Destina México sólo 2% del PIB a administración del agua

En México se destina únicamente 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para la administración del agua y cada vez se acentúa más la sobreexplotación de acuíferos, situación que amenaza la sustentabilidad del país, advirtió Blanca Jiménez, coordinadora de la Red del Agua de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Durante la presentación –en el marco del Día Mundial del Agua– del libro “Diagnóstico del agua en las Américas”, la especialista expresó la necesidad de que los gobiernos inviertan más recursos en estrategias que permitan un mejor manejo del vital líquido.

En la publicación coordinada por Blanca Jiménez y José Galicia Tundis, copresidente del Programa del Agua de la Red Interamericana de Academia de Ciencias (IANAS), participan 66 especialistas de 15 países de América.

José Franco, vicepresidente de la AMC, anotó que el libro sintetiza la situación y los diversos problemas que enfrentan los países América con relación al agua y recoge la opinión y conocimiento sobre los retos que tiene el sector: disponibilidad del recurso, escasez, contaminación y manejo, no siempre claro, de quienes toman decisiones sobre el acceso al agua.

Los especialistas informaron que hace falta una definición de prioridades para invertir de forma correcta en los problemas en torno al agua, para hacer un mejor manejo del líquido y se anticipen riesgos de fenómenos como la sequía, que es cíclica y no debe resultar sorpresiva; la situación que atraviesa el norte del país muestra la nula previsión al respecto.

Blanca Jiménez puntualizó que el agua es un recurso que no se va a acabar, no obstante, debe fomentarse la conciencia sobre su valor y hacer un buen manejo de su distribución y abasto, de lo contrario, cada vez costará más trabajo transportarla a los lugares donde se necesite, los costos serán más elevados y el grado de contaminación también incrementará.

María Luisa Torregrosa, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-México), quien coordinó el capítulo destinado a México, puntualizó que el objetivo de este apartado es indagar, desde una perspectiva multidimensional, el uso sustentable del agua y su distribución equitativa en un sentido integral.

En materia agrícola, la experta destacó que para combatir la problemática a la que se enfrenta es necesario no disociar agua y tierra, tener presente quiénes son los que producen en el país y el uso imprescindible del agua en los cultivos.

Las unidades de riego en la agricultura aún enfrentan, entre otras cosas, una insuficiente capacidad institucional, acuíferos sobreexplotados y concentración excesiva del agua en algunos distritos de riego.

Laura Celina Ruelas, colaboradora del Colegio de Veracruz, enfatizó la necesidad de que el uso ecológico del agua sea en nuestro país un derecho como en Sudáfrica.

Indicó que la Conagua destina 65 por ciento del presupuesto para agua potable, alcantarillado y saneamiento, mientras que 20 por ciento a infraestructura hidroagrícola, y sólo 15 por ciento a la administración y preservación.

Los científicos coincidieron en la importancia de la participación responsable de la sociedad en la gestión del agua como forma de combatir la problemática del recurso. Aseguraron que el libro busca fomentar en la sociedad el conocimiento sobre el valor que representa el líquido para los ecosistemas en general.