Ciencia y Tecnología

Desarrolla INIFAP nuevas variedades de trigo

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en Coahuila, desarrolla y evalúa nuevas variedades de trigo con alto potencial de rendimiento, resistentes a enfermedades y a condiciones de agua limitada.

El proyecto tiene 14 años enfocado en el desarrollo de variedades. Consiste en hacer evaluaciones, a las nuevas variedades, las investigaciones que se realizan en mejoramiento genético, se llevan en conjunto; aquí se evalúan y se trata de probar cómo se comportan estos materiales bajo las condiciones climáticas en el estado de Coahuila”, detalló el maestro en ciencias Dagoberto Flores Marín, investigador en el Programa de Trigo y Avena, Sitio Experimental Zaragoza, Coahuila, del INIFAP.

El proyecto tiene ejecutándose más de 10 años; sin embargo, en el periodo de 2011 a 2016 se desarrolló un proyecto colaborativo Sistema de mejoramiento genético para generar variedades resistentes a royas, de alto rendimiento y alta calidad para una producción sustentable de trigo en México.

Esta investigación fue apoyada por el Fondo Sectorial Sagarpa-Conacyt, en el que participaron conjuntamente INIFAP, Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y El Colegio de Postgraduados (Colpos). Con este trabajo se buscó fortalecer el mejoramiento y el compromiso de liberar variedades nuevas de trigo para riego (Bajío, Norte y Noreste) y para temporal.

Para fines de 2014, se logró mayor interacción entre los programas de mejoramiento, se probaron líneas en más de 180 ambientes, se liberaron 12 variedades, están en proceso de caracterización 10 líneas candidatas y se han identificado las principales razas de royas que prevalecen en México.

“Se evalúan principalmente para saber cómo se comportan las variedades de trigo en cuanto a rendimiento y qué tanta resistencia tienen a enfermedades, en especial a la roya amarilla y de la hoja. Actualmente se evalúan más de 200 líneas entre trigos duros y harineros”, comentó el investigador Flores Marín.

Blindaje genético

El científico del INIFAP agregó que a lo largo de una década de trabajo, la investigación se distingue porque actualmente emplean métodos más avanzados de mejoramiento, debido a que se cuenta con mayor información acerca del cultivo; los avances en la secuenciación del genoma de trigo, la identificación de genes de resistencia a roya y el descubrimiento de genes que hoy en día son de interés global debido al cambio climático, principalmente aquellos genes para tolerancia a las altas temperaturas ambientales y la sequía.

“Además de la información genética y fenotípica del cultivo de trigo, se vienen incorporando nuevas herramientas al mejoramiento genético, como los marcadores moleculares e información que nos proveen los sensores remotos. Se busca que los materiales de trigo sean más duraderos con respecto a la resistencia a enfermedades”, puntualizó el especialista.

Trigo para el futuro

Por otra parte, se evaluaron y desarrollaron dos nuevas variedades de trigo harinero: Bacorehuis F2015 y Conatrigo F2015, ambos materiales generados a través del Programa Colaborativo INIFAP-Cimmyt y evaluados mediante el Programa Nacional de Trigo de INIFAP en diversas localidades: en 88 y 110 ensayos de rendimiento, 36 y 40 localidades de valles altos (es decir, en regiones de dos mil 100 a dos mil 400 metros sobre el nivel del mar) por su reacción a royas. Presentaron un alto potencial de rendimiento (4.8 y 4.9 ton/ha), resistencia a la roya de la hoja y roya lineal amarilla, poseen buena calidad industrial, entre otras características.

El investigador aclaró que las variedades se prueban en la región norte de Coahuila, pero tienen potencial de aplicación en diversas regiones del país según las condiciones específicas. A pesar de trabajar con nuevas variedades de trigo desde hace más de 10 años, el proyecto continúa en proceso y con áreas de oportunidad para enfrentar las condiciones de cambio climático y aumento demográfico.

“El futuro sería generar nuevas variedades de trigo, porque así como se generan nuevas variedades de trigo, tanto de trigos duros como de trigos harineros, también las razas de royas evolucionan y año tras año se presentan condiciones de temperatura y humedad para su incidencia. Si no tuviéramos variedades nuevas de trigo, no tendríamos manera de contraatacar las nuevas razas de royas. La idea de la investigación es tener un catálogo de variedades que estén disponibles para la siembra en las diversas regiones del país”, explicó el maestro en ciencias Flores Marín.

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