Su elevado contenido de energía y la facilidad en su producción, han convertido a la papa en un importante elemento de la agricultura urbana, que brinda empleo y seguridad alimentaria a unos 800 millones de personas. De ahí que la Organización de las Naciones unidas (ONU), a través de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) resolvió declarar el 2008 como el Año Internacional de la Papa, luego de considerar que este cultivo puede contribuir a proporcionar seguridad alimentaria y aliviar la pobreza de la población. Hoy en día la papa (Solaum tubersum) es el cuarto cultivo alimentario, con una producción hasta el 2006 de casi 315 millones de toneladas; de las cuales más de la mitad fueron cosechadas en países en desarrollo. Según datos del Centro Internacional de la Papa durante los últimos diez años la producción de papa a nivel mundial se ha incrementado a una tasa media anual de 4.5 por ciento, superando la producción de muchos otros importantes productos alimentarios en los países en desarrollo, particularmente en Asia.Hasta hace poco, el mayor volumen de papas se producía y consumía en Europa, América del Norte y la extinta Unión soviética, sin embargo desde la década de los noventas la producción se ha extendido extraordinariamente en África, Asia y América Latina, elevándose de menos de 80 millones de toneladas en 1990 a 161.5 millones de toneladas en 2005. En la actualidad más del 40 por ciento de los cultivos de papa en el mundo se produce en China, la Federación de Rusia y la India.Este tubérculo es una importante fuente de alimentos, empleo e ingresos en los países en desarrollo, donde la producción se ha duplicado con creces en los últimos 15 años.El organismo señala que si bien en Europa el consumo per capita de papa ha disminuido, éste ha aumentado en las naciones en desarrollo, al pasar de menos de 10 kilogramos por persona, en el lapso de 1961 a 1963, a 21.52 kilogramos en el 2003.El consumo de papa –originaria de los Alpes sudamericanos- sigue siendo muy inferior en los países subdesarrollados, en relación con Europa, que es de 93 kilogramos por persona, pero todo indica que en el futuro el consumo aumentará considerablemente.Por su parte, los investigadores están aprovechando el potencial de la papa para incrementar todavía más su productividad, especialmente en zonas agrícolas marginales, donde es difícil producir otros cultivos.
