Galería principal

Agroindustria podría sustituir 80% de maíz amarillo importado por grano blanco nacional: AMSAC

La agroindustria de México importa 17 millones de toneladas de maíz amarillo para el sector pecuario y harinero, de los cuales 80% podrían ser sustituidos por maíz blanco “sin problema, si tuviéramos precio competitivo, disponibilidad y oportunidad cubierta”, afirmó el director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC), Mario Puente Raya.

Importar este volumen cuesta a los industriales alrededor de 50 mil millones de pesos –según datos del Consejo Nacional Agropecuario–, por lo que de sustituirse en ese porcentaje representarían 40 mil mdp que se quedarían en el país en beneficio de los agricultores nacionales.

Al ser cuestionado por www.imagenagropecuaria.com sobre porqué México no ha logrado alcanzar la autosuficiencia en maíz amarillo, Mario Puente es enfático en señalar que “el tema es de competitividad; no de color”. El abastecer el mercado pecuario y de harina, en la mayoría de los casos el color no es relevante, sino el tema es de precio; a los hatos ganaderos les da lo mismo comer blanco o amarillo. La industria del almidón, a lo mejor, si lo requiere amarillo por tener un contenido mayor de almidón o ser más blando, lo cual facilita el molido. Pero son casos particulares.

Recordó que en México se cultivan alrededor de 8 millones de hectáreas de maíz, de las cuales 30% son híbridos, pero con incentivos para la industria semillera, sobre todo a la pequeña y mediana empresa, este porcentaje aumentaría al 60%, que es un escenario factible y podría contribuir a elevar la producción. De tal manera que “si un consumidor tiene un grano competitivo en Yucatán, donde esta la industria de cerdo, no tiene que comprarlo en los Estados Unidos”.

Hizo hincapié que se tiene que articular la cadena proveedores de insumos, como las semillas, agricultores, financiamiento, industriales, logística para movimiento de semilla, almacenaje, infraestructura y compromiso de estos actores para trabajar en forma organizada y el gobierno para resolver tema del precio.

Sobre esto último expuso que se debe buscar un esquema donde se promueva el consumo de grano nacional y apoyar de alguna manera a la industria para que lo absorba ¿No sé si un subsidio? Pero que la industria tenga la posibilidad de adquirir producto nacional aunque este más barato en Estados Unidos. El asunto es “qué hacer con el diferencial”.

Fácil duplicar producción con apoyo a pequeños y medianos agricultores

Recordó que en México hay gran cantidad de agricultores que producen entre una 1.5 toneladas por hectárea, pero si los acompañas con un paquete tecnológico semilla mejorada adaptada a la zona, fertilizantes y asesoría técnica, fácilmente puede duplicar producción y llevarla al sector consumidor mediante agricultura por contrato u otros mecanismos de  vinculación de cadena.

Precisó que el costo de este paquete, por ejemplo, para sembrar una hectárea con un buen híbrido es de mil a 1,500 pesos, más mil para fertilizantes, es decir con 2,000 o 2,500 pesos. Es de poca inversión y mucho impacto en determinadas zonas y con pequeños agricultores, donde puedes duplicar sus rendimientos. A la par debes asegurar el mercado, “no se trata solo de producir, tiene que haber un destino o comprador sino se convierte en un problema a la hora de querer comercializar”.

Mario Puente reflexionó en que si como gobierno quieren incrementar realmente la producción, esos recursos que destina a asistencia social o apoyos al campo mejor debe dirigirlos a apoyar al agricultor en la compra de estas semillas de mejor rendimiento y asesorarlo con un esquema de extensionismo.

Nueva Ley de variedades vegetales

Respecto a las posturas que hablan de una posible privatización de la semilla con la iniciativa de Ley de variedades vegetales que se discute en el Legislativo, Puente Raya señaló que ”todos esos son mitos o no conocen la información o la utilizan para generar confusiones. En realidad esa ley ni privatiza las semillas, ni autoriza los transgénicos, ni pone en riesgo los recursos genéticos de México ni va a someter a los pequeños agricultores a que estén comprando semilla a las empresas”.

Por el contrario, añadió, se busca generar un marco jurídico que de seguridad y certidumbre para la inversión en esa materia y podamos tener más opciones. Desarrollar una semilla y sacar un producto competitivo al mercado lleva años y tiene que haber una recuperación de esta inversión.

El director ejecutivo de AMSAC consideró que como país tenemos un problema serio, por un lado la institución pública cada vez más limitada y con menos presupuesto, con pocas posibilidades de crecer, con programas de investigación que tiene más objetivos de cumplir con requisitos internos que atender las necesidades productivas.  Por otro lado, en la investigación privada sino generas condiciones de certidumbre jurídica nunca se desarrollará y sino hay investigación e innovación para producir más, vamos a seguir importando.

Mario Puente, presidente ejecutivo de la AMSAC

Por otra parte, refirió que en la iniciativa para protección del maíz nativo que esta en proceso en el Legislativo es aplaudible que se busque esta distinción, pero limita o puede restringir el uso de materiales híbridos más allá del no a los transgénicos que es parte de sus disposiciones.  Incluye una disposición para los híbridos y productos que puedan venir en el futuro derivados de otras tecnologías que no sean transgénicas.

Piratería

La piratería de semillas –dice Puente– es un problema para la industrial, pero también para el agricultor, porque lo engañan con un grano pintado o una semilla que no ha pasado por controles de calidad, pero que la venden 50% u 80% menos que una original. Pero más allá del poco rendimiento esta el riesgo de llevar plagas al cultivo que antes no estaban presentes y esto causa un impacto negativo al productor.

En números, precisa, la piratería representa alrededor del 10% del valor del mercado de semillas, que es de mil millones de pesos, es decir unos 100 millones, en lo que se puede cuantificar para la industria semillera.

Otra modalidad de piratería es el uso de envases o bolsas vacías que se quedan en el campo, los recolectan, lo rellenan con semilla y la venden como si fuera original.

En ornamentales –aseveró– se da mucho la piratería, lo que queremos que se proteja es que el que invierte para desarrollar un material tenga la garantía de recuperar esa inversión y seguir desarrollando tecnología. 

En paralelo, recordó Mario Puente–, el robo de semilla se ha incrementado, en campo abierto, en las bodegas o en el transporte. Este delito ha estado azotando en la industria, además de secuestros, robos y lamentablemente muertes que ha habido por inseguridad en el sector rural.

Las entidades donde se da mayor incidencia el robo de semilla, ya sea en campo o en transporte, son Puebla, Bajío y Sinaloa-

Apoyar a Pymes

Mario Puente comenta que la AMSAC esta integrada por 74 empresas grandes, pequeñas y medianas, donde las primeras representan entre 60 y 65% de la membresía y están en crecimiento y siendo más competitiva.

Por ello, con el gobierno se discute como apoyar a las pequeñas y medianas semilleras para estas sigan creciendo. Por ejemplo en investigación pública que se generen productos que demanda el sector productivo, los cuales sean competitivos con lo que generan las grandes empresas; con créditos accesible; programas para que investiguen e innoven.

El directivo de la AMSAC asegura que las pequeñas y medianas empresas semilleras sí pueden aumentar su participación en el mercado de semillas; a lo mejor no vas a llegar a la inversión de una trasnacional, pero sí es posible avanzar. Por ejemplo, en Brasil con Embrapa trabajan con sector productivo y desarrollan materiales competitivos igual o cerca del que aportan las grandes corporaciones.

La industria de semilla esta –afirma el directivo de AMSAC– para contribuir en la producción de alimentos en México, el tema es tener certidumbre de hacia donde va el “barco” y que se cumplan los objetivos.

_____________________

En México, hay 8 millones de hectáreas produciendo maíz 30% son híbridos, otro 30% semillas con algún grado de mejoramiento y el resto usan semilla criolla o materiales nativos.

Mostrar más

ERNESTO PEREA

Periodista especializado en temas agropecuarios y agroalimentarios. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, otorgado por el CONACYT. En la actualidad director del portal web www.imagenagropecuaria.com Autor del libro Voces y vivencias del movimiento orgánico Ha colaborado con las revistas editadas por el Grupo Expansión. Ha sido consultor de la FAO. Brinda servicios de comunicación, información, análisis y consultoría para diversas empresas e instituciones. Correo electrónico: editor@imagenagropecuaria.com

Articulos Recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button