En México existen más de 22 mil especies vegetales diferentes, de las cuales 985 están en algún nivel de riesgo de desaparición, señaló Javier Caballero Nieto, jefe del Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Por esa razón, el Instituto de Biología de esta casa de estudios conserva y resguarda entre sus colecciones a 300 de ellas.
“Pensando en eso, y aprovechando la experiencia que han desarrollado nuestros académicos para el cultivo de este tipo de plantas, fue que decidimos establecer el Centro de Adopción de Plantas Mexicanas en Peligro de Extinción”, comentó el doctor Caballero Nieto en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
El público en general puede acudir al lugar y adquirir, por un precio módico que cubre recuperación de gastos, un ejemplar sembrado o reproducido in vitro, con su certificado de nacimiento, datos generales, así como asesoramiento vía correo electrónico, y un folleto para conocer los cuidados y detalles requeridos por cada especie para su desarrollo.
Según el investigador en etnobotánica y aprovechamiento sustentable de los recursos vegetales, además de evitar la desaparición de tales ejemplares vegetales, esta tarea busca crear una red ciudadana que propicie su preservación. “Queremos generar conciencia y que involucre también un compromiso del público con la conservación”, abundó.
Es importante mencionar que desde su creación y hasta la fecha, el Programa de Adopción de Plantas en Peligro de Extinción ha otorgado 9 mil especímenes a un total de 7 mil “padres”. Tal ha sido el éxito de esta iniciativa de rescate que en breve comenzarán trabajos de ampliación de los viveros que concentran tanto las plantas madres como sus retoños.
En los invernaderos de este recinto, enclavado en el área natural protegida del sur de la Ciudad de México, trabaja en esta iniciativa un equipo de alrededor de 40 personas, entre investigadores, estudiantes y voluntarios.
El doctor Caballero Nieto, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel II, explicó que cada planta que allí se encuentra fue recolectada con sumo cuidado y siguiendo los protocolos pertinentes; o ha sido donada, o entregada por las autoridades que la decomisaron.
Todo esto, detalló, para generar una colección de plantas madre cuyas flores se polinizan, reproducen y sus semillas son trasplantadas para luego de cuatro años de crecimiento en promedio, ponerlas a la venta.
“El jardín botánico se concentra en especies endémicas, es decir, que solamente se encuentran en México”, dijo el doctor y agregó que la lista de especies en peligro de extinción en nuestro país se concentra en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059.
Al ser un proyecto multidisciplinario intervienen diversos especialistas, desde quienes se dedican a buscar el perfeccionamiento de los métodos de cultivo y trasplante hasta expertos en germoplasma, cuya información es recabada y conservada para su estudio y archivo.
“Queremos que el público sepa que estamos haciendo algo para evitar la extinción de plantas mexicanas.
Ahora, lo que hay que hacer es aprender a cultivarlas, a propagarlas; de tal manera que podamos reducir el impacto de su extracción ilegal en su medio natural; porque ocurre que muchas de ellas tienen un valor comercial para gente amante de la jardinería, coleccionistas y viveristas, pero su valor como seres vivientes es invaluable”, manifestó el doctor Caballero Nieto.
Pero el esfuerzo del investigador no se queda ahí, pues sus trabajos salen del Jardín Botánico y llegan a comunidades del interior de México, en donde existen plantas endémicas. “Capacitamos a la gente luego de una etapa de sensibilización respecto al problema de extracción ilegal de plantas en peligro de extinción, para que aprendan a reproducirlas y en poco tiempo la conviertan en una actividad autosustentable”, finalizó.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt
