Aumenta 3% superficie cultivada con transgénicos en 2017
La superficie destinada a cultivos modificados genéticamente en el mundo aumentó en 2017 al alcanzar 189.8 millones de hectáreas, 3 por ciento o 4.7 millones de hectáreas más respecto a 2016, informó el Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología (ISAAA, por su sigla en inglés)
Otros 67 países –indicó– usaron cultivos modificados mediante biotecnología, donde se incluye un total de 24 países que plantaron cultivos modificados genéticamente, de los cuales 19 son países en desarrollo y 5 son países industrializados. Asimismo, 43 países que no se dedican a la agricultura regularon formalmente la importación y el uso de estos cultivos destinados a alimentación, piensos para animales y procesamiento.
El organismo destaca que en términos del área destinada por cultivo en todo el mundo en 2017, 77 por ciento corresponde a soya, 80 por ciento a algodón, 32 por ciento a maíz y 30 por ciento a canola.
Los países que adoptaron la soya modificada mediante biotecnología en un nivel superior al 90 por ciento fueron EU, Brasil, Argentina, Paraguay, Sudáfrica, Bolivia y Uruguay; en maíz genéticamente modificado, los países que mostraron un nivel de adopción del 90 por ciento o superior fueron EU, Brasil, Argentina, Canadá, Sudáfrica y Uruguay; los países que adoptaron el algodóntransgénicos en un nivel que alcanza o supera el 90 por ciento son EU, Argentina, India, Paraguay, Pakistán, China, México, Sudáfrica y Australia; y por último, los países que adoptaron la canola con esta tecnología en un 90 por ciento o superior son EU y Canadá.
En el estudio complementario “Efectos socioeconómicos y medioambientales de los cultivos modificados genéticamente entre 1996 y 2016), realizado por PG Economics, se informó que a partir de los cultivos modificados genéticamente se obtuvieron ganancias de 186.1 mil millones de dólares para unos 17 millones de agricultores, “muchos de los cuales eran mujeres o pequeños agricultores responsables del único sustento de sus familias y comunidades”.
Destaca que en 2016, la reducción de emisiones de dióxido de carbono relacionadas con los cultivos a partir de la reducción del uso de combustible y la captura adicional de carbono en el suelo fueron equivalentes a la eliminación de 16.75 millones de automóviles de las carreteras.
Según PG Economics los avances en los cultivos biotecnológicos permiten que los agricultores usen insecticidas y herbicidas de forma más estratégica para reducir así el impacto ambiental asociado con su uso en un 18.4 por ciento en las zonas destinadas a cultivos modificados genéticamente desde 1996.
En términos de inversión agrícola –indica–, por cada dólar invertido en semillas modificadas mediante biotecnología, los agricultores obtuvieron en promedio 3.49 dólares.
“En 2016, los agricultores de los países en desarrollo recibieron $5.06 por cada dólar adicional invertido en semillas modificadas mediante biotecnología, mientras que los agricultores de países desarrollados recibieron $2.70 por cada dólar adicional invertido en estas semillas”, puntualiza.
De acuerdo con el organismo por más de 21 años, los cultivos modificados mediante biotecnología fueron los responsables de la producción adicional de 213 millones de toneladas de soya, 405 millones de toneladas de maíz, 27.5 millones de toneladas de fibra de algodón y 11.6 millones de toneladas de canola.
“Esto ha permitido que los agricultores planten más sin utilizar más terreno, lo que reduce la necesidad de convertir suelos que se caracterizan por su biodiversidad en suelos destinados a la producción agrícola”.
“Los cultivos biotecnológicos ofrecen enormes ventajas para el medioambiente, la salud de las personas y los animales, y contribuyen a mejorar las condiciones socioeconómicas de los agricultores y del público en general”, señaló en un comunicado el presidente del Consejo Directivo de ISAAA, Paul S. Teng.
“La reciente producción de cultivos modificados mediante biotecnología de última generación, como manzanas y papas que no se deterioran ni se dañan, la piña superdulce enriquecida con antocianina, el maíz con mazorcas de mayor biomasa y altos niveles de amilosa, y la soja con contenido modificado de aceite, combinados con la autorización para comercializar caña de azúcar resistente a los insectos, permite ofrecer más variedad a los consumidores y los productores de alimentos”, añadió.
Según los organismos mencionados, promotores de los transgénicos, a medida que una mayor cantidad de países en desarrollo, los cuales suman 19 en total, donde están India, Pakistán, Brasil, Bolivia, Sudán, México, Colombia, Vietnam, Honduras y Bangladesh, aumenta las áreas de estos cultivos y permite efectos benéficos para los agricultores y el medio ambiente. De hecho, los países en desarrollo ahora totalizan 53 por ciento del área de cultivos modificados mediante biotecnología en todo el mundo, detallaron en sus estudios.
Fuente: ISAAA