Agronegocios

El néctar de los dioses, bebida de nueva generación

La inquietud de un grupo de jóvenes por encontrar la fórmula que permitiera industrializar el pulque y los famosos “curados” surgió hace cuatro años y se cristalizó en la Comercializadora de Pulques y Bebidas Poliqui. Su intención primigenia fue llevar la tradicional bebida al “mercado de la nostalgia” en Estados Unidos, sin embargo, se llevaron una gran sorpresa al ver que el pulque mexicano era del gusto de los anglosajones.

“Nuestro primer cliente fue de California, Estados Unidos, con él logramos pactar un envío de ocho palets, pero al cambiar de importador tuvimos un pedido de ocho camiones”, comentó en entrevista Hugo Grappin, gerente de exportación de la Comercializadora de Pulques y Bebidas Poliqui.

Hoy, exportan al mes cinco camiones –con dos mil cajas cada uno– para surtir la demanda que tienen en cinco estados de la Unión Americana (California, Texas, Illinois, Georgia y Arizona), además de que también exportan a Columbia Británica, Canadá y hasta Shangai, China.

A dos años de haber iniciado la exportación de sus bebidas, estos empresarios mexicanos desean conquistar el mercado europeo y el mexicano. En México aplicarán una estrategia dirigida a jóvenes, donde presentarán la bebida de nueva generación dándole un enfoque diferente que derribe malos recuerdos sobre la higiene del producto; por esta razón no iniciaron su comercialización en territorio mexicano.

“En nuestro país, el pulque está desprestigiado debido a los mitos que trae arrastrando, es visto como una bebida sucia y desagradable, pero hay que darle una mejor imagen a través del marketing; lo cual se facilita con el respaldo de la exportación”, apuntó el gerente de exportaciones.

De acuerdo con sus creadores, Cool Pasion es una bebida con 30 por ciento menos viscosidad y 50 por ciento menos del olor tan fuerte que tiene el pulque tradicional; además cuenta con su registro ante la Food and Drug Administration, de Estados Unidos y la Certificación de Canadá, tanto en alcohol como de bebida lista para tomar.

Hugo Grappin precisó que hace unos meses iniciaron su trabajo en territorio nacional con la entrega de cuatro mil cajas a Comercial Mexicana y tres palets (288 cajas) a Costco que servirán de prueba. El precio de la botella en el mercado mexicano será de 11 pesos mientras que en Estados Unidos se vende a 1.7 dólares.

Por otro lado, refirió que el pulque es una bebida alcohólica que tiene un mercado segmentado frente al tequila o la cerveza, sin embargo, existe un pequeño nicho de consumidores cautivos que lo prefieren frente a otras bebidas preparadas, por lo que mencionó que “no es tan importante competir sino formar un anaquel de pulque en las vinaterías y los supermercados, lo cual ya se logró”.

“Agua de las verdes matas”

La planta de Pulques Poliqui, ubicada en el rancho Nexpa, en Epazoyucan, trabaja a 30 por ciento de su capacidad instalada produciendo 200 mil botellas mensuales. En ella se reciben diariamente dos mil litros de aguamiel proveniente de ocho ranchos aledaños, en los que se mantiene un estricto control de calidad.

Antes de que el aguamiel sea aceptado para la elaboración del pulque, la empresa realiza una serie de pruebas en laboratorio para saber si cumple con los estándares de calidad que exigen, en ella se determina si está alterado (trae agua, bacterias o levaduras ajenas al producto), o si tiene la cantidad de azúcar y acidez requeridas por la fórmula.

Para cumplir con la calidad en sus procesos, diseñaron bombas especiales que sustituyen al tradicional acocote —instrumento tradicional que se emplea para la extracción del aguamiel—, para que su recolección sea de una manera más higiénica.

Una vez procesado, el pulque es envasado en una botella de cristal de 340 mililitros, con moderno diseño, la cual le proporciona un sabor diferente y lo conserva durante dos años sin necesidad de refrigeración.

La producción de pulque no es realmente cara pero algunos insumos tienen un costo relativamente alto, “tan sólo la botella y la etiqueta ocupan 40 por ciento del precio final, a lo cual habría que agregarle la pulpa de fruta natural que se utiliza para elaborar los “curados” (guayaba, mango, coco y natural), destacó Hugo Grappin.

“Tú me tumbas, tú me matas”

Un maguey necesita crecer durante ocho o diez para ser explotado durante cuatro o seis meses, por esa razón y con la finalidad de asegurar su producción, los empresarios decidieron iniciar trabajos de replantación, que consisten en sembrar diez magueyes por cada uno que se explota.

Al inicio nuestro rancho (con 20 mil magueyes) servía para proveer la demanda que teníamos, sin embargo, el crecimiento nos ha llevado a planear una estrategia de proveedores de maguey. Por ello fomentamos la reforestación entre nuestros proveedores, señaló el directivo.

Comentó que cuentan con la semilla necesaria para poder seguir plantando magueyes –una planta a lo largo de su vida puede dar 20 mil hijuelos–, lo cual consiguen sin mayor problema los agricultores, quienes indican que su objetivo no es únicamente producir pulque sino rescatar al sector magueyero en Hidalgo, que estaba a punto de desaparecer.

 “Nosotros incentivamos la siembra entre los productores con el precio que pagamos por su aguamiel, el cual es de 2.50 pesos el litro, cuando normalmente se les compra a peso el litro”, puntualizó Hugo Grappin.

Pulques Poliqui es una empresa que ha recibido financiamiento y apoyo de algunas instituciones de gobierno estatal y federal lo que le ha permitido promocionar su bebidas en el exterior. En la actualidad se encuentra realizando investigación para poder comercializar también subproductos derivados del maguey, como la miel o hilo quirúrgico.

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