Con patas, alas y crestas, empresas avícolas incursionan en Asia y África
El volumen es pequeño, ya que en general México no ha desarrollado su sector avícola hacia el exterior, pero al primer semestre del año siete empresas exportaron un total de 6 mil 756 toneladas (ton), de las cuales Bachoco –principal productor de pollo en la industria avícola mexicana– participó con mil 345 ton de garras de pollo, patas, pollo entero, filetes, alas, medallones y piernas, que envió hacia China, Hong Kong, Japón y Vietnam.
La empresa Procesadora de Aves de Tepa aportó en este periodo mil 918 ton de gallina, cresta de gallina y patas, que colocó en Angola, Congo, Hong Kong, Vietnam y República del Congo; mientras que Tyson de México canalizó hacia Vietnam mil 260 ton de alas, mollejas y patas.
De acuerdo con información de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), otra de las empresas que incursiona en estos mercados es Proteína Animal que, durante el periodo enero-junio del presente año, envió poco más de mil ton de huevo fresco a países como Angola, Emiratos Árabes, República del Congo, Gambia, Liberia y Mauritania.
Avibel de México aportó 964 ton de huevo entero líquido con sal y de deshidratado, albúmina de huevo y yema deshidratados, que llegan a Alemania, Japón, Rusia y Costa Rica; Pilgrim´s Pride contribuyó con 67 ton de garras de pollo que se van hacia Hong Kong.
En los últimos cuatro años las exportaciones para los mercados de Asia y África han crecido y el año pasado representaron 7 millones 926 mil dólares y 3 millones 415 mil dólares, respectivamente.
Jaime Crivelli, presidente de la UNA, ha señalado que el volumen no es considerable, pero se está haciendo la logística necesaria para incrementarlo, ya que todo lleva un proceso diferente y algunos piden los puros dedos de la garra del pollo. “Inclusive se están exportando crestas de gallina ponedora, especie que aunque es pequeña posee una cresta muy grande que sirve también para alimentación”.
Explicó que en México se consumen patas de pollo, pero en países asiáticos es un producto gourmet, donde el margen de ganancia probablemente sea el doble.
Crivelli consideró que en nuestro país estamos haciendo muy mal en no comer ese tipo de alimento, ya que contiene una proteína que ayuda mucho a problemas de articulaciones. Los mercados asiático y africano sí demandan estos productos avícolas y hasta son productos gourmet.
