Bloquean grandes cerveceras a microcerveceros artesanales
Contra lo que dictan las leyes mexicanas en materia de competencia económica, “estos dos monstruos se han encargado de bloquear el acceso de cervezas de especialidad a través de las prácticas monopólicas”, subraya Jaime Andreu Galván, portavoz de la Asociación Cervecera de la República Mexicana (Acermex), que agremia 16 microcerveceros.
“Los monopolios están bloqueando el desarrollo de la cerveza y el que penetren nuestros productos en el mercado, ya que en Baja California 99 por ciento de los clientes están con el Grupo Modelo o Cuauhtémoc Moctezuma y no nos permiten entrar”, secunda José Real, de la cervecera Cucapá, ubicada en Baja California, que exporta a Estados Unidos y países de la Unión Europea.
Para Cervecería Tijuana (TJ Beer), microcervecera originaria de Baja California, en el caso de los insumos los costos de importación son semejantes a los costos de compra en México, porque “desgraciadamente el monopolio de Grupo Modelo y Grupo Femsa, hacen que tengamos que salir al extranjero a comprarlos y aunque hay en México, toda la industria está cooptada por las dos grandes cerveceras”, subraya Israel Acevedo, representante para México de la firma.
Elizabeth Rosas, directora creativa de Cerveza Calavera, añade que esta práctica va contra la ley de competencia y este tipo de obstrucciones o exclusividades están prohibidas aquí en México de acuerdo a la ley.
La lucha es un símil de David contra Goliat. Y es que en México por cada millón de cervezas sólo dos son artesanales. Esta desproporción se explica, en parte, porque el consumo de esta última es una tendencia nueva, ya que no se conocía hace diez años.
Las empresas integradas en Acermex producen poco más de 60 mil hectolitros, pero es un segmento en constante crecimiento, ya que en últimos tres años creció más del 50 por ciento, expresa Jaime Andreu, también director de la Cervecería Primus.
Dado el procesamiento y la materia prima que se emplea para su elaboración, la cerveza artesanal se vende en el mercado en promedio de 20 a 30 por ciento más que de una cerveza convencional, aunque algunas por su calidad pueden estar 80 por ciento más arriba. Por ejemplo, hay cervezas de 355 mililitros que fluctúan entre 20 y 30 pesos.
Jaime Andreu asegura que no todas las artesanales son caras, pero esto está asociado a que nos impiden acceso a insumos nacionales, las malteras nacionales no nos venden y además pagamos impuesto de importación. Esto sumado incrementa 30 por ciento el costo de la cerveza en general.
Los microcerveceros buscan sortear este tipo de bloqueo de acceso o desplazamiento de que son sujetos, ya que en ciertos restaurantes sólo se ofrecen cervezas de Cuauhtémoc-Moctezuma o Grupo Modelo, condicionando a los establecimientos a esta práctica a cambio de ciertos beneficios –refrigeradores, mesas o sillas–, siendo el más perjudicado es el consumidor a lo tener opciones de consumo.
Andreu Galván destaca que es complicado conseguir insumos, ya que requerimos 100 por ciento malta de cebada y algo de trigo. Aunque hay cebada en el país, el problema es maltear y la industria maltera está totalmente controlada por las dos grandes empresas cerveceras del país. Por ello, nos hemos visto obligados a importar de Estados Unidos, Canadá y Europa.
La Acermex trabaja en alternativas para evitar este tipo de prácticas y por el momento realizan alianza para importar en forma conjunta sus insumos. También ha difundido el “manifiesto antimonopolio cervecero” para pugnar porque se eliminen las prácticas monópolicas en México.
Exportan hasta Irak
Entre 30 y 35 por ciento de los agremiados de Acermex han tenido la experiencia de exportar con buenos resultados. Cervecerías como Cucapá, TJ Beer y Mexicali están teniendo mayor participación de sus ventas en el extranjero que en México.
Las microcerveceras de la asociación han recibido una docena de premios internacionales en Estados Unidos, Europa y Australia. TJ Beer ya ha exportado a Japón, un mercado muy exigente y ha tenido buena aceptación; Minerva ha exportado a Irak.
“Es triste que no pueda comercializarse en México por prácticas injustas, que ya pertenecen al pasado”, lamenta Jaime Andreu, quien agrega que “tenemos la calidad y la aceptación de un producto de calidad internacional, lo que detiene es la parte de insumos y el bloqueo comercial”.
Por ejemplo, Cucapá es una microcervecera que inició en Mexicali en el año 2002, que se dedica a la elaboración, embotellado y distribución del producto. “Hemos tenido buena aceptación en el mercado, exportando a los Estados Unidos desde inicios del 2004, nuestro mercado más fuerte, Nueva Zelanda, Australia y para la República Mexicana”.
De su producción, esta empresa exporta entre 40 y 50 por ciento y envía contenedores –con mil 600 cajas cada uno— a los países mencionados. En México tiene distribuidores en entidades como Guadalajara, Estado de México, Querétaro y están iniciando en Monterrey.
José Real comenta “estamos fomentando la cultura de la cerveza; no queremos que la gente tome nada más por emborracharse, sino por el placer de disfrutar un buen platillo. Por ejemplo, nuestra cerveza clásica hace un perfecto maridado con pescado, mariscos, pollo, ensaladas; y la obscura con carnes rojas”.
Israel Acevedo, representante para México de TJ Beer, platica que esta microcervecera es originaria de Tijuana, Baja California y desde hace 10 años produce, distribuye, compra y vende insumos para cerveza artesanal mexicana.
Exportan a California, México y América Latina, aun cuando no existe una cultura cervecera en México y particularmente hay un segmento del mercado que está muy focalizada hacia la cerveza comercial. De cada 10 mexicano 7 consumen cerveza y de ellos 6 consumen cerveza comercial no artesanal. “Si hay cultura de la cerveza comercial, pero no artesanal”, reflexiona Israel Acevedo.
Importan sus insumos de República Checa, ya que el fundador y director de la empresa es cónsul honorario de esa nación y aprovechan el conocimiento de los mejores maestros cerveceros del mundo, que se encuentran en Alemania y dicha nación.
Una Calavera de buen sabor
Elizabeth Rosas, directora de Arte de Cervecería Calavera, que se constituyó hace dos años y empezó a comercializar en el mercado hace un año, platica que su esposo es maestro cervecero y nos dimos cuenta que tristemente en México la cerveza artesanal es muy escasa y nos pareció muy buena idea empezar a comercializar diferentes estilos, sobre todo europeos y algunos americanos.
En este momento la empresa importa todos sus insumos tanto de Europa como de América y el agua es 100 por ciento de manantial, tenemos que comprarla desafortunadamente porque el agua de manantial ya es escasa en la Ciudad en México; tenemos la esperanza y el proyecto de poder en algún momento tener nuestros propios insumos mexicanos.
Calavera cuenta con estilos europeos a los que se agregó chile para maridarlo con mole y exaltar el sabor de éste “sin matar el sabor de la cerveza y viceversa”. Estamos tratando de maridar cervezas con platillos mexicanos, para que la gente disfrute de la experiencia de comer platillos mexicanos con cerveza de alta calidad.
¿Hay una cultura de la cerveza en México?
No, desafortunadamente no la hay del todo, apenas se está dando, afortunadamente ha empezado un movimiento de cerveceros artesanales, poco a poco y con muchas dificultades, porque la materia prima es bastante difícil de conseguir aquí, la distribución es muy difícil, hay ciertos monopolios que nos están obstruyendo y no nos dejan llegar a todos.
Los microcerveceros han tenido acercamientos con agricultores para buscar proveedores de insumos, pero al no poder utilizar el cereal tal como viene del campo, ya que necesitan maltearlo, se ven imposibilitados de tener una relación comercial. Y es que es más caro poner una maltera que una cervecería.
Además, señalan, es muy difícil conseguir insumos sobre todo la malta y el lúpulo es casi imposible sembrarlo en México, porque requiere de ciertas características de luz que en el país son muy limitadas y se tiene que importar de Europa. Esto podría ser aprovechado en México, pero no se han encontrado ni los medios ni la posibilidad de que nos vendan malta con la calidad requerida.
El mercado de la cerveza artesanal
Los microcerveceros coinciden en señalar que la cerveza artesanal es un producto gourmet, selecto, cuyo segmento de mercado es la clase media, media alta y la clase alta, aun que para su sorpresa sectores populares gustan de la bebida. Además, sólo se encuentra en ciertos puntos de venta y no hay accesibilidad para toda la población, sin embargo tiene precios competitivos frente a la competencia.
“Hemos aprendido mucho, porque pensamos que sería un grupo de personas muy selecto, de un nivel socioeconómico alto, enfocado a productos muy exclusivos, por el tipo de precio, pero afortunadamente y para nuestra gran sorpresa es bastante grande la gente deseosa de probar cosas nuevas y sobretodo de buena calidad”, acota Elizabeth Rosas.
Del total de cervezas artesanales entre 12 y 13 están bien posicionadas en el mercado y el resto son cervezas aunque artesanales pero más caseras.
El mercado va creciendo y la expectativa es buena para los próximos cinco años si se conserva el mismo nivel de precio. La idea de los microcerveceros es abarcar primero la parte centro del país, al menos en la zona geográfica, los primeros 16 estados; y posteriormente continuar con el mercado centro y latinoamericano. Hoy ya tienen un buen segmento de mercado en Estados Unidos, especialmente en California.
Jaime Andreu señala que este sector tienen la meta de crecer y en el año 2016 producir 650 mil hectolitros y en seis años tener el triple de microcerveceras es decir 45 o 50 empresas, además de ocupar el 1 por ciento del mercado en volumen y 2.5 por ciento del mercado en pesos, porque el precio es un poco superior a la cerveza comercial.
Las alternativas para promover sus productos son los festivales organizados por la asociación en el Distrito Federal, Tijuana, Guadalajara y otras ciudades.
_______________________________________________
Cervezas artesanal vs convencional
*La cerveza artesanal usa 100% malta de cebada o trigo y lúpulo; la industria cervecera también usa cebada sin maltear, maíz, arroz u otros insumos, lo que se refleja en el sabor y en el bajo precio.
*La cerveza artesanal solo añade un insumo que enaltezca la calidad o el sabor de la cerveza, a partir de esto es más versátil al poder añejar en barricas especiales, lo que no sucede con la comercial.
*La artesanal depende de la destreza del maestro cervecero y la industrial en parámetros químicos y la máquina.
*Se le llama artesanal por la forma y el tiempo en que se elabora, por los insumos, los ingredientes, por el maestro cervecero y es un proceso manual más elaborado, más selecto, tarda más tiempo y esto da un sabor muy especial a la cerveza. “Es como comer buena comida casera contra una comida comercial”, dicen los microcerveros.