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Agro mexicano será balanza en renegociación del TLCAN: De la Calle

  • Diputados señalan que se debe garantizar que el tema agroalimentario no sea “moneda de cambio”.

En la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el sector agropecuario “no es el centro de la atención de Donald Trump, pero sí el frente de la balanza de negociación y debe serlo para positivo, consideró el ex negociador mexicano del acuerdo hace dos décadas, Luis de la Calle.

Durante la inauguración del foro “Revisión y Actualización del Tratado de Libre Comercio para América del Norte: Capítulo el Campo Mexicano” ¿Quién va a desarmar la pistola?, el exsubsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales de la Secretaría de Economía, expuso que México debe de estar dispuesto a pararse de la mesa si Estados Unidos hace una solicitud inaceptable para el país.

Tal determinación, agregó, el Ejecutivo debe consultarla con el Congreso mexicano porque ”es una decisión de Estado, muy importante, porque puede tener consecuencias muy graves”, afirmó.

Consideró que la negociación del TLCAN es más equilibrada de lo que se piensa, porque México es un mercado muy grande para Estados Unidos y comentó que la defensa de los interés de mexicanos en el fondo va a venir de la que hagan los propios exportadores estadounidenses

El director general del despacho De la Calle, Madrazo, Mancera, señaló que en 2016 México y Canadá le compraron a Estados Unidos 34 por ciento de sus ventas en todo el mundo, y que en cinco años, nuestro país será el mercado más grande del mundo para EU en todos sus productos, incluidos los agropecuarios.

Luis de la Calle planteó que si se tiene un campo más exitoso, seremos grandes exportadores de productos del campo al resto del mundo no solamente para Estados Unidos, sino particularmente para Asia.

En tanto,  los presidentes de las comisiones de Reforma Agraria, Ganadería y la Especial de Alimentación coincidieron en que la renegociación del TLCAN debe garantizar que el tema agroalimentario no sea moneda de cambio, toda vez que de este sector dependen cerca de 25 millones de mexicanos.

El presidente de la Comisión de Reforma Agraria, diputado Jesús Serrano Lora (Morena), demandó que el TLCAN no debe convertirse en un instrumento de expoliación de recursos naturales, humanos y económicos entre las tres naciones firmantes.

El presidente de la Comisión de Ganadería, diputado Oswaldo Guillermo Cházaro Montalvo (PRI), señaló que desde la perspectiva del sector pecuario uno de sus propósitos será evitar que el rubro agroalimentario constituya una moneda de cambio de las negociaciones, en aras de perfilar una ventaja en el futuro para nuestro país.

“El deber del gobierno federal es darle importancia al campo y no sólo al ámbito económico y social, ya que millones de mexicanos se ocupan en actividades inherentes al sector agroalimentario; por lo tanto, es necesario garantizar que el TLCAN esté acorde a los intereses de este ámbito productivo”.

En tanto, el presidente de la Comisión Especial de Alimentación, diputado Mario Ariel Juárez Rodríguez (Morena), señaló que México tendrá que asumir una postura “firme y decidida” en la renegociación del acuerdo mercantil, ante la amenaza de que supriman el capítulo 19 del TLCAN sobre los mecanismos de controversias comerciales, lo cual, dijo, “sería catastrófico”.

El legislador lamentó que el campo siga en abandono. “Hoy es más productivo sembrar droga que maíz”. Entonces, las bonanzas en el mercado exterior no se traducen en una mejor distribución de la riqueza que beneficie al ramo agroalimentario.

En un principio se hablaba que el TLCAN lograría colocar a México como una potencia en ese sector, pero a 20 años o más la realidad es que no se han alcanzado las metas.

Detalló que en 2015 y durante el primer semestre del 2016, la balanza comercial agroalimentaria fue superavitaria, pero ahí no entran los poco más de dos millones 759 mil productores mexicanos que representan el 70 por ciento de unidades productivas en el campo, quienes no acceden a subsidios, paquetes tecnológicos, financiamientos de la Banca de Desarrollo y apoyos a la comercialización que les permita vincularse a la cadenas de valor internacionales; de ahí, la importancia de proteger a este sector en la renegociación del TLCAN.

Siguen las diferencias abismales en el campo mexicano

Jesús Valenzuela García, rector de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, mencionó que las diferencias en el campo mexicano siguen siendo abismales, hay regiones altamente tecnificadas como Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Jalisco, pero existen otras donde la agricultura se realiza con tracción animal; es fundamental que en la renegociación se consideren beneficios equilibrados entre crecimiento y desarrollo.

Apuntó que el intercambio comercial es bueno, si no genera dependencia ni vulnera la seguridad alimentaria, pero es necesario un manejo integral de los recursos naturales, diversificar y realizar una reconversión productiva, impulsar la profesionalización de este sector, pues esto permitiría el desarrollo del campo. “Hoy, 38 por ciento de los granos que se producen en el país se echan a perder por no tener un adecuado manejo de almacenamiento”.

“El campo debe cerrar la brecha tecnológica e incursionar nanotecnología en la inocuidad alimentaria para fomentar el desarrollo agropecuario del país, esto permitiría evitar la migración que se genera en las zonas rurales por falta de escuelas, hospitales y espacios de esparcimiento. La gente que se queda son niños, mujeres y ancianos, son ellos quienes producen los alimentos para los más de cien millones de mexicanos”.

El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz Gallegos, expuso que el gobierno de Donald Trump tiene como principal visión la producción y busca recuperar empleo en la industria de las manufacturas.

Subrayó que se necesita generar ventajas competitivas y, en ese sentido, el sector agrícola deberá ser fundamental en materia de exportaciones.

Carlos Orozco Alam, coordinador general del Seminario Nacional Permanente: “La Participación del Estado en el Desarrollo Agrario Rural”, apuntó que el desarrollo del campo no puede sólo depender del TLCAN, sino de un plan que incluya la exportación y la producción de los alimentos que requiere el país.

Dijo que los únicos beneficiados del TLCAN fueron aquellos que exportan hortalizas, frutas y productos procesados y los perjudicados son los pequeños productores de granos; por ello, se debe dar prioridad a este sector en la renegociación comercial.

Fuente: Cámara de Diputados

 

 

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