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Los más pobres principales víctimas de crisis alimentaria mundial: OCDE

El mundo enfrenta una crisis alimentaria y México no escapa de ella. Aunque en el país no ha impactado de forma tan severa como en otras naciones pobres, hay que reconocer que contamos con grupos poblacionales que viven en pobreza extrema y que recienten de forma más grave los incrementos en los precios de los alimentos.

Estos grupos son atendidos por el gobierno federal a través de programas sociales como Oportunidades, que tiene un componente para la nutrición, sin embargo, si los alimentos se siguen encareciendo esas familias no tendrán una respuesta oportuna en sus ingresos para poder adquirirlos y se complicará su situación, expresó José Ángel Gurría, secretario general de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE).

Destacó que las medidas para contrarrestar el escenario de desabasto mundial de alimentos, a nivel interno, son la mejora en eficiencia de semillas para la producción, un mejor aprovechamiento del agua, la transferencia de tecnología, el incremento en los rendimientos y el incremento en la cobertura de financiamiento de proyectos productivos.

Por su parte, el titular de la Secretaría de medio ambiente y recursos naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quezada, apuntó que el uso de la biotecnología para la generación de alimentos en México no representa una solución real para contrarrestar el desabasto que enfrenta el país en la actualidad, puesto que no se han desarrollado variedades resistentes a los efectos del cambio climático, como la sequía que azota a más del 50 por ciento de los municipios del país y que ha deteriorado la producción, principalmente, de granos básicos y oleaginosas.

Tenemos un atraso de más de 20 años en investigación en el tema y los ensayos que se han realizado en cultivos como el maíz transgénico no corresponden a variedades resistentes a sequía.

Crecimiento verde

En el marco de la firma del Memorándum de entendimiento para la creación de la Plataforma de conocimiento para el crecimiento verde, signado por el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, la OCDE y el Instituto para el crecimiento verde global (GGGI, por sus siglas en inglés), José Ángel Gurría subrayó la importancia de encaminar el desarrollo de una manera verde, con reducciones en la emisión de contaminantes y uso eficiente de la energía.

En este sentido, precisó que se tienen que eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, que en el ámbito mundial ascienden a más de 400 mil millones de dólares anuales, cifra que rebasa los apoyos totales destinados a la agricultura en el continente europeo.

Los países más pobres son los que más destinan a dicho propósito, sin embargo, esos recursos no llegan a la población más pobre. México es uno de esos países que tiene que reasignar los montos del gasto por subsidios en los combustibles fósiles.

Tenemos conocimiento pleno de los efectos del cambio climático y de que la reducción de emisiones contaminantes coadyuva a no incrementar la virulencia de los fenómenos climáticos extremos, así que no hay pretexto para no actuar al respecto. Es más oneroso no hacer nada, que invertir en acciones de mitigación.

Elvira Quezada subrayó que si no corregimos el camino del desarrollo económico tradicional hacia uno verde, cosecharemos catástrofes como la sequía extrema que afecta al país desde finales de 2010.

Añadió que en las reuniones del G-20 y la Conferencia de Naciones Unidas en Desarrollo Sustentable (Río+20), se impulsará fuertemente la consolidación de la Plataforma de conocimiento sobre crecimiento verde, que pretende integrar y compartir todo el conocimiento generado para el diseño y aplicación de políticas que promuevan la transición de los países hacia economías verdes.

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