Pedirán a nuevo titular de Sagarpa abogar por sector lácteos

El sector lechero mexicano enfrenta uno de los momentos más complicados de su historia, por la caída en los precios de lácteos, las importaciones crecientes de leche en polvo y el seguir siendo “moneda de cambio” en tratados internacionales como el Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP, por su sigla en inglés), por lo que productores solicitarán al nuevo titular de la Sagarpa, José Eduardo Calzada Rovirosa, que abogue por este sector estratégico para México.

Así lo plantea a www.imagenagropecuaria.com el presidente de la Federación Mexicana de Lechería (FML), Vicente Gómez Cobo, quien añade que uno de los planteamientos que harán al nuevo responsable de Agricultura en México es establecer el Programa de Fomento Lechero, dado que nuestro país puede ser autosuficiente en producción de leche en un periodo de tres a cinco años, para lo cual se requiere una inversión de 2 mil 500 millones de pesos (mdp), unos 500 mdp por año.

Expone que México es el país más abierto a importaciones de lácteos y estamos a los vaivenes del mercado y podemos ser más competitivos, pero nos tienen que dar las mismas condiciones y herramientas que tienen los productores de paÍses con los que competimos.

Hoy, subraya, el empresario, el problema para los productores de leche es que en los precios observan una caída muy drástica, en algunos casos va del 30 al 60 por ciento; el litro de leche que se vendía en 42 centavos de dólar bajó a 30 centavos y hasta 20 centavos.

Además, ante la devaluación del peso frente al dólar, estamos en situación complicada, porque  80 por ciento de nuestros insumos de producción –granos refacciones, medicinas– se cotizan en dólares, y nosotros vendemos en pesos, “el margen de intermediación se ha vuelto negativo y los productores estamos muy mal”.

El costo de los insumos subió 24 por ciento de enero a la fecha y con la paridad actual peso-dólar se incrementa aún más porque todos los insumos están dolarizados, esto se traduce en más de un peso por litro, indica.

En este contexto, ¿qué esperan del nuevo secretario de Agricultura, José Eduardo Calzada Rovirosa?

Tanto a la administración anterior como la actual le hemos planteado lo que se necesita hacer en cada tema. Hemos platicado con José Calzada cuando era gobernador y él nos apoyó en gestiones con la Secretaría de Economía para aprobar las normas oficiales mexicanas del sector y en temas de competitividad. No es ajeno al tema, lo entiende. Esperamos que se atreva a hacer lo que se necesita hacer. Muchos de estos temas no requieren de presupuesto, sino de voluntad política, por ejemplo, el manejo de excedentes, las normas o cuándo y cómo otorgar los apoyos. Tenemos una campaña de promoción al consumo de leche ya presupuestada, pero no se han liberado los recursos, que son 15 millones de pesos, muy poco si consideramos un sector que vale 66 millones.

Exclusión en TPP y compensación por TLCAN

Uno de los sectores que detuvieron las negociaciones del TPP fue el de lácteos.  Vicente Gómez refiere que los ganaderos mexicanos participan en el “cuarto de junto” y nuestra posición es de exclusión en este rubro; el gobierno mexicano habla de tener un comercio real y en base a este se pueden dar algunos cupos. Nosotros hemos dicho que no estamos de acuerdo con ellos en tanto no estemos en la misma igualdad para poder competir con otros países.

¿Los ganaderos tienen una postura y la posición del gobierno en el TPP es otra?

La postura del gobierno es negociar y dar unas cosas por otras. Nos presentaron la postura que iban a exponer y nuestra posición es que sino blindan al sector y no se dan los apoyos necesarios para poder ser competitivos, no se vale que regalemos este sector, el cual en las negociaciones de TPP es prioritario para países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda e Indonesia. Nosotros deberíamos darle la misma importancia.

En las negociaciones del TPP, el gobierno de México planteó establecer aranceles, cupos y periodos de desgravación; en leche en polvo el cupo propuesto fue de 20 mil toneladas y el arancel por sobrecupos era del 35 por ciento, pero Nueva Zelanda no aceptó.

Vicente Gómez precisó que México ya importa 50 mil toneladas de lácteos de Nueva Zelanda y tiene una cuota acordada en la Organización Mundial de Comercio (OMC) que puede llegar a 80 mil toneladas de leche en polvo y no importamos ni la mitad de ese volumen.

México -recalca– cedió en tratados y acuerdos internacionales y seguimos siendo moneda de cambio. Esperamos que el secretario Calzada tome en cuenta nuestros planteamientos y pida a la Secretaría de Economía tomar medidas para proteger a los productores nacionales.

El empresario recuerda que hace más de 20 años iniciamos la apertura comercial en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, donde se dieron 15 años de desgravación con los  Estados Unidos, pero los aranceles a los sobrecupos nunca se aplicaron y tampoco se hicieron los programas para ponernos en la misma situación; la culpa no es de los productores que ya hemos hecho bastante con mantenernos produciendo; la culpa es del gobierno que no ha hecho la tarea y le toca empezar a hacerla.

El dirigente de los productores de leche considera que debe haber una compensación a los ganaderos por el TLCAN con EU, los tratados con Europa y con la OMC, que nos han vuelto el país más abierto a la importación, pero no a la exportación, ya que tenemos muchos mercados cerrados donde no podemos vender. Hoy, México exporta a Estados Unidos, Centroamérica, el Caribe e incluso algunos países de Sudamérica.

México tiene potencial para producir leche, lo que nos falta son tratados para exportar y el interés de invertir en la industria, porque el ganadero mexicano es pequeño y no tiene la capacidad de exportar, por lo que integrar la cadena es importante, ya que el valor se queda en la parte comercial e industrial y esto se debe cambiar, asevera Vicente Gómez.

Argentina apoya a sus productores con 70 centavos por litro; Nueva Zelanda con casi un peso; Estados Unidos otorga un seguro al margen de ganancia y en Europa dan 300 euros por vaca y en México nada. “Si estamos en un mercado abierto tenemos que tener los instrumentos para competir y si otros países los aplican también tenemos que hacerlo, sino nos ponen en desventaja”, remarca.