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Condimentos saludables con aroma zapoteco

Todas las materias primas que emplean en sus procesos de producción están certificadas como orgánicas, al igual que sus dos líneas de productos, tanto dulces como salados, asegura Carlos Hernández, socio fundador de Cusibani.

El nombre de la empresa también es de origen zapoteco y significa “volviendo a la vida,” eso mismo es lo que se busca para la cocina y tradiciones zapotecas, ya que la sal marina, el ajonjolí, la jamaica, el jengibre y una amplia gama de chiles se producen en esa región –entre Huatulco y Salina Cruz, Oaxaca.

La socia de Carlos junto con otras tres mujeres que también nacieron en la región del Istmo zapoteco son las que se encargan de fabricar los productos, siempre de manera artesanal.

Su nicho de mercado son las tiendas naturistas y ya comercializan a más de 50 tiendas de este tipo en todo el país, tienen presencia en 18 entidades y desde hace tres años comenzaron a exportar a Estados Unidos y Canadá; asimismo, han logrado colocar pequeños volúmenes España, Francia y Polonia.

A pesar de ser una empresa pequeña de cinco personas y de corte familiar, están a punto de cerrar tratos comerciales con distribuidores de países centroamericanos.

Maquilan a la empresa 100 por ciento Natural y están evaluando maquilarle a otras empresas, con el objetivo de capitalizar a la empresa, para comprar más maquinaria e incrementar el potencial productivo, que al día de hoy es de 3 toneladas mensuales, y de la cuales sólo 10 por ciento se destina a la exportación.

Puesto que no cuentan con terrenos para producir sus materias primas, recurren a pequeños productores, a los que paulatinamente certifican como orgánicos. Como la certificación cuesta, realizan contratos y acuerdos con los agricultores para que les paguen la certificación en especie, con materia prima.

Nosotros no somos selectivos a la hora de comprarles sus cosechas a los productores certificados, les compramos parejo, no escogemos como le hacen los coyotes; apunta que les pagan un sobre precio de entre 30 y 40 por ciento en comparación con los coyotes y no les dejan merma.

Cuentan con una línea de sazonadores, de los que destaca un caldo de verduras, que en términos muy generales sería algo similar al Knor Suiza, pero no contiene conservadores artificiales ni grasas de origen animal, sólo verduras, hierbas, especies y sal marina. Es un producto especialmente diseñado para personas que padecen diabetes o son celiacos — quienes no pueden consumir gluten.

La línea dulce se elabora desde hace seis años y sólo se utiliza jarabe de agave como endulzante. La característica importante del jarabe de agave es que tiene un índice glucémico muy bajo, de hecho una cucharada de jarabe de agave tiene menos calorías que una tortilla, esto permite obtener un poder edulcorante muy fuerte y un gran sabor, al mismo tiempo, sirve de conservador natural.

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