Agronegocios

Flor de calabaza con más vida de anaquel

Con base en este mejor manejo postcosecha, los empresarios de Santiago Tulantepec, Hidalgo, están vendiendo en mercados regionales, centros comerciales de Tulancingo y de Pachuca.

Alejandro Asiain Morales, gerente general de la empresa explica a Imagen Agropecuaria, que al formar parte de la incubadora de proyectos del Tecnológico de Monterrey, ya lograron cartas de intención de compra de Waltmart, Mega Comercial Mexicana y Soriana. Esta última está interesada en que abarquen la región de los estados de Hidalgo, Puebla y Tlaxcala.

La Huerta de la tía Mary procesará una tonelada anual de flor de calabaza de productores de Acaxochitlan, Actopan y Vega de Metztitlàn y el potencial comercial es amplio, ya que con su producto sólo abarcan 15 por ciento de la demanda en Hidalgo.

La flor se empaca en una bolsa de plástico y en la actualidad la empresa realiza los trámites para tener la tabla nutritiva del producto y código de barras, requisitos que exigen las tiendas de autoservicio para poder entrar a sus puntos de venta.

Alejandro Asiain, ingeniero industrial de la Universidad  Autónoma de Hidalgo, explica que los productores consideran a la flor de calabaza como un subproducto de desecho y la venden muy barata, debido a su alta tasa de respiración y a que su vida postcosecha es muy corta, de dos a tres días, lo cual limita su comercialización. Por esta condición, el producto embolsado tiene una rentabilidad del 25 a 30 por ciento.      

Frente al problema de manejo, los empresarios decidieron utilizar películas, mezclas de gases, junto con temperaturas de refrigeración, que permiten alargar la vida post cosecha a  20 días, sin afectar las propiedades nutritivas, color, textura y grado de marchitez. Esto permite dar un mayor valor agregado al cultivo de calabaza, recalca el joven empresario.

La compañía empezó a trabajar en mayo pasado y está trabajando con productores que producen tanto a campo abierto como en invernaderos o microtúneles. El rendimiento que tienen en la zona es de 9.74 toneladas por has del cultivo de calabaza y cada calabaza da una flor.

Se pretende trabajar con productores de otras entidades y llegar a exportar, basándose en buenas prácticas agrícolas y de manufactura, por lo que trabajan en la certificación para obtener el distintivo HACCP (Hazard Analysis and Critical Control Point). La Huerta de la tía Mary mantiene vínculo con productores orgánicos certificados, para que en conjunto “rompamos las barreras arancelarias”, subraya el director de la empresa.

Asiain Morales comenta que en España e Inglaterra la flor de calabaza es usada en platillos exóticos y en otros países de europeos se está enlatando, aunque pierde frescura. También la firma quiere hacer convenios con algunos restaurantes para venderles la flor y realizar las exportaciones.

El proyecto se empezó a trabajar con bases científicas evaluadas por el  Instituto de  Ciencias Agropecuaria de la Universidad Autónoma de Hidalgo, a finales del 2006. Por ahora sólo se acopia y vende la flor; la segunda fase del proyecto es trabajar con más productores orgánicos, brindarles capacitación y buscar apoyos para instalar un invernadero para tener el control y saber que van a tener una flor con la calidad que están requiriendo y poderla comercializar sin problema.

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