino, y de una uva deficiente un vino correcto.

Así, técnica, ciencia y experiencia profesional se han unido para lograr la meta. Los enigmas de la naturaleza y el arte del vitivinificado han armonizado en Coahuila para dar paso a una tradición y prestigio que se reconoce por todos.

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