La caída en la producción de maíz generada por heladas en Sinaloa y los bajos inventarios provocarán que el volumen de importaciones del grano aumente en cinco millones de toneladas respecto años anteriores, por lo que en 2011 sumará 13.5 millones de toneladas (tons), con un costo para México del orden de los 60 mil millones de pesos que se pagarán, principalmente, a agricultores de Estados Unidos, según proyecciones de la Confederación Nacional de Productores de Maíz (CNPM) y el Sistema Producto Maíz (SPM).
De acuerdo con datos de ambos organismos, en maíz amarillo se comprarán al exterior 3.3 millones de tons adicionales y 1.6 millones de tons de grano blanco más, por lo que las importaciones totales aumentarán en 4.9 millones tons, respecto a años anteriores.
Los inventarios nacionales en certificados de depósito –precisan la CNPM y el SPM en un documento–, suman 2 millones 9 mil 375 ton disponibles, de las cuales un millón 538 mil 854 ton corresponde a maíz blanco nacional, 381 mil 672 ton de maíz amarillo producido en el país y 88 mil 849 son maíz amarillo importado.
México es deficitario en maíz amarillo, por lo que en los últimos años importa entre 8 y 9 millones de toneladas de éste, en gran parte de origen transgénico, que se destina para uso pecuario. Este año de acuerdo con Carlos Salazar, secretario general de la CNPM, no hay maíz blanco ni en Estados Unidos ni en Sudáfrica, por lo que “vamos a comer maíz amarillo”.
Advirtió que el grado dependencia de México en este grano pasará de 33 por ciento 37 o 38 por ciento, lo que es preocupante. Los rendimientos promedio de agricultores mexicanos son de 3.1 a 3.2 millones de toneladas por hectárea y mediante propuestas de la organización se pretende aumentar la productividad a 7 millones en la misma superficie hacia el años 2020.
Carlos Salazar solicitó a las autoridades mexicanas acelerar los experimentos de maíces transgénicos en fase piloto para maíz amarillo para que los productores tengan la opción de sembrarlo en México. “Estamos perdiendo un negocio, puesto que las importaciones representan 60 mil millones de pesos, que se están pagando a productores de Estados Unidos y podemos producirlo nosotros aquí, pero estamos atados en la tecnología y no podemos competir”, machacó.
Hay que recordar que la CNPM realizó un convenio con Monsanto –empresa que promueve en el mundo el uso de maíces transgénicos–, para el Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos, que pretende proteger especies nativas.
En rueda de prensa, los dirigentes maiceros, afiliados a la priista Confederación Nacional Campesina, precisaron que de maíz blanco, el principal insumo para la elaboración de la tortilla, en Sinaloa se perdieron unas 450 mil hectáreas de 584 mil que se habían sembrado, lo que equivalente al 92 por ciento.
Indicaron que en la re-siembra hay diferentes cálculos, ya que mientras el gobierno de Sinaloa y la Sagarpa hablan de 223 mil has; la Sedesol indica que son 298 mil has resembradas; los cálculos del SPM indican que sólo serán 180 mil has. A esto agregan las 70 mil rescatadas.
Efraín García Bello, presidente de CNPM, expresó que en cualquier escenario habrá faltantes de maíz blanco –de 50 a 72 por ciento de lo esperado–, por lo que se requerirá de maíz amarillo para consumo humano, que será en su mayor parte granos transgénico –cuya siembra comercial está prohibida en México.
Dichos cálculos no consideran el porcentaje de crecimiento del sector pecuario y de consumo de la tortilla. “Si se agregan estas tasas de crecimiento, la importación será mayor”.
En el documento “Un plan emergente para el campo”, la CNPM y el SPM refieren que “la radiografía del mundo en la producción de granos se ve pesimista, a la baja en las estimaciones de producción y en inventarios”, ya que en Estados Unidos los inventarios finales de maíz quedan en 17.15 millones de toneladas; mientras que en Argentina la expectativa de producción pasó de 23.5 millones de toneladas a no menos de 19 millones.
Programa emergente
Efraín García informó que han solicitado a la Cámara de Diputados un programa emergente para producción de maíz para incentivar el cultivo.
La CNPM y el SPM proponen sembrar alrededor de 7 millones 500 hectáreas agrícolas inutilizadas en territorio nacional, ya que “hoy los precios de los granos son un buen estímulo para su aprovechamiento, pero faltan estrategias como la “renta social” para usufructuar la superficie ociosa; incorporar a pequeños productores en esquemas de mayor rendimiento que permitan no sólo el autoconsumo sino la producción de excedentes para abastecer a los mercados regionales.
“En esta tipología de productores se requiere acelerar el rescate, aprovechamiento y valor agregado de los maíces mexicanos (razas y criollo de maíz), mediante una estrategia comercial integral que incorpore registro, denominación de origen y marcas”.
Otra propuesta es impulsar el programa de alto rendimiento en toda la superficie de riego del país (Sinaloa, Tamaulipas, Guanajuato, Michoacán, la Laguna, Coahuila, San Luis Potosí y Sonora) y en la de muy buen temporal (Jalisco, Michoacán, Nayarit, Chiapas y Golfo de México), con apoyos no sólo para capacitación y asistencia técnica, sino facilitar el crédito a tasas preferenciales, la aportación de garantías líquidas, así como el apoyo a semilla y al análisis de suelos.
Plantean acelerar la autorización de la etapa piloto para los maíces transgénicos y al mismo tiempo institucionalizar el Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos; fortalecer la estrategia de reconversión de maíces blancos por amarillo, sin descuidar producción de maíz blanco, principalmente en las zonas de riego; ampliar instrumentos de cobertura de riesgo como la Agricultura por Contrato y del Seguro Agrícola.
