Reducirá Sinaloa siembra de maíz blanco
Darán apoyo para reconvertir el cultivo por 50 mil de maíz amarillo, 80 mil de sorgo y 70 mil de trigo.
Mazatlán, Sinaloa.- En Sinaloa los agricultores y los gobiernos federal y estatal han determinado reconvertir el cultivo de maíz blanco, con el cual se produce el principal alimento de los mexicanos, la tortilla, por maíz amarillo u otros cultivos, lo cual para el sector industrial significa “darse un tiro en el pie”, dado que los precios de ambos maíces se han derrumbado en 40 por ciento en un año. Para los productores es una forma de hacer frente al escenario de bajos precios.
El secretario de Agricultura de Sinaloa, Juan Guerra Ochoa, precisó que para el ciclo otoño-invierno se programó la reconversión de maíz blanco en el estado por 50 mil hectáreas de maíz amarillo, 80 mil de sorgo y 70 mil de trigo.
Para inducir la siembra de estos cultivos, la Sagarpa –detalló– aportará 350 pesos por tonelada de maíz amarillo y trigo lleva mil pesos por el mismo volumen, “los apoyos están firmes”, porque si hay mucho maíz blanco el comprador buscará pagarlo muy barato o “regalado”.
Al ser entrevistado en el marco del Foro Global Agroalimentario, Cambios y desafíos en la producción de alimentos, explicó que con la reconversión la expectativa de producción de Sinaloa para maíz blanco es de entre 3 y 3.5 millones de toneladas, “si se producen 4 millones de toneladas no habrá precio, que hoy es de alrededor de 2 mil 200, más el apoyo de mil pesos por tonelada que esta recibiendo el agricultor.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Maíz (CNIM), José Alfonso Cebreros, informó que el programa de siembra aprobado para el ciclo otoño-invierno en Sinaloa, contempla sembrar sólo 310 mil hectáreas de maíz blanco y no las 470 mil que cultiva tradicionalmente en la entidad, conocida como el “granero de México”.
Bajar la producción de maíz blanco –consideró– para introducir maíz amarillo, sorgo o cártamo es muy importante, pero de esta manera “Sinaloa sólo producirá un producto que tiene excedentes en todo el mundo”, por lo que “los agricultores solos se pegan un tiro en el pie”.
Ante el actual escenario de precios bajos que tiene el mercado de maíz, el presidente de la CNIM destacó que Maseca, Minsa y Cargill bajaron los precios de la harina de maíz en promedio mil 500 pesos en el último año, ya que todos contribuimos con la política de mantener un precio accesible.
El también director de Maseca, empresa líder en la producción de harina para tortilla, expuso que los industriales trabajarán con el productor, porque nos interesa que sigan adelante, ya que somos el principal comprador de maíz blanco del país.
Por su parte, el director general de Minsa, José Cacho Ribeiro, señaló que de acuerdo con indicadores del FIRA se calcula que para otoño-invierno en Sinaloa, el productor con los precios de futuro que hoy se proyectan no alcanzaría ni siquiera a cubrir su costo de producción. Este es el verdadero problema, que es económico, social y de rentabilidad y hay que atenderlo.
Ante la caída de los precios de maíz, expuso, la industria de harina de maíz también baja este insumo, ya que abastece la mitad del mercado de tortilla y el resto es por el sector nixtamalero, con el cual tenemos que competir, por lo cual no nos beneficiamos esta caída.
“Hemos visto en los dos últimos años es que conforme ha ido cayendo el precio del maíz, el precio de la harina ha caído en la misma proporción, no hay un beneficio para nadie”.
Baja maíz, pero no tortilla
En teoría, expuso Cacho Ribeiro, el beneficiado debería ser el consumidor final, pero la realidad es que los precios de la tortilla tampoco bajan, pero esto no depende de la industria de maíz, sino de las tortillerías, que suman más de 60 mil y son pequeños negocios familiares que enfrentan incrementos de costos, como gas o electricidad.
La industria ajusta el precio de la harina y esto no pone en riesgo su rentabilidad, pero quien sufrirá en los próximos meses, si no se hace algo con el ingreso objetivo, será el agricultor. “El agricultor ante una caída de precios internacional no puede hacer nada, porque si los costos e sus insumos no se reducen proporcionalmente tiene un problema de rentabilidad que hay que atender de inmediato”.
Alfonso Cebreros manifestó que el precio de la tortilla se ha mantenido estable, aunque el consumo de este alimento disminuyó 20 kilos per cápita y si antes era de 100 o 110 kilos per cápita, ahora bajó a 80 u 85 en promedio.
Cacho insistió en que los precios bajos generan un severo problema para la rentabilidad del agricultor, el cual es el problema de fondo y se tiene que atender con una visión de cadena.
Hay que pensar –recalcó– cómo se va manejar el ingreso objetivo para que el agricultor tenga la seguridad de tener un ingreso mínimo que le permita tener un cierto margen de rentabilidad, para que no tenga una perdida directa de flujo, porque eso nos genera un serio problema en todo el sector.
La medida coyuntural de reducir la superficie de maíz parece adecuada, aunque para el mediano y largo plazos puede generar problemas de mercado, si se toma en cuenta la volatilidad de los precios, que las heladas afectan con frecuencia la siembra de cultivos en Sinaloa y que el maíz blanco sólo se produce en unos cuantos países.
