Inicia XXXIII Feria Nacional del Mole
Para difundir y promover el tradicional mole almendrado en los ámbitos nacional e internacional, la Secretaría de Turismo (Sectur) de la Ciudad de México, la delegación Milpa Alta y el Comité Organizador anunciaron la celebración de la XXXIII Feria Nacional del Mole.
En el evento que se llevará a cabo del 3 al 25 de octubre en San Pedro Atocpan –a la altura del kilometro 17.5 de la carretera Xochimilco-Oaxtepec.
El delegado en Milpa Alta, José Luis Cabrera, informó que se espera la asistencia de 550 mil visitantes –es decir, 100 mil más que en el 2008, cuya afluencia fue de 450 mil personas- así como una derrama económica de alrededor de 60 millones de pesos.
En conferencia de prensa detalló que durante los 22 días de feria los milpaltenses ofrecerán una amplia gama de moles –almendrado, especial, verde, adobo y pipían- de excelente calidad, en un área de exposición de 70 mil metros cuadrados, donde los asistentes no sólo podrán adquirir el producto a granel, sino también degustar una amplia gama de platillos preparados con este alimento, en cualquiera de los 39 restaurantes (con capacidad de 300 comensales cada uno) que se han dispuesto para la ocasión; así como antojitos mexicanos.
El mercado del mole en San Pedro Atocpan asciende a 8 mil toneladas mismas que se comercializan en su mayoría en el Distrito Federal y Zona Metropolitana, mientras que el resto en la zona centro del país, principalmente en el Bajío, en sus tres presentaciones: polvo, pasta y sazonado o “agua”-
Acompañado de Juan Carlos Arnau, director general de Programas Estratégicos de la Sectur DF, el funcionario enfatizó que es esta Feria Nacional del Mole Milpa alta se convierte en “un santuario gastronómico cuyo compromiso cultural es el de proyectar la cocina tradicional, además de definir nuestra identidad como pueblo mexicano frente al mundo entero”.
De ahí que se pronunció a favor de que la Feria Nacional del Mole en Milpa Alta se convierta en el estandarte de la Feria Ciudad de México. Se idea es tener una feria digna que distinga al Distrito Federal, como la Feria de San Marcos distingue a Aguascalientes.
Asimismo dijo que año con año la Feria del Mole viene a reactivar la economía de la zona sur de la ciudad (Xochimilco, Tláhuac) porque a través de esta se generan empleos directos e indirectos no sólo para los prestadores de servicios, sino también para quienes venden dulces cristalizados, amaranto, alegrías, elote y nopal, entre otros.
Mientras que en la parte cultural se contará con la representación del Estado de México, Tlaxcala y Veracruz, quienes ofrecerán su trabajo artesanal; en tanto que a nivel internacional se contará con la presencia de Italia, Perú y Bolivia.
En su oportunidad Arnau, director general de Programas Estratégicos de la Secretaría de Turismo del DF –quien asistió en representación de Alejandro Rojas-, confirmó a la delegación Milpa Alta como uno de los lugares más alegres del mundo al contar con 180 días de fiesta al año, por lo tanto, lo calificó como un centro turístico muy importante para la ciudad de México y sus culturas indígenas vivas le permite a la capital estar a la altura de estados como Chiapas y Oaxaca.
Durante la conferencia de prensa también se presentó la Guía Turística de Milpa Alta, donde se hace referencia a todos los atractivos (turísticos) de esta demarcación.
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Orígenes del mole
El mole no es producto de la casualidad sino el resultado de un lento proceso culinario iniciado desde la Época Prehispánica y perfeccionada en la Época de la Colonia. En la Época Prehispánica encontramos una amplia variedad de alimentos elaborados con diferentes tipos de chiles, las salsa con este ingrediente eran parte del menú mexica. Dichas salsas prehispánicas eran nombradas con el sufijo mulli en nuestra lengua materna: el náhuatl.
A la llegada de los españoles en el siglo XVI, surge una amplia gama de recetas culinarias, resultado del mestizaje y fusión de dos culturas; la española y la indígena. Gran parte del éxito de la cocina mexicana se debió al gusto, que los indígenas tomaron por las especias que trajeron los españoles del viejo continente integrándolo al mulli, nace así una inigualable propuesta mestiza: el mole.
