Con huevo de rancho mejora alimentación y se retiene migración en zonas marginadas de Puebla
La producción de huevo de rancho ha hecho posible que niños y jóvenes de municipios poblanos, ya no migren hacia los Estados Unidos y se conviertan en pequeños empresarios.
Hace cuatro años, la Fundación Produce Puebla inició el proyecto “Huevo de Rancho” en doce comunidades y siete municipios de la Mixteca Poblana y Sierra Norte de Puebla, consideradas de extrema pobreza, como Chiautla de Tapia, Ixcamilpa de Guerrero, Santa Inés Ahuatempan, Tlapanalá, Huaquechula, Tlacotepec de Benito Juárez, Cuetzalan, Quetzotla, Pilcaya y San Juan de los Ríos.
El proyecto arrancó en el municipio de Quetzotla con 20 gallineros, hoy se ha extendido a once comunidades de seis diferentes municipios de Puebla, donde se instalaron más de 200 gallineros que producen más de 300 mil piezas de huevo al año, con un valor de 840 mil pesos.
Diego Alonso Mora Tello, director del proyecto Huevo de Rancho menciona que el proyecto surgió en 2009, debido que vieron que existe una alta migración de los niños y jóvenes hacia los Estados Unidos, donde radica la mitad de la población de Quetzotla, dada la falta de oportunidades que existen en su comunidad.
Mora Tello expresó que el proyecto pretende generar una visión empresarial en niños y adolecentes, que ellos vean que en su propia comunidad pueden hacer negocios con un poco de capacitación y tecnología, y “con un empujoncito pueden hacerlo”.
Las granjas comercializan la pieza de huevo en 2 pesos en comunidades aledañas y “la gente lo está buscando, lo prefieren más que el de las tiendas”, puntualizó.
El apoyo que se brinda consiste en capacitación y material para construir las granjas, se proporcionan doce gallinas, un gallo, malla del gallinero y lámina galvanizada para hacer el corral.
Un requisito para formar parte del proyecto es que los niños estén estudiando, en su tiempo libre les enseñan a vacunar a las gallinas contra las tres enfermedades más comunes de la localidad, también les orienta en preparación de alimento, utilizando insumos de la zona.
Por su parte, el presidente de la Coordinadora Nacional de las Fundaciones Produce ( Cofupro), Mauricio Lastra Escudero, detalló que el proyecto inició con la realización de un estudio de las condiciones socioeconómicas de las familias ubicadas en esas comunidades, donde se observó que 62 por ciento de sus ingresos (60 a 72 pesos diarios) lo gastaban en comprar maíz, frijol y huevo.
Explicó que el valor de la producción anual por granja es de tres mil 360 pesos y que el costo de inversión de cada una de éstas es de cinco mil 200 pesos por única vez; incluye el valor de las 12 gallinas y un gallo (el programa aporta el 70 por ciento del costo de las aves, los materiales del gallinero, comedero, compra de alimentos externos, vacunas, capacitación y asistencia técnica.
Mauricio Mora Pérez, de la Fundación Produce de Puebla, comentó que se ha logrado incorporar a las familias de comunidades marginadas y en pobreza alimentaria a una actividad productiva, como es la cría de gallinas, con un enfoque de negocio, con innovaciones tecnológicas y retomando valores como la honradez, la disciplina, el trabajo en equipo, la ayuda a la familia y el deseo de estudiar y progresar.
Hoy, subrayó, 274 niños estudian y juegan a la empresa, contribuyendo a la soberanía alimentaria desde sus comunidades.
Además, destacó, se mejora la alimentación familiar con la aportación de proteína de alta calidad, proveniente del huevo de rancho, fresco y sin aditivos.
