Científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrollaron 10 variedades de frijol de alto rendimiento resistentes a patógenos y tolerantes a la sequía.
Las variedades desarrolladas fueron Pinto Coloso, Negro Comapa, Flor de Mayo Eugenia, Flor de Junio Dalia, Azufrasin, Rarámuri, San Rafael, Sangre Maya, Granada (este se realizó para exportarlo a América Central y a los salvadoreños que viven en Estados Unidos), y finalmente Frailescano, para el estado de Chiapas.
Las características generales más sobresalientes de estas variedades son: grano de la calidad demandada por los consumidores, resistencia múltiple a enfermedades fungosas (por hongos) como antracnosis, mancha angular, roya, enfermedades virales, bacteriosis u otras; alta calidad comercial, además de una amplia adaptación a los temporales deficientes de la región del Altiplano Semiárido, así como a los suelos ácidos en algunos casos, comentó el investigador Jorge Alberto Acosta Gallegos, doctor en Fitomejoramiento del INIFAP.
Cabe mencionar que el desarrollo de las variedades fue posible mediante la convocatoria 2009 del Fondo Sectorial de investigación en materia agrícola y agrobiotecnología, entre la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El ingeniero agrónomo explicó que las 10 variedades de frijol ya cuentan con el registro ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), lo cual permite su multiplicación y comercialización con etiquetas oficiales. Calculó que se estarán comercializando en uno o dos años más, porque el proyecto de la creación de estas variedades como tal concluyó en octubre de 2013 y en este momento se encuentran en la etapa de multiplicación de las semillas.
“Ya se les están vendiendo semillas de alta categoría a los gobiernos de Guanajuato, Durango, Sinaloa, Aguascalientes y Zacatecas para que los productores las tengan pronto. No obstante, los productores no tienen la cultura de comprar nuevas variedades, prefieren reutilizar las semillas ya existentes porque la semilla de alto registro es más cara que la certificada y los agricultores no siempre las quieren comprar”, agregó.
Otro registro que tienen estos tipos de frijol es el de protección de derechos de obtentor, el cual es relativamente novedoso y está dirigido a quienes obtengan nuevas variedades vegetales mejoradas, apuntó el especialista.
Acosta Gallegos desarrolló cinco de las 10 variedades de frijol y otros investigadores que participaron en el proyecto fueron el doctor Rigoberto Rosales Serna, de Durango; los maestros Ernesto López Salinas, de Veracruz, y Rafael Salinas Pérez, de Sinaloa; así como el doctor Bernardo Villar Sánchez, de Chiapas.
De acuerdo con la Sagarpa, más del 70% de la producción nacional de frijol se concentra en Zacatecas, Sinaloa, Durango, Chiapas, Guanajuato, Nayarit, Chihuahua y San Luis Potosí y en todo el país se producen más de 1 millón 200 mil toneladas.
Importancia de consumir frijol diariamente
El doctor Jorge Alberto Acosta Gallegos y la doctora Rosalía Reynoso Camacho, profesora e investigadora de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), coinciden en expresar que desafortunadamente los mexicanos han dejado de comer frijol.
“La dieta básica y tradicional mexicana se compone básicamente de tortillas, frijoles, nopales, chile y demás alimentos con alto valor nutritivo que además son recomendables para la prevención de enfermedades crónico degenerativas, de ahí que deban formar parte habitual de nuestro consumo”, mencionó la doctora Reynoso Camacho.
Ambos investigadores señalaron que valdría la pena retomar la cultura de la cocina tradicional, porque si bien para algunas personas –sobre todo quienes tienen colon irritable– la fermentación del frijol en el organismo les provoca inflamación intestinal, para el resto de la población es recomendable incorporar a la dieta diaria un plato sopero de frijol sin freír, porque además de que es un alimento relativamente barato, es muy saludable debido a su alto contenido de proteínas, minerales y vitaminas.
Adicionalmente, gracias a sus complejos carbohidratos (los cuales se desintegran más lentamente durante el proceso de la digestión), la energía que aportan a quienes lo consumen dura más horas en el organismo que la de otros productos, indicó el doctor Acosta Gallegos.
Su fibra, almidón, compuestos fenólicos y otros constituyentes bioactivos como su bajo índice glucémico, el cual no eleva los niveles de glucosa, hacen que el frijol disminuya los niveles de azúcar en la sangre y la respuesta a la insulina, comentó la investigadora de la UAQ.
Por otra parte, mencionó que en general se piensa que el frijol negro tiene mayores beneficios a la salud que otras variedades. Sin embargo, resultados de algunos estudios apuntan a que no necesariamente el frijol negro es el mejor. Flor de Junio Dalia, por ejemplo, sugiere mayores beneficios a la salud que los del frijol negro en el caso de diabetes, lípidos e incluso en estudios relacionados con cáncer.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt
