Tendrá crisis y proteccionismo efectos de largo plazo para países pobres
Aunque organismos internacionales y gobiernos se empeñan en hablar de una recuperación de la economía para el año 2010, “la crisis no ha terminado para los pobres”, ya que “las deficiencias nutricionales tendrán efectos en el largo plazo”, al menos esto último es lo que advierte Máximo Torero, director de la División de mercados, comercio internacional e instituciones del Instituto Internacional de Investigaciones de Políticas Agroalimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés) de Washington.
El impacto de la crisis es muy severo sobre los pobres, ya que entre 50 y 70 por ciento de su ingreso lo gastan en alimentos y los salarios no se ajustan con el alza de precios, aseveró el también coordinador para Latinoamérica del organismo.
La tendencia es que los precios seguirán a la alza y se observa que los agricultores no necesariamente están recibiendo el beneficio de este incremento, expuso.
Añadió que el actual escenario económico ha obligado a los sectores marginados a vender sus activos productivos, a sacar hijas e hijos del colegio; además su nivel de dieta es bajo y las deficiencias nutricionales altas, mientras que el nivel de desigualdad esta debajo de la línea de pobreza.
Durante su intervención en el Foro Global Alimentario, organizado por el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) a mediados de septiembre, expuso que la crisis de alimentos dio como resultado 200 millones de personas se movieran a la pobreza extrema, y la mitad de los mismos siguen ahí, es decir, un total de 1.4 mil millones de personas aún son pobres en países en desarrollo.
El especialista recordó que de acuerdo con la FAO en el 2008, existen 40 millones de hambrientos adicionales en el mundo y para el 2009 se prevé que serán mil millones en esta situación.
Política de acción
Al delinear cuatro prioridades de acción indicó que a nivel país se debe expandir programas de protección social y nutrición infantil y ser más eficientes en vincular a los pequeños productores con el mercado.
En tanto las medidas a nivel global son reducir barreras al comercio y la volatilidad del mercado.
Remarcó que los costos de incrementar el proteccionismo son muy altos y que el fracaso de la ronda de Doha, si las tarifas se incrementan a los límites actuales de OMC afectaría 11.5 por ciento de las exportaciones de países en desarrollo, que tendrían un costo de 353 mil millones de dólares.
Por ello, propuso que para reducir volatilidad del mercado debe haber un arreglo institucional nuevo, donde se diseñe una reserva física mínima para ayuda humanitaria, y un mecanismo (A safeward mechanism) para manejar el riesgo a través del desarrollo de las reservas virtuales respaldadas por un fondo financiero que permita calmar los mercados de ataques especulativos.
Con relación a la cadena de valor, deberá haber un mayor número de pequeños productores con producción para vender; mejorar la seguridad alimentaria mediante incrementos en productividad y diversificación del ingreso; mejorar la adopción de mejores tecnologías y mayor diversidad de canales de mercado para cereales; acceso a mecanismos de mercado incluyendo infraestructura de almacenamiento, crédito y transporte, habilitando políticas y regulación apropiada, incluyendo el apoyo de pequeños productores y apertura del comercio internacional
Dentro del esquemas de precios deben tomarse en cuenta incentivos en productividad y estándares de calidad; acceso a crédito; productividad; desarrollo de asociaciones de productores y productos amarrados al mercado, entre otras medidas.