Los procesos migratorios y de integración de los distintos grupos étnicos en sociedades como la francesa o alemana, que tienen alta influencia africana y de Oriente Medio, han modificado los hábitos de consumo, sobretodo en la gastronomía, ello ha permitido el ascenso del pili-pili.
Hace unos 20 años era prácticamente impensable que un europeo comiera productos picosos o muy condimentados, y el día de hoy los establecimientos de comida árabe o africana están por todas partes; cabe señalar que los platillos que allí se ofertan son muy condimentados y se aderezan con salsas picantes. Un ejemplo claro son los Kebabs, mejor conocidos en México como tacos árabes.
Uno de los ingredientes principales que se emplean en la preparación de este alimento es el pili-pili, un chile o pimiento similar al chiltepín y con altos grados de picor, parecido al habanero mexicano.
Los países europeos importan dicho condimento de naciones africanas como Ruanda, Angola y Malawi, mismas que por problemas políticos y sociales internos son intermitentes en su producción. Dicha condición es un área de oportunidad para los productores mexicanos, puesto que nuestro país tiene un reconocimiento histórico y cultural en la generación de chiles; asimismo la diversidad climática del país permite cultivar el pili-pili sin mayor problema, y con altos grados de calidad, destaca, Alejandro Salamanca, productor de café, chiltepín, mamey, pimienta, macadamia, y psicólogo de profesión.
Los restaurantes de comida thai, china e hindú, también están consumiendo cada vez más el pili-pili.
Su empresa tiene clientes en Europa que están deseosos e presionan para que les venda este condimento. Este año comenzaré con una superficie de tres hectáreas destinadas a la producción de este cultivo, ya tengo la semilla y lo que sigue es establecer la plantación, comenta.
Los países africanos consideran al pili-pili como un cultivo anual, sin embargo, bajo ciertos cuidados especiales se puede trabajar como un cultivo perenne, puesto que hay matas que luego de ocho años de edad siguen produciendo con muy buenos rendimientos, al igual que el chiltepín e incluso el chile habanero.
Comercializadores europeos venden el kilo de pili-pili a un precio de entre 145 y 152 euros al consumidor final; los productores perciben entre 45 y 50 por ciento de dicho valor.
Así como el pili-pili tenemos enormes oportunidades de convertirnos en exportadores de primera categoría en productos como la macadamia, vainilla, zapote mamey o pimienta gorda, de la cual somos el segundo productor a nivel mundial, aún cuando sólo la recolectamos, porque no tenemos plantaciones intensivas bien establecidas.
La industria cosmética francesa, de las más importantes y grandes a nivel mundial está deseosa de aceites de origen vegetal, como el extra virgen de hueso de mamey, refiere el productor.
Son oportunidades desaprovechadas, en gran parte, por falta de inteligencia comercial y falta de financiamiento, que es caro en México. En Francia los créditos son a tasas del 4 por ciento de interés anual, aquí son del 9 por ciento mensual, asevera.
Ignorancia comercial
El crecimiento de las exportaciones de productos agropecuarios mexicanos está frenado por la falta de inteligencia comercial, pues a pesar de las misiones de apertura de nuevos mercados internacionales que organizan la Sagarpa y la Secretaría de Economía a través de instituciones, como Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca), ProMéxico y Bancomext; siempre se llevan a las empresas más grandes como Maseca, Gruma o Bimbo, ellos ya no necesitan tanto ese apoyo, considera, Alejandro Salamanca.
Los productores de mediana y pequeña escala somos los que tenemos que acudir a esas ferias y expos, para establecer vínculos comerciales de manera directa. Tenemos que dejar de lado, de una vez por todas, a los intermediarios y coyotes, sugiere.
Relata que desde su experiencia, en los constantes viajes que hace a Francia y a otras ciudades de Europa central, ha conocido algunas necesidades de productos agropecuarios que demandan esos mercados, mismos que podemos producir en México y con alta calidad. Tal es el caso de la pimienta, el cacao, el café, los chiles y la miel.
Es una vergüenza que las lujosas oficinas con las que cuenta Bancomext en París no sirvan para facilitar a los productores la comercialización de sus productos. Cobran muy caros los servicios por establecer reuniones con potenciales clientes, lo mismo ocurre en las oficinas de Madrid, afirma.
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Pili-pili
Es un pequeño pimiento africano de de color rojo oscuro y de sabor muy picante. Su nombre deriva de la palabra árabe felfel –pimiento fuerte-, también es conocido con los nombres de piri-piri, tua-tua, jindungo, nedungo y ndondo.
Fuente: www.directoalpaladar.com
