Año seco afecta recuperación del Cutzamala: Conagua
Zitácuaro, Michoacán.- La demanda de los productores de guayaba para tomar agua del canal El Bosque-Colorines, que conforman el Sistema Cutzamala (SC), el cual pasa por sus huertas, sólo es una muestra de lo crítico que se está tornando abastecer del vital líquido al Valle de México, recurriendo cada vez a fuentes más lejanas y costosas.
Y es que las lluvias que se han registrado este año en la zona resultan insuficientes para la recuperación del SC –que está al 41.16 por ciento de su capacidad promedio de almacenamiento–, lo cual para los próximos dos años puede afectar el abasto de agua para la ciudad de México y su área conurbada.
El mes de julio ha sido el segundo más seco en los últimos 68 años en todo el territorio nacional y específicamente la cuenca del SC registró de enero a agosto del presente año una precipitación acumulada de 348.9 milímetros; cuando la histórica promedio ha sido de 472.4 milímetros.
Por esto para finales de 2009 el déficit del SC alcanzará los 150 millones de metros cúbicos, de los 466 millones que entrega dicho sistema al Valle de México, advirtió el director general de la Conagua, José Luis Luege Tamargo.
En un recorrido por la presa El Bosque detalló que el gobierno federal canalizará 900 millones de pesos para la rehabilitación del SC, los cuales aseguró se encuentran “blindados” no obstante los recortes presupuestales que ha anunciado el gobierno federal en otras áreas.
Debido a que este año ha sido seco, dijo que la Conagua considera necesario que la reducción de abastecimiento de agua que se ha venido dando para el Valle de México, sea superior al 20 por ciento en lugar del 17.8 por ciento promedio actual, lo cual se consensará con los gobiernos del Distrito Federal y el Estado de México.
En el recorrido mostró a los reporteros el avance de obras en el SC y comentó que las acciones de rehabilitación de canales, túneles y sifones que se realizaron en las presas Tuxpan y El Bosque, permitirán recuperar 74 millones de metros cúbicos.
Como parte de las obras, la presa El Bosque, segunda en capacidad después de Valle de Bravo, fue cerrada desde el 11 de julio y recibe cuatro metros cúbicos sin tener extracciones, excepto algunas para riego agrícola. Con esto se logró mejorar su volumen de 55 millones de metros cúbicos a casi 88 millones.
Tenemos una recuperación de por lo menos 30 millones de metros cúbicos que en el momento en que haya lluvias se transferirán hacia Valle de Bravo, lo que permitirá ”aliviar muchísimo la situación de Cutzamala”, afirmó Luege Tamargo.
Durante una visita al canal El Bosque-Colorines se pudieron observar las obras de rehabilitación y limpieza, allí Luege explicó que en la zona se cultivan unas dos mil hectáreas guayaba, chayote y maíz, y hay 400 usuarios de riego, con quienes se tiene el compromiso de apoyarlos en la tecnificación de sus sistemas de riego (goteo o aspersión) para lo cual se tienen negociaciones.
Comento que además con Conafor se contempla el pago por servicios ambientales, como reforestación, y para la tecnificación proyectó una inversión de 400 millones de pesos, donde esperan apoyo de la Secretaría de Agricultura, y el gobierno estatal.
Detalló que se rehabilitaron 60 kilómetros de El Bosque a Colorines y cerca de 20 kilómetros de Tuxpan a El Bosque, donde se invirtieron 117 millones de pesos.
La Conagua indicó que los trabajos de rehabilitación consistieron en la limpieza en la red de canales y sifones entre las presas Tuxpan-El Bosque–Colorines, la rehabilitación de caminos, retiro de azolve, cambio de rejillas a la entrada de túneles y el deshierbe de la zona lo que además del rescate de volúmenes permite una mejoría importante en la capacidad de tránsito de volúmenes entre los embalses, y facilitará el trasvase a la presa Valle de Bravo.
Luege recordó que “el Valle de México recibe más de tres veces por la lluvia el agua que requeriríamos para vivir y, sin embargo, estamos teniendo serios problemas en el abastecimiento. Esta paradoja que vive la Ciudad de México sólo se va a cambiar con una nueva cultura de aprecio, de respeto, de ahorro, de uso eficiente del agua”.
