Sanidad

Paratrioza, un pulgón de cuidado

Los productores de papa de nuestro país están expuestos al embate de enfermedades y plagas como la Paratrioza (Bactericera cockerelli), un insecto parecido a los pulgones que succiona la savia de las plantas de papa, tomate y chile; y que además se encuentra asociado a la transmisión de enfermedades en el cultivo de papa como la “punta morada” y el “manchado del tubérculo”.

Estudios del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP),  indican que los daños causados por éste insecto también conocido como “salerillo” o “pulgón saltador” se dan a través de sus ninfas, las cuales inyectan toxinas en las hojas de las plantas induciendo el conocido “amarillamiento de la papa”, aspecto amarillo de las plantas que provoca mermas en rendimiento y tubérculos pequeños de poca calidad comercial.

De acuerdo con investigadores del INIFAP, si las ninfas de Paratrioza permanecen en la planta llegan a causar el “manchado del tubérculo”, una enfermedad que ocasiona pérdidas de rendimiento y calidad del tubérculo del orden del 40 por ciento. Además en este caso las papas se manchan, no fríen y su brotación es nula o deficiente.

Por otra parte, señalan que si las ninfas se llegan a establecer en las hojas del cultivo antes de la floración pueden provocar la muerte de la planta.

Reducir uso de plaguicidas

La FAO reporta que “el uso de plaguicidas químicos en la papa está aumentando en los países en desarrollo, conforme los agricultores intensifican la producción y empiezan a cultivar en zonas y temporadas que no son las tradicionales de este cultivo”.

El resultado –asegura- es un alarmante nivel de intoxicación por plaguicidas en las comunidades campesinas. “El insecticida que absorbe el suelo muchas veces penetra en los cultivos, se escurre y contamina el suministro de agua”; por ello, el organismo internacional recomienda promover la presencia de depredadores naturales de las plagas; producir variedades mejoradas con mayor resistencia a plagas y enfermedades; sembrar papas de semillas certificadas; producir los tubérculos en rotación con otros cultivos y utilizar composta orgánica para mejorar la calidad del suelo.

En ese sentido, los especialistas del INIFAP indican que en México el control biológico de plagas (depredadores naturales de plagas) en el cultivo de la papa es muy limitado debido al uso intensivo de plaguicidas desde que se inicia su desarrollo.  De ahí que las estrategias se enfoquen al uso de enemigos naturales  en áreas como los montes, donde éstos sobreviven cuando no existen cultivos establecidos.

Por otra parte, recomiendan a los productores que utilizan plaguicidas para el control de la Paratrioza, hacer uso racional de los insecticidas con el fin de retrasar la resistencia del insecto a los productos químicos, manteniendo así la efectividad de su control mediante ésta técnica.

Pariatroza

La Paratrioza fue reportada en México desde 1947 en los estados de Durango, Michoacán y Tamaulipas, pero en la actualidad está presente en al menos 17 estados de la República atacando cultivos no solo de papa sino también de tomate y chile.

En México se siembran alrededor de 67 mil hectáreas de papa de las que se obtiene una producción aproximada de 1 millón 350 mil toneladas. De esta superficie únicamente 17 mil hectáreas se establecen bajo algún sistema de irrigación y son manejadas con tecnología media y alta (Sinaloa, Chihuahua, Sonora, Coahuila y Guanajuato).

El 35 por ciento de la superficie nacional es sembrada con semilla de papa no certificadas, las cuales son cultivadas principalmente en las sierras y valles altos de la meseta central de México, en donde se ubica el mayor número de productores de papa en el país.

Fuente (INIFAP)

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