Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de México enfrentan una gran presión de los desarrollos industriales y turísticos y están amenazadas por el interés económico que pone en riesgo su sustentabilidad, afirmaron expertos.
Julia Carabias, pionera en la conformación de instituciones que buscan la preservación del medio ambiente expresó que, por ejemplo, la minería en ANP no la concibo, no hay razonamiento lógico de que pueda ser viable en éstas áreas, que representan alrededor del 10 por ciento del territorio nacional terrestre y se buscan las ANP porque es “más fácil”, hay menos gente y menos presión; se enfrentan nada más a unos “locos” que defienden la sustentabilidad.
Al asistir un simposio sobre ANP, realizado con motivo de la celebración de los 15 años de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la experta en medio ambiente cuestionó que se piense en construir presas, carreteras o desarrollos turísticos donde no tiene que hacerse, como es el caso de la Reserva de Chamela (en costas de Jalisco), Cabo Pulmo (único arrecife coralino en el Golfo de California) o la presa del Usumacinta.
“La Conanp –enfatizó–, el país no puede permitir que los desarrollos que están amenazando la integridad de las áreas naturales protegidas continúen. Lamentablemente sentimos un gran acoso por una necesidad económica del país –que nadie pone en cuestionamiento que es indispensable–, pero (esto) no puede ser indiscriminado y fuera de las pautas del desarrollo sustentable”.
La ex secretaria del Medio Ambiente en el sexenio de Ernesto Zedillo, consideró que la Conanp sola no puede con esos “monstruos”, se necesita una política de Estado en desarrollo sustentable; sí más recursos humanos y económicos en las ANP, pero además arropar políticamente a la institución con decisiones de alto nivel.
Julia Carabias anotó que la Conanp tiene fuertes presiones de agentes externos, que ven en ella un enorme potencial de negocio, pero también de los dueños de la tierra que se ven limitados en sus posibilidades, lo cual obliga a hacer un desarrollo compatible con la conservación de la biodiversidad y a eso apuesta el desarrollo sustentable.
Expuso que es necesario que desde las ANP se coordine al resto de las instituciones en un agenda común del desarrollo regional sustentable y que la Conanp diga a las secretarías de Agricultura, de Desarrollo Social o de Energía cuáles son los tipos de proyectos que se deben realizarse en estas áreas para que la inversión de esas instituciones estén alineadas y no se estén peleando, porque de lo contrario no se puede avanzar.
Por ejemplo, en la Lacandona se promueve el pago por servicios ambientales en una asamblea y el delegado de Sagarpa ofrece cuatro veces más por una vaca…
La Conanp –constituida 5 de junio del 2000– es una muy institución joven, pobre, valiente, codiciada y “tremendamente vulnerable” y tiene muchos problemas por su función de regular y limitar las posibilidades de lo que la gente puede hacer en esa superficie, pero “no podemos poner jamás el interés privado por encima del interés público” e independientemente del régimen de propiedad –ejidal, comunal o privado– el principio constitucional de interés público debe prevalecer, subrayó.
En su presentación Ernesto Enkerlin Hoeflich, habló de la necesidad de fortalecer la Conanp, de contar con un marco jurídico adecuado, de canalizar mayores recursos y económicos para el trabajo que realiza la institución en las ANP, ya que indicó que se requiere de una persona de campo por cada 10 mil hectáreas y un administrativo por cada 50 mil.
José Sarukhán, titular de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) resaltó que existen zonas en las ANP que hay que atender porque son una desgracia, porque no había visión de para qué se querían, y recordó que en el mundo hay ejemplos de las consecuencias que padecen los países cuando pierden su capital natural.
El mejor mecanismo que tiene México para conservar su entorno son las áreas naturales protegidas, las cuales son ejemplo mundial de manejo y atención, destacó.
Hizo hincapié en que México tiene una gran riqueza en lo que respecta a su diversidad biológica y cultural, por lo cual es importante que para conservar las ANP se involucre en su cuidado a la población que habita en esos lugares.
