Casos de éxito

Etiquetado para perecederos de exportación a bajo costo

Ante la presencia de contingencias ocasionadas por la propagación de enfermedades y virus a través del consumo de productos agropecuarios en los Estados Unidos y Canadá, un grupo de organizaciones de productores, distribuidores y comercializadores de dichos países, conformaron la Iniciativa de Trazabilidad de la Producción (PTI, por sus siglas en inglés), que consiste en generar sistemas de rastreo eficiente del origen de productos perecederos, mediante de una etiqueta y un código de barras.

La medida que se puso en marcha en 2009, era de carácter voluntario, sin embargo, luego de diversas discusiones en el Congreso norteamericano fue aprobada por el gobierno del presidente Barack Obama este año, y se estima entrará en vigor de forma obligatoria en 2012, destaca José Carlos Jaramillo, desarrollador de nuevos productos tecnológicos para la trazabilidad de productos agropecuarios perecederos.

Los productores agrícolas mexicanos que exportan están obligados a colocar etiquetas que permitan la rastreabilidad de los productos a lo largo de toda la cadena de abasto, esto incluye lugar de producción, empaque, transporte y entrega en frontera.

Con la PTI, los productores o empresas que deseen vender sus productos en Estados unidos tendrán que solicitar un número o prefijo a la hora de registrarse en el programa de trazabilidad; posteriormente, deberán solicitar la asignación de un código de 14 dígitos, llamado Global Trade Item Number (GTIN), que servirá para reconocer el tipo de producto a comercializar.

Los empacadores deberán colocar la información en lugar que sea legible para los consumidores, al tiempo que impriman un código de barras con el número de lote del producto. Estas dos medidas deberán  realizarse de acuerdo con las normas que la PTI o la ley señalen.
Para el almacenamiento y lectura de la información de entrada y salida de productos perecederos serán necesarios equipos tecnológicos que lo permitan, como escáners y software.

Existen muy pocas empresas mexicanas generadoras de este tipo de tecnologías, muchas compañías extranjeras, principalmente de Estados Unidos ofrecen estos servicios

Carlos Jaramillo considera que esta medida será benéfica tanto para los consumidores, como para los productores, puesto que si se presenta una contingencia sanitaría será mucho más fácil la identificación del lote y productor que la causó y únicamente se le restringirá el acceso a él, y no a todo un estado o país, como ocurrió con el melón o papaya mexicanos.

Además, asegura, el costo de la implementación de está medida es muy bajo, no representa grandes inversiones y permite un mejor control tanto para las autoridades sanitarias como para los productores y sus clientes, “se trata de un requisito adicional para la exportación”.

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