En su conferencia magistral durante el Seminario Internacional The Remains, Legacy and Transcendence of NAFTA, organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y la embajada de Canadá, el especialista comentó que el TLCAN en vez de constituir un camino hacia la prosperidad de México ha mantenido y ahondado la enorme brecha de ingreso que nos separa de los países desarrollados.
Prueba de ello es que “desde 1993 el tratado ha contribuido a incrementar en 51 por ciento la economía mexicana y en 54 por ciento la estadounidense”.
De igual forma –dijo- se ha incrementado la migración en nuestro país. De acuerdo con cifras del Pew Hispanic Center Project, durante el periodo de operación del TLCAN (1994-2006) 5 millones 758 mil 800 mexicanos emigraron hacia Estados Unidos. Mientras las estadísticas del Consejo Nacional de Población en México señalan que durante el periodo (1994-2007), el saldo migratorio de nuestro país hacia EU, Canadá y otros países fue negativo en 7 millones 609 mil 398 personas.
Por su parte, el Banco de México reportó que las remesas enviadas a nuestro país por trabajadores mexicanos residentes en EU saltaron de 5 mil 078.9 millones de dólares en 1993 (año previo al TLCAN) a 23 mil 391.8 millones de dólares en 2007.
“La razón de la creciente migración es simple: para crear suficientes puestos de trabajo para los nuevos demandantes de empleo, la economía mexicana debería crecer a una tasa anual del 6 por ciento. Sin embargo, durante el periodo de operación del TLCAN (1994-2007), el PIB mexicano apenas creció a una tasa media de 3 por ciento anual”, precisó el economista.
Dijo que para que la economía mexicana logre crecer de manera sostenida a una tasa próxima a su potencial, como lo consiguió bajo el modelo económico precedente al neoliberal (6.1% anual durante el periodo 1934-1982), es necesario modificar la estrategia de desarrollo e inserción en la globalización.
Por ello, José Luis Calva enfatizó que uno de los posibles caminos se encuentra en la enmienda del TLCAN, no sólo para mejorar los estándares laborales y ambientales, así como el capítulo agrícola, sino también para que sean instituidos fondos estructurales y de cohesión social al estilo europeo, además del libre flujo de mano de obra entre nuestros países, a fin de asegurar realmente la prosperidad compartida en el área del TLCAN.
“El TLCAN es un acuerdo vivo entre tres naciones vivas”, por lo que puede ser modificado mirando hacia otros modelos de integración económica como el europeo y el asiático. Así mismo el investigador afirmó que “pretender la igualdad entre desiguales (dos países desarrollados con un país subdesarrollado), es la razón del pobre desempeño de la economía mexicana”.
