Van empresas por permisos comerciales para sembrar un millón de has de maíz transgénico; “la batalla no está perdida”
Monsanto presentó dos solicitudes para siembra comercial –última fase para su liberación– de maíz transgénico en Sinaloa, de 700 mil hectáreas (has) cada una, y aunque el gobierno federal saliente señaló que ésta decisión recaerá en la próxima administración, el directivo de la empresa, José Manuel Madero, expresó a Imagen Agropecuaria que “todavía no es una batalla pérdida”, y confió en que aún se otorguen los permisos para el ciclo otoño-invierno, en los estados de Sinaloa y Tamaulipas.
De acuerdo con el último reporte del Servicio nacional de sanidad, inocuidad y calidad agroalimentaria (Senasica), dependiente de la Sagarpa, Monsanto solicitó dos permisos para siembra de maíz transgénico en Sinaloa, cada uno de 700 mil has, para los municipios de Ahome, Angostura, Culiacán, El Fuerte, Elota, Guasave, Mocorito, Navolato, Salvador Alvarado y Sinaloa de Leyva.
La empresa PHI México, por su parte, presentó tres solicitudes, de 351 mil 284 has cada una, para el estado de Tamaulipas, para los municipios de Camargo, Gustavo Díaz Ordaz, Matamoros, Miguel Alemán, Reynosa, Río Bravo, y Valle Hermoso.
Las semillas contempladas en las solicitudes señaladas son resistentes a insectos lepidópteros, al gusano de raíz y tolerante a aplicaciones de herbicida glifosato.
En entrevista exclusiva para Imagen Agropecuaria, José Manuel Madero Garza, presidente y director general para Latinoamérica Norte de Monsanto, al referirse a que los permisos para siembra comercial de maíz transgénico no saldrán en la presente administración, expresó: “Para mi todavía no es una batalla perdida, todavía hay una oportunidad de que se logren los permisos comerciales para el otoño-invierno, en Sinaloa y Tamaulipas”.
Al recordarle que el titular de la Sagarpa, Francisco Mayorga, declaró hace unos días que los tiempos ya no dan para sembrar maíz transgénico en el ciclo que está por iniciar, Madero Garza, apuntó que “los tiempos dan para que la presente administración pueda aprobar los permisos y estar sembrando en otoño-invierno, todavía vemos que los tiempos se pueden dar”.
El “foco actual” –detalló– es de aproximadamente un millón de has, estamos hablando de regular el norte del país, Sinaloa, Tamaulipas, Chihuahua, la Laguna y Sonora.
La industria ha gestionado varios permisos, la petición concreta ahora es que se éstos se autoricen para todo el polígono de Sinaloa, aproximadamente en 700 mil hectáreas. Agregó que en el caso de Tamaulipas otra compañía hizo una solicitud para más de 300 mil has.
Explicó que este proceso lleva tiempo, porque el agricultor tiene que probar y adoptar la tecnología y, al final del día tomará la decisión si siembra convencional o semilla biotecnológica.
José Manuel Madero anotó que desde un inicio se presentó una propuesta de “ruta critica” para poder obtener los permisos comerciales antes de que concluyera la actual administración, que ha hecho un “trabajo espectacular” en cuanto a permisos experimentales y piloto, por lo que sería una pena que después de tantos esfuerzos y a sólo un mes de terminar su administración, no se otorguen los permisos comerciales, recalcó.
Argumentó que México lleva un retraso de 16 años en materia de biotecnología agrícola y “ya no podemos seguir retrasando la oportunidad para que el agricultor decida que paquete tecnológico quiere sembrar. Hay una expectativa de todos los agricultores y asociaciones del norte del país para que haga una aprobación comercial. Necesitamos pensar en tecnificar el campo y usarlo como motor de crecimiento para el sector rural y para el país”.
Hizo énfasis en que Monsanto siempre ha sido respetuoso a la decisión de la autoridad, “pero entendiendo que México ya no tiene tiempo que perder”, la petición a ésta es que establezca un marco regulatorio “previsible, estable, transparente, no discrecional y que le den al productor de sembrar la tecnología que necesite”.
Al preguntarle sobre la necesidad de México de un maíz resistente a sequía, el directivo de Monsanto manifestó que la biotecnología que se espera liberar comercialmente en los próximos 30 días, de alguna manera ya lo es, dado que la biotecnología en sí hace que la planta sea más sana, al propiciar un sistema radicular más robusto, lo cual permite una mayor absorción de agua y nutrientes.
En específico el gen contra sequia que se lanzó en Estados Unidos hace unos meses, estaría disponible en el caso de México, de aprobarse la biotecnología en maíz y considerando los tiempos biológicos de incorporación, para los años 2015 o 2016.
Consideró que en caso de no otorgarse los permisos comerciales para siembra de maíz transgénico en lo que queda de la administración, “no sería en lo absoluto un sexenio perdido”; al contrario, se hizo mucho, de ahí la importancia que salgan antes de que concluya el presente gobierno; si no se aprueban, estaremos gestionando con las nuevas autoridades.
Monsanto –remarcó– es una empresa que invierte en México en el largo plazo y que independientemente si se aprueban o no los permisos en cuestión, seguirá apostando a este país, ya que su interés es servir a los agricultores y creemos que la biotecnología es una herramienta primordial y necesaria para ellos.
Sobre los experimentos del Dr. Seralini y su equipo en Francia, que encontraron severos daños a la salud de ratas alimentadas con transgénicos, Madero se limitó a decir que el gobierno francés, autoridades en Europa y Estados Unidos, descalificaron totalmente el estudio, que no tiene sustento técnico-científico.
