Frutas y HortalizasGranos y OleaginosasPolítica Agrícola

Planea Sagarpa reconvertir áreas maiceras hacia cultivos más rentables

 

México debe aprovechar el escenario actual de precios en granos para reconvertir a cultivos que tienen más rentabilidad en menor superficie, como frutas y hortalizas, ya que el maíz, por ejemplo, requiere grandes extensiones de tierra para ser negocio. Además, esta el riesgo de que Estados Unidos cambie su política energética y nuestro país enfrentaría problemas.

La Secretaría de Agricultura tiene como meta ser autosuficiente en la producción de maíz, que hoy se cultiva sobre 8 millones de hectáreas (has), e incrementar la productividad de 3 a 5 toneladas (ton) para pasar de 24 a 33 millones de toneladas de producción con menos superficie.

Con esta orientación se podrían sembrar 6.5 millones de has de maíz y destinar 1.5 millones de has para otros cultivos como hortalizas, frutales o plantaciones forestales, que tienen mayor rentabilidad, plantea a Imagen Agropecuaria el subsecretario de Agronegocios de la Sagarpa, Jeffrey Jones.

El funcionario argumenta que entre 1996 y 2006 el cultivo de maíz ocupó 51 por ciento de la superficie sembrada y cosechada del país y representó sólo 30 por ciento del valor de la producción por ha; en 2006, las frutas y hortalizas, con apenas 2 por ciento de aumento en superficie, registraron un incremento del 10 por ciento en el valor de la producción de estos sectores.

En el entorno global –indica—un agricultor gana 10 mil pesos por ha en maíz; en Chiapas un productor de papaya obtiene ingresos de 440 mil pesos en la misma superficie, con un esquema efectivo y condiciones favorables. En el Estado de México 10 mil hectáreas de flores producen el mismo valor que 500 mil has de maíz.

“Es una ventaja competitiva que tenemos que aprovechar y en vez de estar expulsando a la gente aprovecharla en ese tipo de actividades”, remarca el funcionario federal.

Jeffrey Jones subraya: “Si tu tienes una hectárea de tierra de maíz, aun con estos precios a nivel mundial, es una sentencia de vivir en la pobreza…Es una falacia el pensar que vamos a sacar a toda la gente de la pobreza produciendo maíz; no lo hemos hecho en 70años”. Hay maiceros de 2 a 5 has compitiendo con productores que tienen entre 2 y 5 mil has en Estados Unidos y Brasil.

De hecho, anota el subsecretario de Agronegocios de Sagarpa, la superficie de maíz ha ido disminuyendo y esta aumentando la producción. Hay que acelerar esta tendencia.

Y es que, subraya, “con productividad podemos lograr los objetivos de tener más maíz y al mismo tiempo irnos convirtiendo a otros cultivos que tienen más oportunidad económica”.

De acuerdo con el análisis de la subsecretaria de Agronegocios, denominado Planeación Estratégica de Reorientación al Mercado: ”la meta es incrementar la proporción de valor en la agricultura de las frutas y hortalizas al 50 por ciento, lo cual podría traducirse en un crecimiento real del PIB agrícola superior al 19 por ciento”.

Precisa que “para lograrlo se estima que se requiere reconvertir 984 mil 400 has dedicadas hoy en día a la producción de cereales y forrajes hacia la producción de frutas y hortalizas”.

Al mismo tiempo, “para mantener constante la producción de cereales y forrajes se estima que se debe incrementar su rendimiento agregado en 7.2 por ciento”.

En el año 2006 –establece– se cosecharon unos 20 millones de has. La meta de 984 mil 400 hectáreas reconvertidas de cereales y forrajes a frutas y hortalizas representa un 5 por ciento del total de la superficie.

Cultivos de oportunidad

México –apunta– tiene ventajas competitivas, por su ubicación y variedad de climas, para especializarse en cultivos donde tiene un enorme potencial y debemos alinear toda nuestra actividad agroalimentaria a lo que esta demandando el mercado.

Entre los cultivos de oportunidad donde ha aumentado la demanda al mercado estadounidense –que absorbe 85 por ciento de las exportaciones mexicanas– está el aguacate, brócoli, berenjena, chile, espárrago, coliflor, pepino, fresa, tomate, mango, papaya, y camarón. En el ámbito interno crece la demanda de algodón, arroz, uva, aceite de palma, manzana y carnes de porcino, bovino, ave, así como leche y camarón.

Por eso insiste: Debemos aprovechar el momento de irnos convirtiendo a cultivos más rentables, porque qué pasaría si los estadounidenses abandonan esta política y se van a energía nuclear y deciden ya no producirla a partir de maíz, eso generaría excedentes importantes que incidirían en los precios internacionales de los granos. En forma momentánea el escenario sería peor al que había antes de esta política energética, mientras hacen su transición o reducen su superficie maicera.

“Por eso tenemos que ir pensando hacia otras actividades, donde independientemente del maíz, en la medida que estemos más fortalecidos en estos cultivos, ya no seamos tan afectados, tan dependientes de la decisión de los Estados Unidos”, expone Jones.

El mejor de los escenarios proyecta que en próximos diez años habrá precios estables y hay que aprovechar la coyuntura. Los maiceros, asegura, sí podrían reconvertir.

La década del financiamiento

Jeffrey Jones reflexiona: la política en el país ha estado enfocada a productos extensivos, que no producen valor, además de que hemos vivido inflación “galopante” y con altas tasas de hasta 150 por ciento. En ese contexto se diseñaron políticas públicas asumiendo que el financiamiento no funcionaba, porque con esa tasas quién hace negocio. Empero, en los últimos años con una inflación estable, el enfoque del gobierno es un paquete de financiamiento hacia esos cultivos de más largo plazo y que generan más valor.

Ante el nuevo escenario y con los precios actuales, el funcionario refiere que la Sagarpa busca tener una excelente política agroalimentaria para que el financiamiento fluya al sector y considera que “vamos a vivir la década del financiamiento”. Por ejemplo, el Fondo Nacional Mutualista para caña de azúcar por cada peso de garantía que aportó el gobierno federal se detonaron 12.5 pesos para, con una tasa accesible para el productor.

Por último, Jeffrey Jones destaca que hay otras políticas que necesitamos para atender la pobreza rural, por ejemplo, la educación y buscar otras fuentes de ingresos, como el turismo; lo que ha fallado es la política no agroalimentaria.

Como legislador el funcionario atendió los problemas migratorios, por lo que anota que 500 mil mexicanos dejan de vivir aquí en forma permanente cada año, esa es la política de desarrollo rural: ‘quieres salir adelante ve a Estados Unidos’. Tenemos que generar otras oportunidades adicionales en zonas rurales, no nada mas agroalimentarias o agropecuarias; confundimos muchas veces el combate a la pobreza con lo que es la política agroalimentaria.

1 2Página siguiente
Mostrar más

ERNESTO PEREA

Periodista especializado en temas agropecuarios y agroalimentarios. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, otorgado por el CONACYT. En la actualidad director del portal web www.imagenagropecuaria.com Autor del libro Voces y vivencias del movimiento orgánico Ha colaborado con las revistas editadas por el Grupo Expansión. Ha sido consultor de la FAO. Brinda servicios de comunicación, información, análisis y consultoría para diversas empresas e instituciones. Correo electrónico: editor@imagenagropecuaria.com

Articulos Recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button