Incursiona en el mercado de tostadas gourmet
Victorino Sánchez Balderas, hijo de padres campesinos dedicados a la producción de maíz criollo, incursionó en 1996 en la industria de la masa y la tortilla para incrementar su ingreso y nivel de vida, empero la competencia desleal que vivió en ese sector lo llevó a buscar otras opciones de mercado, por lo que creó una línea de tostadas, nachos y totopos con sabores tipo gourmet.
Después de trabajar durante 10 años la masa y la tortilla, en 2006 este productor de maíz empleo sus propios recursos para consolidar la marca “Nachos y tostadas, Sureñitas de Tehuacán”, con el objetivo de continuar en la industrialización del maíz, proporcionando productos de calidad en el mercado local, regional, nacional y de exportación.
Así, aprovechando su experiencia como productor y el conocimiento sobre el mercado local, empezó con la elaboración de sus tostadas gourmet empleando su producción de maíz (que obtiene en 15 hectáreas bajo el sistema de riego por gravedad) y la de otros productores de la región.
Fue entonces cuando junto a otros seis socios, constituyó la Sociedad de Producción Rural, denominada Productores de Tostadas de Maíz de Azumbilla, la cual ya tiene su planta, en San Pedro Chapulco, Puebla, con capacidad para producir mil paquetes de tostadas diarios.
Cada día emplean 250 kilos de maíz para elaborar 700 paquetes de tostadas, los cuales son comercializados al detalle, por mayoreo y en cadenas de autoservicio como Aurrerá, donde colocan su producto en exhibidores propios con el logotipo de la marca. En estos lugares se pueden encontrar las tostadas, nachos y totopos en diferentes sabores como: chipotle, jalapeño, ajonjolí, nopal, chía, amaranto y las endulzadas con piloncillo que tienen figuras de dibujos animados para los niños.
El empresario rural asegura que los factores del éxito de su proyecto han sido: la participación de sus integrantes en todas las labores productivas y de servicio; contar con una infraestructura productiva y comercial que cumple con las especificaciones de salubridad y ubicación, así como 3 vehículos para realizar la repartición del producto por rutas.
Aunque también manifiesta que hay factores de riesgo para la empresa como el aumento en el precio de la tonelada de maíz (la cual se vende a tres mil 700 pesos en Tehuacán) y el alza en el precio de los combustibles, los cuales repercuten en los costos de producción (aceite comestible, luz, gas) y comercialización desde el empaque hasta la distribución del producto en el mercado.
A futuro, esta empresa rural piensa trabajar con productores de maíz de la región bajo agricultura por contrato; incursionar en la elaboración de tostadas orgánicas y colocarse en las cadenas comerciales del país además de lograr la exportación de su producto al mercado internacional.
