La modernización y rehabilitación de los distritos de riego requiere de una inversión de 90 mil millones de pesos(mdp) durante la próxima década, lo cual permitirá asegurar la producción de alimentos que necesita México en el año 2050, señalaron expertos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
En la actualidad, recordaron, el país cuenta con alrededor de 6.5 millones de hectáreas (has) con riego, las cuales es posible incrementar en 1.5 millones —-pero hay 9.8 millones de has susceptibles de ser tecnificadas con riego. Además, es posible sumar cuatro millones de has de temporal, recuperar tierras abandonadas y aprovechar las que se cultivan pero no se cosechan.
Con estas proyecciones México podría pasar de las 22 millones de has cultivadas a 30 millones y garantizar las necesidades de alimentación de los 150 millones de mexicanos que seremos en el 2050, expusieron durante el Encuentro con periodistas problemas y retos en torno al agua y la producción de alimentos en México:oportunidades para el desarrollo sustentable del sector hidroagrícola.
El coordinador de Riego y Drenaje del IMTA, Nahun Hamed García Villanueva, explicó que con riego es posible producir hasta cuatro o cinco veces más que en temporal, por lo que tenemos que apostar a la tecnificación del riego hidroagrícola.
Los expertos indicaron que en los distritos de riego sólo se aprovecha 40 por ciento del agua y debemos hacer más eficiente este uso. A esto se suma que 105 acuíferos están sobreexplotados, muchos están contaminados y en algunos hay intrusión salina.
El subcoordinador de Operación y Mantenimiento de Infraestructura Hidroagrícola del IMTA, Arturo González Casillas, consideró que la parte más difícil no es crear tecnología sino transferirla y estimó que con base en análisis del 2007 las necesidades de inversión para este son de unos 90 mil mdp, una cantidad muy considerable equivalente a lo que se destino con la recuperación del Banco de México.
Subrayó que México sí cuenta con tecnología, pero falta inversión y establecer políticas de Estado para voltear al campo, de lo contrario será difícil producir los alimentos lo que requerimos.
El subcoordinador de Contaminación y Drenaje Agrícola del organismo, Heber Eleazar Saucedo Rojas, advirtió que la frontera agrícola en la región norte de México está agotada y tiene problemas de escasez de agua, por lo que es necesario voltear hacia el sur sur-sureste, donde hay agua abundante, pero ahí se requiere tecnificar la infraestructura hidroagrícola.
Precisó que para tecnificar se requieren 120 mil pesos por hectárea, que son inversiones factibles de desarrollarse y tienen una tasa interna de retorno del 10 por ciento.
Otra ventaja del sur sureste es que no hay problemas de salinidad como en el norte del país, donde este fenómeno se acentúa en estados como Sinaloa, Baja California.
Producir más con menos superficie y agua
En el encuentro se habló de que la producción promedio agrícola mundial se duplicó 70 por ciento de 2061 a 2008, por unidad de superficie; mientras que la superficie agrícola aumentó sólo 12 por ciento. La superficie bajo riego aumentó de 139 millones de has a 301 millones de has.
La superficie agrícola promedio en el mundo es de 0.22 hectáreas por habitante, en el caso de México de 0.19 y en países como España .27 y Francia 0.28, pero nuestro país debe aspirar a 0.20 y 0.25 hectáreas por mexicano.
Nahún Hamed llamó la atención sobre el hecho de que los países desarrollados están cultivando cada vez menos superficie, la están disminuyendo, porque no está siendo tanto negocio en algunos sectores. En tanto, en naciones en desarrollo crece 3.43 por año, en los países desarrollados disminuye 1.43 por ciento.
Relevancia del sector hidroagrícola
García Villanueva destacó el sector hidroagrícola, además de su importancia social, es la base de la garantía y el derecho humano a la alimentación, es un motor de desarrollo de otros sectores productivos, que son pilares de la economía nacional.
Refirió que el sector agropecuario representa 3 por ciento del PIB nacional, pero si se considera el mercado y la transformación asciende a entre 15 y 20 por ciento del PIB.
Hizo énfasis en que en el mundo hay una demanda creciente de alimentos por crecimiento de población, que pasará de 7 mil 300 millones de habitantes a 9 mil 325, por lo que necesitamos crecer en 27 la producción de alimentos en el mundo, para lo cual se requiere suelos y agua de calidad.
El consumo de kilocalorías por día aumentará de 2 mil 760 a 3 mil 250 al 2050, es decir, 18 por ciento más que en la actualidad. Pero para tener una dieta rica en proteínas se requiere de cinco mil litros de agua al día por habitante y en México de 4 mil 500 litros.
Durante los últimos 50 años –reflexionó– duplicamos la producción agrícola en el mundo, pero aún tenemos 800 millones de habitantes que padecen hambre y desnutrición, que es un once por ciento adicional.
Los expertos insistieron en la necesidad de invertir en el riego hidroagrícola para producir los alimentos que requerirá el país sobre todo en un escenario de cambio climático, que acentuará los problemas de agua en el país.
