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ENTREVISTA EXCLUSIVA Tres millones de unidades económicas rurales en México son pobres: FAO

De las 5.4 millones de unidades económicas rurales que hay en México, 3 millones son pobres, señala en entrevista exclusiva con Imagen Agropecuaria, Nuria Urquía Fernández, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en este país.

Expresa que la heterogeineidad entre los productores del campo mexicano es tal, que sólo medio millón de unidades productivas tienen orientación empresarial, están consolidadas en el ámbito comercial y son exportadoras.

Al adelantar los resultados de un estudio realizado por la FAO –que está por publicarse–, la representante del organismo mundial, detalla que se dividió en seis estratos a los productores mexicanos, conforme sus relación con el mercado, donde primero se encuentran un millón de unidades económicas rurales –donde se están entre 5 y 7 millones de personas–, que no comercializan sus productos, son de autoconsumo.

Un segundo estrato lo representan 2 millones de unidades económicas rurales –integrada por entre 10 y 12 millones de personas–, que tienen una vinculación muy débil con el mercado, con ventas muy bajas.

Estos dos primeros estratos –subraya Nuria Urquía– tienen condiciones de pobreza altas de acuerdo a los parámetros que establece el CONEVAL.

En los estratos 3 y 4 están unidades productivas que tienen venta al mercado –unos dos millones–, lo cual les permite subsistir fundamentalmente de la agricultura y están por encima del nivel de pobreza; no obstante, todavía tienen vinculaciones débiles, están en una situación de escasa innovación tecnológica y observan poco desarrollo de capacidades. Son muy vulnerables con respecto a los efectos que produce el cambio climático, la vinculación al mercado, porque todavía existe un alta concentración que les impide el acceso a los mercados.

Los estratos 5 y 6 suman medio millón de unidades de producción económicas rurales, de los cuales al primero corresponden 450 mil y al último 27 mil, que constituyen el menor número de productores, pero es el sector mejor desarrollado desde el punto de vista empresarial , muy sólido y representa el grueso de exportaciones mexicanas, cuyas ventas promedio son de alrededor de 7 millones de pesos al año.

Quienes conforman el estrato 5 también tienen una producción muy sólida, con ingresos de entre 3 y 4 millones de pesos al año, pero aún tienen un nivel de formación muy débil, todavía no exportan tanto como los del estrato 6. Por lo que este grupo es el que necesita más apoyos para la exportación, más formación empresarial, mayor vinculación al mercado, expone Nuria Urquía.

Focalizar apoyos

Los subsidios que reciben los estratos 1 y 2 representan 35 y 17 por ciento de sus ingresos, respectivamente, sin embargo en cantidades absolutas para el primero representa apenas 6 mil pesos al año. En contraste, los ingresos por apoyos que observa el estrato 6 es del 2 por ciento, pero esto representa 150 mil pesos al año, además de sus ventas de 7 millones de pesos por año, “tienen subsidios altísimos”, expresa Urquía Fernández.

La representante de la FAO en México considera que todos los sectores necesitan apoyos, pero éstos tienen que ser totalmente distintos y focalizados, adecuados a las necesidades de cada estrato. No podemos hablar de una política agrícola uniforme, sobre todo en ciertos estados, en donde hay una coexistencia y dominancia de población rural pobre y de subsistencia. Tiene que haber políticas agrícolas especiales, que atiendan de forma específica las necesidades de cada estrato.

“Esto es muy importante porque muchas veces los subsidios y los programas de ayuda no están focalizados. Hay algunos que sí, pero hay muchos que son uniformes”.

Hay que entender que el sector agro mexicano tiene una conformación totalmente diferente y necesidades muy distintas. Sólo 2.5 millones de unidades de producción son los que tienen mejores rendimientos de producción, que están muy vinculados al desarrollo de estos estratos.

El rendimiento nacional promedio en granos, por ejemplo, está en torno a 3.5 toneladas por hectárea, en los dos primeros estratos superan apenas 0. 6 o 0.7 toneladas por hectárea. Sólo a partir del tercer estrato podemos ver rendimientos mayores y hasta alcanzar 15 toneladas por hectárea en el estrato seis. Es muy heterogéneo y hay un enorme margen de mejora en cuanto a rendimientos, remarca la embajadora del organismo internacional.

México requiere una revolución tecnologica en el campo

La población que está en pobreza, por otro lado, necesita de empleo y de ingresos no sólo del sector agrícola, el desarrollo no agrícola también es un elemento muy importante y se tiene que pensar en políticas de desarrollo laboral, de empleo, para complementar los ingresos de los de autoconsumo. Eso es algo que hay que analizar con más detalle, para identificar si se están otorgando el tipo de ayudas que se necesitan, reflexiona Urquía.

Es cierto –matiza– las ayudas se necesitan en todos los sectores, porque hay una necesidad de innovación muy fuerte. Si queremos presentar un frente de batalla al cambio climático, tiene que haber un cambio de modelo productivo y propiciar una revolución tecnológica en la forma de producir.

Para esto –remarca la representante de la FAO en México– es imprescindible el acompañamiento del Estado, que éste vaya definiendo las políticas necesarias para que se produzca ese cambio de modelo productivo, en cuanto a formas de cultivar más sostenibles, que tome más en cuenta la situación vulnerable en la que se encuentran muchos productores, en la utilización de semillas; y no pensar tanto en cultivos industriales, porque muchas veces se busca incrementar la productividad por está vía cuando las semillas locales están mejores adaptadas que las externas. Tenemos que enfocarnos en la producción local, que abastezcan mercados locales, en zonas vulnerables.

En el caso de las grandes producciones –añade Urquía Fernández– tenemos que hablar de apoyo más específicos, como la tecnificación del riego, para que no se utilice el agua como si fuese un bien infinito, cuando de lo que tenemos que hablar es de bienes públicos y no de recursos naturales infinitos e inagotables y gratuitos, que es esa un poco la mentalidad que priva en estos momentos.

Lo que es muy importante es que la política de apoyos al sector agro debe estar muy orientada a objetivos y necesidades. Por un lado está el acompañamiento y la asistencia técnica a corto plazo para solucionar los problemas de hoy, como la sequía que se vive en México; y por otro lado, diferenciar entre gasto e inversión, esto último tiene que ver con la necesidad de querer modificar un modelo de producción agrícola, esto tiene que ver con tecnología, innovación adaptada a cada tipo de productor.

Tenemos también que hablar de acompañamiento para mejorar la eficiencia empresarial, es decir, capacitar a los productores con financiamiento y créditos, gestión de recursos y saber cuando una producción es rentable. Enseñarles a hacer un plan de negocios, porque no existe ese tipo de capacitación y muchos productores de los estratos medios 3 y 4 no se informan, no se capacitan en producción y en cómo mejorar su acceso a mercados y que estrategias necesitan para entrar a éstos, analiza Nuria Urquía.

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