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Persisten 60 millones de pobres en zona rural de ALyC

“El mundo rural sigue fuertemente retrasado”: FAO/ En 2030 vivirán en la región 120 millones de personas…

América Latina y el Caribe (ALyC) han avanzado en forma significativa en la lucha contra el hambre, sin embargo, las zonas rurales aún concentran más del 60 millones de pobres, que representan el doble de los pobres urbanos, y también albergan 13 millones de personas que padecen hambre.
Por ellos los participantes en la 34ª Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) para América Latina y el Caribe, que se realiza en México, se pronunciaron en este foro por establecer políticas públicas con enfoque multisectorial para atender este problema, que vayan más allá del desarrollo agrícola, que contemple la reducción de la pobreza y la desigualdad, el impulso a la agricultura familiar y cómo hacer frente a los efectos del cambio climático.
“La región ha avanzado en la reducción del hambre y la pobreza, pero el mundo rural sigue fuertemente retrasado”, refiere el documento Retos para la transformación del sector rural en América Latina y el Caribe: desarrollo territorial rural, agricultura familiar, inclusión social y económica e innovación
Señala que a pesar de la rápida urbanización en los países de la región, más de 120 millones de personas (20 por ciento) vivirán en zonas rurales en América Latina y el Caribe en el año 2030.
“No obstante los esfuerzos de los gobiernos en la reducción de la pobreza en las últimas décadas, hoy la pobreza rural asciende al doble de la pobreza urbana (47.9 vs 23.2%) y más de la tercera parte de la población rural de ALC presenta altos niveles de malnutrición”.
En este marco, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa, José Calzada Rovirosa, quien asumió por unanimidad la presidencia de la 34ª Conferencia Regional para el periodo 2016-2017, expresó que gran parte del “secreto” para poder lograr los objetivos de la FAO en la región para superar el hambre y la pobreza es integrar políticas públicas trasversales y que todos hagamos nuestra tarea de manera coordinada.
En México, enfatizó, la Sagarpa tiene una gran responsabilidad, porque 25 millones de personas viven en zonas rurales, con siete millones de productores, de los cuales 77 por ciento tiene menos de cinco hectáreas. Por ello, “debemos ser muy efectivos y eficientes para llegar con apoyos a los agricultores”.
Es un reto –recalcó– pero también una oportunidad, porque si incrementamos de manera sustantiva la producción en estos espacios, vamos a aumentar la producción agrícola y mejorar la alimentación en el país.
Consideró que se necesita una mayor coordinación interinstitucional con Sedesol, SEDATU, Semarnat, Conafor y la propia Sagarpa. Es una necesidad para lograr erradicar la pobreza, no sólo es una política pública sino que se requiere trabajar en diversas vertientes. Estamos lejos de nuestro potencial, pero México tiene buenos resultados como lo muestran los datos de la FAO, aseveró.
El titular de la Sagarpa sostuvo una reunión con el director general de la FAO, José Graziano Da Silva, para analizar temas relacionados con la 34ª Conferencia Regional, así como la evaluación de acciones en conjunto enfocadas a la productividad y seguridad alimentaria.
En el encuentro, informó la Sagarpa, se destacó que la FAO reconoce los trabajos y resultados de México en la erradicación del hambre y la reducción de la pobreza en el sector rural, con un impulso de acciones integrales para que se registre, según datos de la organización internacional, un indicador de subalimentación de la población de menos de cinco por ciento; es aquí donde se fortalecerán las líneas de acción, se coincidió.
Además, se comentó que con base en el Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA), instrumentado por la Sagarpa, en coordinación con la FAO, así como con otros programas transversales en colaboración con otras dependencias del Gobierno de la República, se atienden los temas enfocados a la producción de alimentos, sustentabilidad en el sector y reducción de la pobreza en áreas rurales del país.

Hacia un enfoque holístico
Los representantes de los 33 países asistentes a la Conferencia hicieron énfasis en la necesidad de avanzar en la lucha contra la pobreza y a favor de la alimentación mediante la cooperación y coordinación de los diferentes organismos para alcanzar la meta de Hambre Cero hacia el 2025.
Además plantearon la necesidad de trabajar en materia de temas como la agroecología, estrategias de mitigación ante el cambio climático y ante el fenómeno de El Niño, que afecta principalmente al Caribe y la región seca de Centroamérica, e impulsar políticas sustentables en el sector pesquero, que es una alternativa de alimentación en la zona.
En los documentos de la Conferencia se refiere que “la pobreza y la inseguridad alimentaria en el medio rural, son problemas estrechamente vinculados que deben enfrentarse mediante enfoques holísticos del desarrollo territorial rural, incluida la innovación institucional, social y tecnológica”.
Un planteamiento que se hace es que “el Estado debe retomar su liderazgo en la orientación de las políticas de desarrollo y, al mismo tiempo, debe crear los mecanismos institucionales para facilitar la participación de los diferentes actores en la gobernanza de estos procesos y en los mecanismos de implementación”.
Otra aspecto que señala es que “la persistencia de la precariedad laboral y la insuficiente creación de empleo, incluyendo empleo decente, tanto en las actividades rurales agrícolas y no agrícolas como en los sectores urbanos afecta el crecimiento inclusivo y la reducción de la pobreza rural. En consecuencia, las estrategias de diversificación de la producción y la generación de oportunidades en sectores no agrícolas son esenciales para el desarrollo de los territorios y la lucha contra la pobreza rural”.
También plantea es que se requiere un alta inversión en bienes públicos (vías, servicios públicos, infraestructura, comunicación rural, educación, además de “políticas públicas que promuevan los sistemas agroalimentarios inclusivos, las compras institucionales de alimentos, y establecer círculos virtuosos entre agricultura familiar, alimentación escolar, nutrición y salud, esenciales para la intensificación de los vínculos urbano rurales y el desarrollo sostenible de los territorios”.

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