De productores a empresarios del campo con Green Corner

Gracias a la relación de ganar-ganar entre Green Corner y los productores se logró eliminar el nocivo intermediarismo que incrementaba hasta en ocho veces el valor de los productos para el consumidor final.

Se trata de que el productor se lleve la mayor ganancia y no “el coyote”, que el consumidor adquiera productos naturales a un precio accesible y que las tiendas de autoservicio al comprar directo al productor le pague a éste un precio justo que permita a este cubrir sus costos de operación de siembra y su trabajo, además de obtener una ganancia.

Así, de cada 100 pesos que el consumidor compra en estas tiendas de autoservicio y restaurantes “boutiques”, 70 pesos son para el productor y 30 pesos para Green Corner, que es el canal de distribución y comercialización y que utiliza para sus gastos operativos (renta, luz, teléfono, agua, salarios).

La propia firma pone el flete de traslado de las frutas y verduras a través de una logística estratégica de ruta, destaca, Sandra de la Riva Álvarez, directora de Desarrollo de Proveedores de Green Corner.

La firma cuenta con 250 productores de todo el país, mismos que distribuyen sus productos a todas las sucursales, siempre con el aval de ser producción orgánica, donde se garantiza que el suelo donde se producen durante los cinco años anteriores no adquirió plaguicidas, sustancias ajenas y/o transgénicos, en el caso de los vegetales y de hormonas sintéticas en las carnes.

Green Corner tiene cinco tiendas en la Ciudad de México (Coyoacán, Condesa, Satélite, Polanco y Cuajimalpa) y fue hace cinco años cuando abrió la primera. Planea en un mediano plazo abrir otras en Villa Coapa, Lindavista y Tlalpan.

Multiplicar a empresarios del campo

Green Corner sensible a la importancia del productor como fuente de alimentación del ser humano en las urbes, se ha trazado el reto de que los productores sean empresarios del campo.

Esta empresa cuenta con un proyecto de chocolate a fin de que se desarrollen productos de confitería y mus, entre otros productos. Esta tecnología mexicana tiene un costo de 75 mil pesos y lo pone a disposición de los 250 productores que le surten sus mercancías, informa Soledad Hernández Espinoza, directora de Difusión de Green Corner.

La idea es generar tecnologías intermedias realizadas por técnicos mexicanos, materias primas nacionales  y productores del país.

Una vez que el productor la compra se le da de medio año a un año de gracia, conforme aumente su producción, y a partir de ahí empieza a pagarlo en especie y en forma monetaria, dinero que va a un fondo revolvente para que se desarrollen nuevas tecnologías.

Se busca asegurar además que quien compra el equipo le de continuidad y sea patrocinador de otro grupo y no se termine a la vuelta de tres años este proyecto, sino que tenga un beneficio social multiplicador.

Precisamente el principal obstáculo es encontrar un grupo consolidado, agrega. El retorno  de inversión se estima  en año y medio.

Otro proyecto es de jugos y papillas que tienen etiquetado artesanal y que es su distintivo de los productos masificados. No obstante se trata de mejorar su presentación.

A nuestros productores de Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Tlaxcala, Estado de México, Puebla, Guadalajara, Monterrey, San Luis Potosí y Tabasco, que forman parte de la familia Green Corner, los canalizamos con las personas idóneas de mercadotecnia para mejorar su etiquetado, empaquetado y envasado.

Cosechando éxitos

El dueño de Green Corner, Bensi Levy Ferre con gran visión encamina al éxito empresarial a sus productores.

Sandra de la Riva relata que la productora de carne guajolote en el Estado de México, empezó con corte de carne, luego empacado al vacío hasta llegar al jamón. Hoy, cría 870 aves. Desde que inicio la producción de aves se requería de conocimiento de la especie, su dieta de calidad óptima. Todo ello implicó un trabajo de investigación que llevó de 12 a 15 años para tener como resultado una carne nutritiva.

Sara Zepeda en Guanajuato empezó con concentrado de uva, poco a poco fue mejorando sus procesos y aumentando su catálogo de productos disponible.  Su negocio “Marce” elabora su gelatinas de Agar con concentrados de otros productores con el afán de ir tejiendo redes en Guanajuato. En la actualidad produce vino a pequeña escala.

La cooperativa familiar “Seres” elabora dulces alternativos para quienes no pueden consumir azúcar, básicamente son alegrías, turrones endulzados con miel y frutas secas, desarrolló jugos, concentrados con limón y jengibre, además de jamaica y jengibre. Empezó con una charolita y ahora no se da abasto para cubrir la demanda de su mercado.

La procesadora de alimentos a base de trigo “Tic Pani”, elabora panecillos caseros, albóndigas, hamburguesas, milanesas, picadillo, y tiene tres años de relación con Green Corner.

El ingeniero mexicano Sergio Trueba desarrolló un blanqueador sin cloro y que se vende en estas tiendas de autoservicio sustentables.