Interés de Monsanto en abastecer mercado de maíz blanco transgénico
“Si fuera sólo el amarillo, no estaríamos invirtiendo”.
El interés de la trasnacional Monsanto en México no sólo es concentrar su negocio en proveer semilla para el cultivo de maíz amarillo Genéticamente Modificado (GM), sino en abastecer maíz blanco GM –que tradicionalmente en este país se usa para consumo humano– si así lo demandan los agricultores, según se desprende de declaraciones de directivos de la propia trasnacional e investigador en el tema.
Para tener la dimensión de lo que esto significa, recordemos que México cultiva 8 millones de hectáreas de maíz, de las cuales sólo 25 por ciento corresponde a materiales híbridos, es decir, sólo dos millones de has, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Semilleros (Amsac). El cultivo de maíz amarillo representa apenas 5 por ciento de la superficie cultivada con este grano.
Al ser cuestionado sobre si en México estaría disponible también maíz blanco si eventualmente se autorizan los permisos comerciales para los maíces GM, el director de Desarrollo de tecnologías y asuntos regulatorios Latinoamérica norte de Monsanto, Eduardo Pérez Pico, respondió: “las investigaciones se están realizando para eventualmente disponer al mercado lo que los productores demanden”.
Esta tecnología –remarcó– se puede aplicar a cualquier tipo de maíz, lo hemos hecho en maíz amarillo o blanco, atendemos las necesidades de los agricultores, quienes deciden qué híbridos van a sembrar.
En entrevista durante el Foro Global Agroalimentario, Cambios y desafíos en la producción de alimentos, realizado en Mazatlán, Sinaloa –entidad que siembran en promedio 500 mil has de maíz blanco–, remarcó que el cultivo de maíz es muy importante para México y estamos haciendo las investigaciones adecuadas para introducirlo.
A mediados de año, Timothy Wise, director de investigación de políticas en el Instituto de Desarrollo Global y Ambiental en la Universidad Tufts, publicó un artículo donde cita declaraciones de funcionarios de Monsanto sobre sus expectativas de siembra de maíz en México y la respuesta, que el investigador calificó de “sorprendentemente clara”, fue la siguiente:
“Para que la penetración de los cultivos biotecnológicos sea exitosa, tendrá que sembrarse tanto maíz blanco como amarillo GM,” dijo Jaime Mijares Noriega, director de Asuntos Corporativos de Latinoamérica de la trasnacional. Y remató: “Si fuera sólo el amarillo, no estaríamos invirtiendo.”
La inversión anual de Monsanto en México es de 10 millones de dólares en diversas áreas de la compañía, como mejoramiento genético de plantas, cultivos, todos los años sacamos al mercado nuevos híbridos para los productores mejorando prácticas agronómicas, seguimos y seguiremos invirtiendo, afirmó Pérez Pico.
En el ámbito mundial –añadió– la inversión de la compañía es de 3 a 4 millones de dólares diarios, es decir, alrededor del 10 por ciento de sus ventas globales por año.
Respecto al avance de permisos para la siembra comercial de maíz transgénico en México, que está sujeto a procesos legales, el directivo de Monsanto apuntó que en el escenario de alegatos existe toda una serie de procedimientos en el poder judicial, pero seguimos avanzando en las áreas de investigación para el lanzamiento de nuevos productos y en maíz seguimos atentos al proceso de regulación, hasta que se pueda autorizar y avanzar.
Agregó que cada nación tiene sus procesos legales y hemos cumplido etapa por etapa, aunque reconoció que en nuestro país esto ha tomado más tiempo que en otros países, pero subrayó que la empresa está siguiendo lo que marca la normatividad mexicana.
El directivo de Monsanto comentó que sólo dos 2 millones de has sembradas con maíz son híbridos y existen productores con muy alta productividad y otros aún con muchas necesidades tecnológicas. Abundó en que existen países que van muy avanzados en la adopción de nuevas tecnologías, que son grandes productores de granos, como Argentina, Brasil o los Estados Unidos.
Entre las tecnologías que Monsanto ha desarrollado en el mundo, puntualiza Pérez Pico, está maíz tolerante a sequías, el cual ya fue sembrado en otros países y en México aun no se inician las investigaciones para este desarrollo, aunque si para nuevos híbridos con mayor potencial de rendimiento, que se adaptan mejor a las condiciones del país y, en el caso de agricultura más tecnificada, resistencia a plagas o herbicidas.
Timothy Wise reflexiona en su artículo respecto a si la meta de Monsanto es sólo abrir los mercados de maíz amarillo en México para los transgénicos, esto no tiene sentido, porque como proveedor de semillas ya tiene al mercado mexicano de maíz amarillo; 90 por ciento del maíz estadounidense está en las semillas GM, la fuente de las importaciones de maíz amarillo a territorio mexicano.
Alude a que el mercado de semillas de Monsanto no se hará más grande si algunas de las semillas de grano amarillo son plantadas en México. Por eso el maíz blanco, resulta de interés de esta trasnacional.
