Aceites orgánicos de aguacate, pepita de uva, ajonjolí y de oliva están generando el interés de empresarios europeos, asiáticos y nacionales, quienes descubren en ellos beneficios, tanto en la elaboración de alimentos como de cosméticos.
Clientes europeos, asiáticos y nacionales incrementan su interés en aceites orgánicos mexicanos. Japón busca principalmente el aceite de ajonjolí, aunque esta oleaginosa no se siembra mucho en nuestra nación, comenta Alejandra Ávila Huerta, responsable de Desarrollo y Comercialización de Oléo Edén.
En su opinión no hay muchas personas que promuevan este tipo de aceites, cuando tenemos –por ejemplo- los mejores productores de aguacate, de donde se pueden extraer.
El aceite de aguacate, comenta, es uno de los más buscados en el mundo por sus propiedades alimenticias y cosméticas, y porque soporta temperaturas de hasta 500 grados Farenheit. Contiene Omega 3 y vitamina E, por lo cual es una buena opción, como también lo es el aceite de pepita de uva, que es un producto estrella que contiene vitamina E, y por ello es muy buscado en el área de cosmética.
Oléo Edén tiene una producción anual en constante crecimiento. Maneja capacidades de 30 a 40 toneladas por tipo de aceite. “Tenemos la capacidad de ofrecer el aceite sin ningún titubeo de producción. La capacidad de la planta es muy amplia, sólo que se produce de acuerdo a lo que el cliente demande”.
Lo anterior es muy positivo para la empresa, ya que durante la 7ª. Exporgánicos, empresarios japoneses mostraron interés por sus aceites orgánicos, pues “todos son productos estrellas para diferentes ramas, para el área cosmética el aceite de pepita de uva y de aguacate. Para la rama alimenticia, el producto estrella es el aceite de oliva, consumido por la industria hotelera y restaurantera”. Y en la cuestión de nuevos mercados: el aceite de ajonjolí es solicitado en Asia y en México, pues a mucha gente le está gustando su sabor, indica Alejandra Ávila.
Respecto a la competencia en el ramo, indica que las compañías productoras de aceites orgánicos no son muchas en México y trabajan de la mano, porque no existe una que sola desarrolle todo el proceso. “Nos ayudamos unas a otras. Hay empresas que refinan, otras que diodorizan, unas que prensan; por lo que todos nos conocemos y trabajamos en proyectos juntos”.
En cuanto a los precios explica que estaban muy elevados en el mercado, aunque se empiezan a estandarizar. En el caso de Oléo Edén, no nos interesa subir precios, si no vender para que un mexicano emprendedor interesado en abrir un negocio costeable pueda adquirirlo. “Este es un negocio redondo. De nada sirve vender caro y que nadie compré. Cuando se promueve un producto a un buen precio, los demás se ven forzados a bajarlo”, dice convencida Alejandra Ávila.
Orientados en materia de comercialización por Engloba, la empresa promueve sus aceites en pequeñas muestras, en la búsqueda de nuevos distribuidores por todo el país. En la actualidad, cuentan con clientes en Cancún, Cuernavaca, Los Cabos, y el Distrito Federal. ”Hay ya por lo menos diez entidades con gente lista para comprar”.
Así la demanda, el mercado está abierto y la empresa ahora busca personas morales y físicas, tiendas orgánicas y de autoservicio, interesadas en distribuir el producto al menudeo o al mayoreo, que ya es buscado por los consumidores, expresa Ávila Huerta.
