Granos y Oleaginosas

Monsanto impulsa tecnificar un millón de has en el sur-sureste mexicano

La trasnacional Monsanto informó que en la próxima década tiene como meta tecnificar un millón de hectáreas (has) en el sur-sureste mexicano –una de las zonas más biodiversas del país–, donde promueve el cultivo de maíces híbridos convencionales en lugar de los criollos.

Con esta semilla y el uso de paquetes tecnológicos, que tienen un costo de siete a doce mil pesos por hectárea (ha), es posible triplicar el rendimiento y llegar a entre siete y nueve toneladas por ha, informó el director de Transformación Agrícola de Monsanto, José Antonio Tiburcio.

Durante el Taller para medios, sobre agricultura del futuro, el especialista puntualizó que importar diez millones de toneladas le cuesta a México 40 mil millones de pesos, cantidad que representa 80 por ciento del presupuesto anual de Sagarpa.

Nuestro país –puntualizó– siembra entre siete y ocho millones de hectáreas (has) de maíz, con un  rendimiento promedio nacional de 3.2 toneladas por ha, pero en estados como Oaxaca la productividad es de 1.2 toneladas y en Chiapas 2.2 toneladas por ha.  “No somos muy competitivos en maíz”.
En el territorio nacional — indicó– la superficie tecnificada es de entre 25 y 30 por ciento, es decir, alrededor de 2 millones de has, pero con el uso y adopción de tecnología es posible subir el rendimiento promedio nacional y alcanzar 4.5 toneladas.“México puede ser autosuficiente en maíz”.

El experto expuso que Monsanto busca crear un modelo de negocio para hacer más productivo al agricultor del sur-sureste mexicano, por lo que detalló que los técnicos ya trabajan desde 2014 con seis mil agricultores; pero la meta es transformar un millón de has a maíz tecnificado en diez años y alcanzar unos 200 mil agricultores, principalmente en esa región. Precisó que para ello realiza una inversión de un millón y medio de dólares al año para personal técnico que asiste al productor.

José Antonio Tiburcio recordó que de cuatro millones de agricultores en México 80 por ciento siembra maíz y de estos 90 por ciento tiene menos  de cinco has.

Durante su exposición en el taller convocado por Monsanto, refirió que la producción nacional es de entre 22 y 24 millones de toneladas al año, con lo que ocupa el quinto lugar mundial después Estados Unidos, China, Brasil, Ucrania; sin embargo, importa entre diez y doce toneladas de maíz amarillo, sólo atrás de Japón que compra al exterior 15 millones de toneladas del grano.
El consumo de México –aseveró– es de 32 a 34 millones de toneladas al año, de las cuales 11 millones son para alimentos balanceados, otros 11 millones para masa y tortilla, 3.5 millones para derivados industriales y 1.2 millones para botanas y cereales y cinco millones al autoconsumo.

Ante los cuestionamientos de los representantes de los medios de comunicación presentes, comentó que en Estados Unidos no existe discriminación entre maíces transgénicos y convencionales, por lo que estimó que 80 por ciento del maíz amarillo que nuestro país importa es genéticamente modificado.
El especialista reflexionó sobre por qué no se ha avanzado en el tema de productividad en maíz, a lo que anotó que es un problema multifactorial, donde hay muchos aspectos a resolver relacionados con financiamiento, infraestructura, logística, comercialización, falta tecnificación, maquinaria y, por supuesto está el aspecto climatológico.

Experiencias híbridas

En el taller el productor de maíz de Chiapas, Ricardo barrera Cruz, relató su experiencia de cambiar maíz criollo por híbrido, donde en diez años pasó de sembrar cinco has a 18 has, con rendimientos de cuatro a siete toneladas por ha.

Sin embargo comentó que este año se redujo su superficie cultivada debido a la baja precipitación pluvial en la entidad, “nos pegó la sequía”, además de que el precio de los insumos se dispararon y el paquete tecnológico pasó de seis o siete mil pesos a de 9 mil pesos, incluyendo seguro.
En tanto, el productor de Sinaloa, Vinicio Ortiz Castro, quien quien siembra 300 has de riego en el ciclo otoño-invierno, afirmó que en su caso “sería un suicidio” dejar de lado la tecnología que les ha ayudado a producir más y alcanzar hasta 10 toneladas por ha.

Respecto al tema del uso de semillas transgénicas, el agricultor consideró que  se ha perdido mucho tiempo, casi 20 años, en el uso de la biotecnología en maíz, lo cual es un instrumento más para el agricultor; no quizá la solución, pero sí una oportunidad de contaminar menos y en productividad podríamos ser mejor que los Estados Unidos, pero se preguntó: “cómo me pides ser más productivo, si me bloqueas y no me das acceso por dogmas”.

Por otro lado, recordó que hace cinco años la tonelada de maíz costaba 4 mil 800 pesos y hoy 3 mil 300 pesos, por lo que en época de “vacas flacas”  y altos costos, con diez toneladas por ha estas muy línea.

 

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