En 2012 se dejarán de sembrar alrededor dos millones de hectáreas de cultivos de granos básicos en las regiones del altiplano y noroeste del país, a consecuencia de la escasez de agua y la falta de recursos económicos para la adquisición de insumos para la siembra, aseguraron organizaciones campesinas.
Federico Ovalle Vaquera, dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), destacó que los “raquíticos apoyos” entregados por el pago de seguros catastróficos y transferencias directas de 900 pesos por hectárea no les permitirá sembrar en el ciclo primavera-verano a los agricultores que perdieron la totalidad de sus cosechas a causa de las heladas, las inundaciones o la sequía, puesto que necesitan una inversión de alrededor de 5 mil pesos por hectárea.
Indicó que es necesaria la revocación del veto impuesto por el Presidente Felipe Calderón al Fondo de atención al campo por contingencias climatológicas de 10 mil millones de pesos que la Cámara de Diputados autorizó el 15 de diciembre de 2011.
El también diputado federal, Ovalle Vaquera, explicó que los recursos de dicho Fondo se obtendrían de los subejercicios del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del año anterior, junto con los excedentes obtenidos por las ventas de petróleo.
Max Correa Cervantes, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC), hizo un llamado al titular del Ejecutivo para que convoque a un diálogo en el que se establezcan claramente los rubros en los que se gastarían los 10 mil millones de pesos que contempla el fondo que vetó.
Si no se replantean las políticas de Estado y el modelo de desarrollo económico, dijo, no sólo tendremos sequía climática en el campo, sino también sequía económica, porque las principales actividades productivas de las ciudades de mediana y pequeña escala del país son agropecuarias, y sin producción, las familias rurales no tendrán ingresos para comprar alimentos, mismos que registraron incrementos constantes desde 2009.
En algunas entidades del sureste de México ya se vende en 18 pesos el kilo de tortilla y a más de 25 pesos el de frijol. Sin incentivos ni apoyos para la producción agropecuaria la escasez de alimentos se intensificará y los precios subirán aún más.
El dirigente de la CIOAC señaló que si el pasado mes de febrero cuando se suscitaron las heladas que estropearon las cosechas de Sinaloa, se autorizó una partida de 6 mil millones de pesos para la resiembra y rescate de los agroindustriales, que haga lo mismo con los demás productores afectados por la sequía, heladas e inundaciones.
