Aumentar producción de cerdo mexicano en 50% llevará una década
En las condiciones actuales en que se desarrolla la porcicultura mexicana, aumentar la producción de cerdo en 50%, como proyecta la Sagarpa, representaría inversiones superiores a 10 mil millones de pesos y se llevaría, por lo menos, una década, calculó el experto en porcicultura Francisco Javier González Padilla.
Para lograr el crecimiento mínimo que proyecta la dependencia del 40 por ciento, la inversión tan sólo en granjas es de 8 mil millones de pesos, y si se suma el costo de las marranas y el alimento se eleva 30 por ciento, es decir, unos 3 mil millones adicionales.
Por otro lado, añadió, no hay quien surta ese número de hembras, porque abastecer un remplazo de unas 50 mil marranas al año es difícil, y abastecer 440 mil marranas tardarían diez años.
Al abundar en la meta de la Sagarpa de aumentar la producción entre 40 y 50 por ciento, comentó que habría que tener información de cómo piensa hacerlo, porque “de entrada parece imposible con las condiciones que se tienen hoy”.
Las empresas grandes, antes de ser absorbidas por Smithfield, contaban con 300 mil vientres y tardaron no menos de 15 años años en llegar a este número de unidades. Por ejemplo, Granjas Carroll, establecida en los noventa en México, tiene 62 mil vientres; Gena, con menos años de existencia, alrededor de 65 mil vientres, expuso.
El médico veterinario zootecnista y experto por más de 40 años en porcicultura mexicana puntualizó que construir una unidad vientre con toda la tecnología cuesta 2 mil 700 dólares, alrededor de 30 mil pesos. “No creo que el país tenga suficiente dinero para invertir en ello”.
Por ello, para impulsar la meta de incrementar la producción porcina –afirmó– tiene que participar el sector privado, y no hay capital privado que pueda hacer una inversión de esa magnitud.
Al referirse a la apertura del mercado chino a la carne de cerdo mexicana anunciada en forma reciente, el investigador refirió que actualmente se exporta entre 50 y 60 mil toneladas de cerdo hacia China y otros mercados, en contraste con otras opiniones, considera que no habrá desabasto en nuestro país, dado que “México produce entre 50 y 60 por ciento del consumo acional y puede tener crecimiento en la producción, pero eso tardaría alrededor de un año. No considero que tengamos desabasto, porque las importaciones de carne de cerdo por las empacadoras seguirá conforme se muevan los precios internacionales”.
El experto anotó que se requiere trabajar más en la Cuenca del Pacífico, otros países asiáticos como China, abrir mercados en Europa, incluida Rusia.
Buenas perspectivas para porcicultor nacional
En este escenario complejo, la porcicultura mexicana sí tiene posibilidades de crecer, aseguró González Padilla, quien remarcó: “si se abren mercados de exportación y los porcicultores son más competitivos, tenemos buenas oportunidades para movernos a los mercados de Asia o a la Cuenca del Pacífico, y posiblemente hasta Europa”.
Al porcicultor les va a ir muy bien, afirmó, porque habrá menor oferta de carne procedente de los Estados Unidos para México, porque la pierna de cerdo producida en Smithfield ahora se enviará hacia China y eso será una oportunidad para el porcicultor mexicano, porque al haber menos importaciones de cerdo estadounidense las empacadoras comprarán carne nacional.
Las zonas del país en las que puede crecer la producción de cerdo son: Centro(Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Aguascalientes, Morelos ); Occidente (Jalisco, Michoacán); Oriente (Puebla, Tlaxcala, Veracruz); Noroeste (Sinaloa y Sonora); y Sureste (Chiapas, Yucatán).
Para hacer crecer la producción de cerdo como se está planteando, no se tiene que hacer una reingeniería tan profunda porque ya existen los medios, pero sí se tiene que replantear el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en el sector pecuario, “porque no podemos estar sujetos a políticas en todo lo que tiene que ver con la alimentación; no hay producto más caro que el que no se produce, porque se depende del vaivén de las empresas extranjeras”, anotó Francisco Javier González.
El gobierno –sugirió– debería empezar a medir las importaciones e irlas sustituyendo con la producción nacional. Los porcicultores pueden ir creciendo, pero deben contar con apoyos financieros y en inversiones en bioseguridad.
*Las letras en negritas corresponden a precisiones realizadas por el entrevistado, a quien agradecemos sus obervaciones.
