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La “gran fuga” del ca(m)po mexicano

No se fugan capos, sino divisas por hasta 28 mil mdd en compra de alimentos…

En el campo mexicano también hay fugas, túneles y laberintos que no hemos podido resolver como país. Tan sólo en 2014 se fugaron por concepto de importaciones agroalimentarias 28 mil millones de dólares (mdd) contra los 25 mil mdd que exportamos de productos hortifrutícolas.

Las importaciones de alimentos el año pasado rebasan los 25 mil 500 mdd –proyectados por analistas del BBV Bancomer– por concepto de remesas que recibirán este año las familias mexicanas y superan, por mucho, la captación de divisas “récord” de 16 mil 260 mdd que tuvo México en 2014, por parte de visitantes internacionales, de acuerdo con el Banco de México.

El año pasado el déficit de nuestra balanza agroalimentaria fue de 2 mil 570 mdd, que si bien significa una reducción respecto a los 3 mil mdd de 2013, resulta irracional si se considera que México puede producir gran parte de esos alimentos, como señalan insistentemente las propias autoridades y analistas del sector.

Para el presente año la fuga de dinero vía importaciones de alimentos para el país se acentuará en productos básicos como maíz y oleaginosas, donde el gasto será de unos 5 mil mdd.

De acuerdo con estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en el ciclo 2014-2015 México producirá 22.5 millones de toneladas de maíz e importará un volumen de 10.7 millones de maíz amarillo para satisfacer su consumo.

Entre 2010 y 2014, las exportaciones acumuladas de México fueron en ascenso y en estos cinco años sumaron 113 mil mdd, mientras que las importaciones en este quinquenio fueron de 131 mil 990 mdd, de acuerdo con cifras de las Sagarpa.

¿Puede México reducir sus importaciones de maíz?

La respuesta a esta pregunta la brindan el doctor Antonio Turrent Fernández,     Timothy A.Wise, y Elise Garvey, en su estudio Factibilidad de alcanzar el potencial productivo de maíz de México, donde expresan: “Las evidencias sugieren que México puede aumentar su producción anual de maíz en sus tierras actualmente cultivadas, desde 23 hasta 33 millones de toneladas en un período de 10 a 15 años, lo que eliminaría el déficit actual de 10 millones de toneladas anuales”.

Añaden que “con proyectos de infraestructura y de riego en el sur -­‐sureste del país se añadiría 24 millones de toneladas al año. Esto sería suficiente para satisfacer la creciente demanda nacional de maíz que se espera llegue a    ser de 39 millones de toneladas anuales hacia el     año 2025”

El director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), Víctor Suárez, remarca que México tiene la capacidad de alcanzar la autosuficiencia en maíz y dejar de importar maíz en un plazo de 5 a 8 años sin la necesidad de semillas transgénicas, a través de una política de Estados dirigida al fomento integral de dos millones de productores que cultivan 6 millones de hectáreas.

Asegura que Con la incorporación de pequeños productores a un “desarrollo productivo activo” la producción de maíz puede aumentar de 24 a 48 millones de toneladas en México. Esto con apoyos productivos y no asistencialistas.

En el documento Autosuficiencia maicera en México sin transgénicos ni monopolios, Suárez Carrera añade que si además se implementa un programa de inversiones públicas para la rehabilitación y tecnificación de 2 millones de hectáreas de riego existentes para la construcción de nueva infraestructura en el sur-sureste del país se incorporaría un millón de hectáreas y alcanzar una producción adicional de 25 millones de toneladas.

Con este en el largo plazo, 10-15 años, México podría producir entre 40 y 50 millones de toneladas de maíz, en forma sostenible “sin transgénicos ni monopolios”.

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