Aumenta consumo de vino mexicano, pero falta uva para producir más
De cada 10 botellas que beben los mexicanos 7 son importadas.
Querétaro, Qro.- El gusto por el vino está aumentando en México, sin embargo, la agroindustria se enfrenta a la falta de uva para su elaboración, dado que hoy apenas se cuenta con una tercera parte de la superficie que se requiere para satisfacer la creciente demanda.
Expertos consultados en el marco del 4º Festival 100 vinos mexicanos, realizado hace unos días en esta localidad, platican que en territorio nacional se cultivan entre 3 mil 600 y 4 mil hectáreas (has) de uva para vino, pero se requieren 10 mil has más para abastecer las necesidades de la empresas vitivinícolas.
La promoción de vinos importados y nacionales, y la aceptación de los consumidores, ha dado como resultados un aumento en el consumo de la bebida en general. Sin embargo, de acuerdo con Lilia Pérez, coordinadora de promoción del vino mexicano del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV), de los 600 mililitros que se consumen, sólo 3 por ciento es de origen mexicano.
Claudio Bortoluz Muñoz, director comercial de vinos La Redonda, indica que de cada 10 botellas que se consumen 7 son importadas, dado que cada año se desplazan 4 millones de cajas de vino mexicano.
Los expertos coinciden en señalar que se tiene que trabajar en la producción en el ámbito nacional, para poder compartir más el mercado con los vinos chilenos, españoles, franceses o italianos.
La dificultad para aumentar la producción de vino está en que no hay suficientes viñedos plantados, se cuenta con unas 3 mil 600 has plantadas en el país, la mayor parte en Baja California, Coahuila, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, pero ya hay viñedos en Chihuahua, se está empezando a cultivar en Puebla y Guanajuato, a pesar de que el clima no es muy apto, porque ha ido creciendo este sector y hay interés en invertir, señala Lilian Pérez.
La proyección –subraya– es que dentro de cinco años se cuente con unas 15 mil has plantadas, tomando en cuenta el creciente interés por el vino mexicano, cuyo consumo se espera crezca a dos litros per cápita, donde por lo menos el 50 por ciento sea mexicano.
La representante del CMV afirma que el vino mexicano es competitivo en cuanto a la calidad, donde incluso puede estar arriba de otros vinos reconocidos en el mundo, porque ha ganado más de mil medallas a nivel internacional, pero en cuanto a precio no lo es, el precio promedio del vino mexicano es de 120 pesos.
Para Claudio Bortoluz el vino en México se está elaborando con calidad, hay un mito de que es caro, pues se encuentran botellas desde 80 a100 pesos, que son muy buenos y la comparación se debe hacer con otros extranjeros del mismo precio.
El experto reflexiona sobre el hecho de que el vino es un producto agrícola, las plantaciones de viñedos están creciendo 20 por ciento anual en nuestro país, pero se necesita más. Mientras mayores sean los viñedos que se puedan plantar podremos tener vinos mexicanos más baratos, porque la poca producción de uva para vino que hay en el país lo hace más “caro”.
Al preguntarle sobre el por qué de la baja superficie cultivada de viñedos en México, Bortoluz Muñoz apunta que es una inversión a largo plazo, ya que la primera uva buena se obtiene después de cuatro años y luego se requieren dos años más de reposo del vino en la barrica. Por ello, las personas que entren al negocio tienen que tener una visión a largo plazo.
El valor del vino en México es de 8.5 millones de pesos y hay nuevas vitivinícolas que están surgiendo, pero por ser una inversión de largo plazo, el resultado de las nuevas inversiones se verá en dos o tres años.
El CMV trabaja en promocionar el cultivo de uva y la imagen del vino mexicano para aumentar su consumo, por lo que cuenta con el Pabellón del vino mexicano interactivo, que viaja por varios puntos del país y también estará en tiendas de autoservicio. Además hay proyectos para promocionar el vino azteca a nivel internacional y en exposiciones, festivales, a través de internet, y se busca llegar a los restaurantes.
Lilia Pérez señala que estuvieron trabajando con las secretarías de Agricultura y de Economía en el año 2012, que apoyaron en promoción e inversión para tecnología de la agroindustria de vino.
