Un movimiento orgánico local que crece: Red Mexicana de Mercados Orgánicos
De estos agricultores, 98 por ciento son de pequeña escala, pues siembran un promedio de tres hectáreas, y más del 50 por ciento son indígenas. Desafortunadamente, como sucede en muchos países en desarrollo, la mayor parte de la producción orgánica es para exportación, particularmente el café, aunque también el cacao, el coco y otras frutas y vegetales; el 86 por ciento de los bienes orgánicos se envían a mercados extranjeros. Desde un punto de vista medioambiental la producción orientada a la exportación es muy dañina, por la cantidad de combustibles fósiles que se requiere para su transporte. Además, el embalaje para exportación consume recursos valiosos y crea montañas de desperdicio. Pero sobre todo, la orientación exportadora disminuye el grado de desarrollo de los mercados domésticos, y deja a los productores mexicanos vulnerables a las fluctuaciones del mercado internacional.
Una visión alternativa orgánica
Estos problemas se han hecho notar en México: un movimiento orgánico local se ha desarrollado junto a la industria más convencional, tal como ha sucedido en muchos países. Por ejemplo, las tiendas mexicanas de víveres venden ahora productos orgánicos, y se han abierto varias tiendas y cafés orgánicos especializados, principalmente en la ciudad de México y sus alrededores. Uno de los esfuerzos de las organizaciones de base, enfocado en la producción orgánica local de pequeña escala, ha dado como resultado el surgimiento de varios mercados orgánicos a lo largo del país. Con el apoyo de productores y consumidores, en muchos casos vinculados con universidades y ONGs, se han establecido 17 de estos mercados en nueve estados del país y se están desarrollando continuamente nuevas iniciativas. Desde 2004, estos mercados se han unido para formar
Aunque se mantienen como entidades independientes con características distintas, los mercados comparten una visión común: además de la voluntad de contribuir a mejorar el medio ambiente apoyando la agricultura orgánica, la red concibe la sostenibilidad en términos más amplios y toma en cuenta la justicia económica y social. En opinión de la red, promover la justicia económica y social incluye hacer que los productos orgánicos saludables y seguros estén al alcance de todos los mexicanos, y no sólo de aquellos que viven en los centros urbanos y que pueden pagar altos precios. Con este fin, los mercados orgánicos se centran en los bienes producidos localmente por los agricultores de pequeña escala, así como en el vínculo directo entre los consumidores y los productores. Al reducir el transporte y el embalaje de los productos, y al eliminar a los intermediarios, los mercados orgánicos hacen posible que los agricultores de pequeña escala ganen más por su producción y al mismo tiempo ofrezcan precios relativamente más asequibles a los consumidores. Apoyar este tipo de vínculos también sirve para la construcción de solidaridad en la comunidad y el establecimiento de relaciones de confianza.
Es así como la colaboración comunitaria está en el corazón de los mercados orgánicos locales de México. No se conciben simplemente como lugares a los que las personas acuden para comprar y vender bienes. Más bien, se ven como espacios en los que el comercio y el consumo se pueden convertir en actos políticos, sociales, éticos, educativos y entretenidos. En un esfuerzo por combinar todos estos elementos, la gran mayoría de los mercados de la red ofrece una variedad muy amplia de talleres, conferencias y otras actividades tanto para los adultos como para los niños. Además, muchos son también sede de eventos culturales tales como danza o espectáculos musicales y eventos especiales de celebración de aniversarios o ferias. Como resultado, los mercados se convierten en iniciativas dinámicas que buscan apoyar la agricultura orgánica en un sentido verdaderamente holista, contribuyendo al despegue de la sostenibilidad medioambiental y social.
Los retos que enfrenta la Red Mexicana de Mercados Orgánicos
Aunque el número de mercados orgánicos locales en México está creciendo aceleradamente y existe un número considerable de productores, consumidores y organizadores altamente comprometidos que trabajan infatigablemente para apoyar el movimiento, cada mercado enfrenta retos importantes, muchos de ellos comunes para toda
La falta de fondos también limita la implementación de programas de capacitación y educación, tanto para los productores como para los consumidores. Un número importante de productores ha demostrado interés en cambiarse a la agricultura orgánica y poder comercializar su producción en un mercado orgánico, pero carecen de la experiencia y entrenamiento necesarios para esta empresa. El abastecimiento insuficiente de productos orgánicos producidos localmente es un problema para este tipo de mercados. De hecho, aunque se suele mencionar la demanda insuficiente como uno de los problemas de la producción orgánica local, la realidad actual de muchos mercados es que, con frecuencia, los consumidores buscan productos que ni siquiera están disponibles. Como solución a este problema, los mercados están buscando constantemente nuevos productores para expandir la oferta e introducir productores nuevos que puedan abastecer la demanda y las preferencias de los consumidores. A la red también le gustaría facilitar el intercambio de productos entre los diferentes mercados; sin embargo, por falta de financiamiento para el transporte aún no ha sido posible realizarlo.
El sistema de certificación orgánica participativa
Otro desafío importante que enfrentan los mercados orgánicos locales son las barreras económicas y burocráticas que hacen difícil que los productores de pequeña escala obtengan la certificación orgánica. Ello puede hacer complicado obtener del consumidor la confianza en la integridad de los productos que se ofrecen. Como respuesta a este problema, los mercados orgánicos que participan en la red alientan la noción de la certificación participativa, y están trabajando para desarrollar “Sistemas de Garantía Participativa” que funcionen de forma armónica. Los aspectos clave de estos sistemas son que minimizan la burocracia, no requieren de ningún pago por parte del productor e incorporan un elemento de educación social y ambiental para productores y consumidores. Como paso importante en la certificación participativa en México, la red ha abogado exitosamente para su inclusión en la recientemente aprobada ley de regulación de agricultura orgánica. Como resultado, ahora se puede referir legalmente a los productos certificados por medio de procesos participativos como productos “orgánicos”.
El nacimiento de un movimiento orgánico local en México
Uno de los primeros mercados que se crearon fue
Actualmente, el Mercado Orgánico de Chapingo abre todos los sábados de
De diversas maneras, el mercado de Chapingo es representativo de otros mercados que componen
En el mercado orgánico de Chapingo, por ejemplo, el primer paso para un productor que desee lograr la certificación participativa es contactar con el coordinador del mercado y llenar un cuestionario sobre sus prácticas de producción actuales y pasadas. Este cuestionario lo revisa el
Esta visita de campo no se considera una inspección en sí misma, sino una experiencia interactiva diseñada como una acción educativa para todos los involucrados. Durante la visita, los miembros del comité consultan una lista que incluye datos básicos sobre cómo opera la granja (por ejemplo, el tamaño del territorio, el número de cultivos, etc.), así como puntos básicos de control orgánico tales como el origen de las semillas y del agua, las prácticas de manejo de la tierra, las plagas y las enfermedades; el tratamiento poscosecha de los cultivos; y el potencial de contaminación de las granjas adyacentes.
Luego de la visita de campo, se discute el caso en una reunión
Ya que la transparencia y la participación comunitaria son aspectos integrales del sistema, los resultados de todos los cuestionarios y de las decisiones del comité están disponibles al público, y cualquiera que desee unirse al
El proceso de certificación participativa no está exento de problemas y limitaciones. Uno de los desafíos que más resalta es la implementación de la certificación participativa, que actualmente se realiza por medio de una base de voluntarios. Esto tiene restricciones en cuanto al tiempo que las personas pueden dedicar al proceso. Además, muchos participantes van y vienen, quitando consistencia y continuidad al
Pasos para el futuro
Se espera que
• consolidar los sistemas participativos de certificación (es decir, asegurarse de que estén puestos por escrito y que se sigan de manera homogénea en todos los mercados)
• ofrecer capacitación a los directores de los mercados
• continuar ofreciendo talleres de capacitación sobre técnicas de agricultura orgánica así como sobre el costeo y la gestión de pequeñas empresas
• abordar cuestiones de género en los mercados orgánicos locales
• incrementar la promoción de los mercados, por ejemplo por medio de la televisión, la radio y los eventos públicos
• visitar escuelas primarias y ofrecer educación sobre el medio ambiente y la agricultura orgánica; y
• continuar celebrando los encuentros tres veces al año, en el que estén representados todos los mercados.
El rápido crecimiento de
Al facilitar la participación de productores de pequeña escala y alentar un enfoque sobre las redes locales de alimentos, la noción de certificación participativa amplía sus esfuerzos. Efectivamente, aunque está aún en sus primeras etapas, la experiencia mexicana con los mercados orgánicos locales y con la certificación participativa ofrece una alternativa importante, no sólo para el sector convencional de alimentos, sino también para el sector orgánico industrializado, establecido y orientado a la exportación.
Erin Nelson
University of Guelph, School of Environmental Design and Rural Development.
Correo electrónico: enelson@uoguelph.ca
Red Mexicana de Tianguis y Mercados Orgánicos/Cuerpo Académico Socioeconomía en Producción, Certificación y Consumo Orgánico, Universidad Autónoma Chapingo. Km. 38.5, Carretera México-Texcoco, Apdo. Postal
Correo electrónico: rsr@avantel.net
Laura Gómez Tovar
Departamento de Agroecología, Universidad Autónoma de Chapingo /
Correo electrónico: gomezlaura@yahoo.com
Manuel Ángel Gómez Cruz
Cuerpo Académico de Socioeconomía en Producción, Certificación y Consumo Orgánico, Universidad Autónoma Chapingo
Correo electrónico: grupoinvestigacionorganicos@yahoo.com.mx