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Sequía en Coahuila: sin alimento se mueren las cabras

Productores de leche de cabra del municipio de Viesca, Coahuila, padecen los efectos de la prolongada sequía que impidió el desarrollo de forrajes para alimentar a sus animales y pone en entredicho el futuro de su actividad.

Margarita Zapata Ramírez, productora del ejido El Esfuerzo, relata que de finales de diciembre a la fecha se le han muerto alrededor de 35 cabras por que no tienen que darles de comer, ya que aunque tenemos dinero para comprar el alimento, el problema es que no hay quien nos venda.

Otros 150 productores –afiliadas a la Asociación de Caprinocultores de Laguna Seca–, enfrentan una situación similar de mortandad de sus animales por la escasez de alimento.

Margarita Zapata narra que algunos de ellos están vendiendo sus animales antes de que estos se les mueran, pero por su deteriorado estado físico no les quieren paga ni 200 pesos por cabra. “Llegan los coyotes a los corrales y te dicen: te doy 150 pesos por cabra y si no, entonces que se te muera”.

Es un precio sumamente bajo, ya que el costo nominal de una cabra es de entre mil y mil 500 pesos. Un claro ejemplo de la situación que viven los caprinocultores de la región, comenta, fue el trato que cerró un compañero, le compraron una cabra por 200 pesos y un kilo de mangos.

Margarita señala que para evitar más muertes de sus animales han adoptado distintas estrategias, una de ellas fue acudir a las granjas avícolas a recolectar “pollinaza,” excremento de las aves mezclado con maíz quebrado, pero es un producto muy tóxico que también causa problemas en la salud de los animales. No hallamos que hacer, lamenta.

Asegura que todos los anuncios de apoyos contra la sequía contrastan con las trabas y restricciones que les ponen los funcionarios, quienes les piden que acudan a la ciudad de México con los animales muertos. ¿Cómo quieren que los llevemos y con que dinero nos trasladamos desde Coahuila hasta el Distrito federal? Se pregunta.

En nuestros corrales tenemos cestos llenos de orejas de cabras. Se las cortamos cuando se nos mueren y las guardamos para presentarlas como evidencia ante las autoridades y acceder a las indemnizaciones que contemplan los seguros que opera el Progan, de Sagarpa.

Sin embargo, este escenario de sequía prolongada y la indiferencia de la empresa Coronado, “el gigante de este mercado en Coahuila,” tienen en riesgo la actividad de muchos productores.

Acopiadores de dicha compañía, que diariamente acuden a los distintos corrales de la región, pagan el litro del lácteo a 4.20 pesos a los productores, sin importarles que ésta situación de precariedad propicia que los costos de producción se incrementen, no quieren pagar ni siquiera 10 centavos más por litro, expresa.

Margarita Zapata es una de las seis socias que operan la empresa productora de cajeta y quesos de leche de cabra San Fernando, misma que se puso en marcha en 2008 con recursos del Fondo Nacional de Apoyos para las Empresas en Solidaridad (Fonaes).

Comenta que esos recursos le cambiaron la vida a todas las socias y a sus familias, puesto que con la venta de la leche solo obtenían un ingreso de 3.20 pesos por litro y una vez que la pueden transformar en cajeta y quesos, las utilidades se incrementaron en 80 por ciento. Pero ahora enfrentan un difícil escenario.

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