El secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Francisco Mayorga Castañeda, aseguró que en 2010 hay un firme compromiso del gobierno federal por apoyar los proyectos productivos que ayuden a tener un mejor impacto en los ingresos de los agricultores, ganaderos y pescadores del país y a la vez atender un abasto suficiente de alimentos para la población.
Tan sólo en 2010, el gobierno federal invertirá en el Programa Especial Concurrente (PEC), donde participan 10 Secretarías de Estado, un presupuesto superior a los 260 mil millones de pesos, de los cuales SAGARPA ejercerá como apoyo directo a la producción de alimentos más de 73 mil millones de pesos.
Durante su gira de trabajo por Michoacán, el funcionario visitó la agroindustria Cítricos de Apatzingan y dos de los ranchos demostrativos en donde se aplica el modelo silvopastoril intensivo para la ganadería sostenible del Trópico local.
Aseguró que este tipo de proyectos productivos “son un botón de muestra de que podemos ir por más de la manode las autoridades estatales, organizaciones de productores, técnicos y científicos para sacar al país adelante, no tengo ninguna duda de ello”.
En este municipio, la representante de la Fundación Produce, Martha Flores Estrada, presentó las ventajas competitivas que obtiene un productor con la transferencia del paquete tecnológico de Sistema Silvopastoril Intensivo, el cual consiste en aplicar técnicas que mejoran la nutrición del ganado vacuno, un uso sustentable de los recursos naturales, y un aumento en la rentabilidad al productor.
“El beneficio directo es la producción de más carne y leche, y sus derivados como quesos, cremas, entre otros de gran valor agregado, con la mayor calidad para los consumidores”, precisó.
Este esquema de ganadería, que actualmente opera en casi mil 800 hectáreas de Michoacán y tiene como meta alcanzar las 10 mil en 2012, también se protege al medio ambiente pues se reducen en un 20 por ciento las emisiones de gas metano, que contribuye al calentamiento global.
El ganado se utiliza con doble propósito, tanto para la producción de carne como de leche, y mejora la rentabilidad al productor al hacer más sostenible su actividad.
