En el marco del Día Mundial de la Alimentación –que se celebró el pasado 16 de octubre–, el director general de la FAO, Jacques Diouf, planteó una serie de medidas que deben de tomarse para lograr una reducción rápida en el número de personas hambrientas. "Hay que ser firmes para invertir la tendencia negativa a largo plazo del porcentaje de la agricultura en la ayuda oficial al desarrollo, que cayó desde del 19 por ciento en 1980 al 3 por ciento en 2006, y se encuentra ahora alrededor del 6 por ciento", añadió.
"Los gobiernos de los países de bajos ingresos y déficit alimentario deberían también incrementar el porcentaje de la agricultura en sus presupuestos nacionales, desde la media actual del 5 por ciento a un mínimo del 10 por ciento", consideró.
Entre las medidas necesarias para extender una mayor seguridad alimentaria se encuentra la estabilización de los mercados alimentarios y es necesaria una mayor coherencia y coordinación en las opciones políticas para garantizar mejor un acceso sin obstáculos al suministro mundial, y una mayor confianza y transparencia en el funcionamiento de los mercados.
Además, se requieren con urgencia herramientas y mecanismos eficaces para hacer frente a la volatilidad de los precios de los alimentos, anotó el director general de la FAO.
El presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, Kanayo F. Nwanze, llamó a ver las cosas desde el punto de vista de las oportunidades, ya que la gente lamenta que en África sólo seis por ciento de la superficie sea de riego, o de que el uso de fertilizantes en el continente es de tan solo la décima parte que la media mundial; pero sabemos que 60 por ciento de las tierras sin cultivar están en África. “Imaginen el potencial, con cerca de 2 mil 500 millones de personas que trabajan en áreas rurales -los pequeños campesinos del mundo-, si éste se aprovecha adecuadamente”.
Al conmemorar el Día Mundial de la Alimentación de este año, el papa Benedicto XVI, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, y el director general de la FAO pidieron la unidad del mundo para actuar de forma firme y concreta contra el hambre produciendo más alimentos en los países en los que viven las personas hambrientas.
Kagame anotó que en la mayoría de los países en desarrollo continúa siendo responsabilidad del gobierno crear el clima adecuado para los agricultores, especialmente los pequeños campesinos y los agronegocios asociados.
Manifestó que "la seguridad alimentaria sostenible se alcanzará dentro del marco general de la erradicación de la pobreza".
En un comunicado con motivo del Día Mundial de la Alimentación en Roma, el papa Benedicto XVI señaló que "para eliminar el hambre y la desnutrición, es necesario superar los obstáculos del propio interés para hacer espacio a una fructífera gratuidad, manifestada a través de la cooperación internacional como expresión de una genuina fraternidad".
