Agronegocios

Oportunidades para el agro en tiempo de crisis

Los periodos de crisis son un momento idóneo para repensar la forma en que realizamos nuestras actividades, identificando errores, la forma de hacer más eficiente cada proceso e identificar oportunidades que existen dentro de nuestra actividad. Para el sector agropecuario, James Austin, profesor emérito de la escuela de Negocios de Harvard, ha identificado tendencias claves que pueden ayudar a los productores a encontrar oportunidades de desarrollo.

Durante su participación en el Foro Global Agroalimentario 2009, convocado por el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), el especialista señaló que una oportunidad clave para el sector agropecuario es la que tienen los consumidores por adquirir alimentos más variados y saludables, como son los orgánicos, donde han crecido las marcas privadas.

Explicó que aun cuando este año el mercado de orgánicos sufrió una reducción de su crecimiento, al pasar de 20 por ciento anual de aumento que había registrado en los últimos años a cuatro por ciento en 2009, positivo comparado con otros que muestran cero crecimiento. Sin embargo, se espera que para el año 2013 éste mercado crezca 85 mil millones. Estados Unidos concentra 49 por ciento y 36 por ciento en frutas y hortalizas de consumo orgánico.

En su conferencia magistral Los desafíos y oportunidades de la crisis económica-financiera para la agronegocios, expuso que otra tendencia es que los consumidores están dispuestos a pagar más por aquéllos productos que se elaboran de manera social y ambientalmente responsable, lo que ha llevado al crecimiento del llamado comercio justo, sobre todo en productos como café, té, cacao, fruta, azúcar, flores, miel y jugo.

Detalló que existen un millón de productores en 50 países bajo este esquema y que incluso Starbucks busca esta diferenciación para asegurar productos de calidad en sus establecimientos, donde 100 por ciento de su café se comprará a través del comercio justo.

Los consumidores de diversos lugares del mundo, incluido México –según una en encuesta citada por el experto–, estarían dispuestos a pagar 10 por ciento más por productos producidos en forma social y ambientalmente responsable.

El uso de productos agrícolas para producción de biocombustibles es otra tendencia identificada por el profesor emérito de la escuela de Negocios de Harvard, pues señala que en los próximos años se prevé un incremento en el uso de granos para su generación. En los Estados Unidos se proyecta un gran uso de maíz para la producción de etanol, mientras que el 20 por ciento de las oleaginosas serán destinadas para la producción de biocombustibles.

No obstante, el especialista advirtió que esta oportunidad de negocio dependerá de algunas variables, como la política energética, la de subsidios y las barreras arancelarias, pero también de los costos de producción.

La oportunidad –acotó– no se da ahora,  sino será para la próxima década de biocombustibles que van a utilizar todo su biomasa para producir etanol. Para poder bajar costos de producción se harán estudios.

Austin recomendó que si uno quiere capturar dichas oportunidades  hay que diferenciar nuestro producto y especializarse.

También hizo a referencia a que el talón de Aquiles para el sector agroalimentario es la escases de agua, pues este sector es el usuario más grande del vital líquido. Informó que de 1990 a 1995 el consumo de agua aumento seis veces, mientras la expansión demográfica sólo fue de dos veces,  lo cual indica que se está usando cada vez más agua por habitante.

En México tuvimos 4 mil 312 metros  de agua por habitante en el 2007, pero se proyecta que para 2030 exista sólo 3 mil 700 por habitante, por ello invitó a realizar acciones como la reforestación o cambio de cultivos y usar el agua de manera más eficiente.

Por su parte, comentó que la revolución biotecnológica ha causado una redefinición de la agroindustria, pues ahora hay una fusión de empresas  del agro, farmacéuticos, cosméticos, informáticos, que han llevado a la mayoría de los productores, que son pequeños, a emplear cultivos transgénicos como soya, maíz, canola  y algodón.

Sin embargo, dijo que más allá del cultivo de alimentos transgénicos se encuentra la producción de anticuerpos,  resistencia a pesticidas,  proteínas terapéuticas en leche, vacunas comestibles en frutas o legumbres, árboles con más celulosa, resistencia a sequías, órganos para transplantes a partir de clonación animal, entre otros.

Por último, James Austin, habló de una tendencia a la concentración de empresas, desde el campo hasta los detallistas, por lo que habrá menos actores y éstos serán más grandes en cada eslabón de la cadena; tendrán una integración y coordinación vertical por contratos, se observará el desarrollo de clusters* competitivos y cadenas que se van a ser más cortas y eficientes, se eliminarán intermediarios que no dan valor a la cadena y estrategias que incluirán a los pequeños productores”.

Reglas para manejar las crisis recurrentes

El profesor emérito de Harvard delineó reglas para manejar las crisis recurrentes que se observa se presentan cada diez años, por lo que podemos utilizar estas experiencias como puntos de referencia:

1.- Evitar el pánico, porque con éste se manejan las situaciones irracionales.

2.- No ser reactivo sino proactivo y reaccionar ante la situación.

3.-Identificar que cuando hay crisis, algunos son afectados y otros tienen oportunidades.

4.- No sacrificar la estrategia básica por decisiones cortoplacistas.

5.- Reconocer que estamos en un sistema global e interdependiente,  por lo que hay que examinar que está pasando en todos lados

6.- Identificar los impactos más significativos no sólo en nuestra empresa, sino en toda la cadena de valor en la que participa.

7.- Utilizar  la crisis como un tiempo para repensar la forma de operar

8.- Buscar ahorros por todos lados, buscando cómo se puede operar para ser más eficiente. Reconocer si los activos pueden estar subutilizados y cómo se pueden utilizar de mejor manera y ser más productivos.

9.-Identificar nuevas oportunidades, que siempre habrá.

10.-Recordar la ley que señala: “lo que sube baja; y lo que baja, subirá”.

*Los clusters son concentraciones geográficas de compañías interconectadas, suministradores especializados, proveedores de servicios, empresas de sectores afines, e instituciones conexas (por ejemplo universidades, agencias de regulación, o asociaciones del sector) en campos particulares, que compiten y cooperan".¨( http://www.clusters.mendoza.gov.ar/)

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