Diversos organismos mexicanos y en el mundo señalan que el precio de los granos observa una tendencia alcista en los próximos meses, por tal motivo la Confederación de Porcicultores Mexicanos (CPM) se previene y planea trabajar bajo un esquema de compras anticipadas de grano, de coberturas y acuerdos con los productores y organizaciones campesinas mexicanas, a quienes les compran la mayor parte de los insumos que emplean en su producción.
Sin embargo, no siempre se puede satisfacer la demanda de grano con la producción nacional, al contrario, como México presenta una alta dependencia para garantizar la cobertura nacional de estas materias primas, y de muchos
otros productos agrícolas, se tienen que hacer compras en el mercado internacional, en particular con Estados Unidos.
Otra medida para amortiguar el alza en el precio de los insumos es hacer más eficientes los centros de producción, esto mediante el registro estricto en controles de todos los procesos que se llevan a cabo en los rastros y granjas. Si se tiene un registro preciso del alimento, las vacunas y todos los procesos en general, se pueden detectar las fugas de recursos y con base en ello, tomar acciones en concreto para corregir las fallas, destaca Alejandro Ramírez, director de la CPM.
Altas importaciones
Uno de los retos que enfrenta la industria porcícola mexicana es reducir el volumen de importaciones, pero la tarea es muy complicada, ya que por la ubicación geográfica de nuestro país, este mercado es idóneo para que el vecino del norte coloque sus productos.
Anualmente importamos 330 mil toneladas de pierna de cerdo de Estados Unidos, que son muchas más de las que producimos (260 mil toneladas). Puesto que en la Unión Americana los productores porcícolas recuperan 65 por ciento de su inversión tan sólo en la comercialización de lomo y tocino, el precio de los demás cortes es muy bajo y encuentran cabida idónea en México.
En comparación, los productores mexicanos recuperan 60 por ciento en la venta de pierna, espaldilla y vísceras. De ahí los grandes cupos de importación de pierna y espaldilla, pero contrario a porcicultores estadounidenses, los mexicanos no pueden colocar sus cortes de lomo y tocino en aquel país, por todas las trabas gubernamentales que obstruyen el comercio establecido en el TLCAN desde 1994.
Este tratado sólo trajo más complicaciones al mercado interno de la producción de carne de cerdo, ya que previo a la firma del acuerdo de libre mercado, únicamente se importaba 5 por ciento de la producción nacional, y hoy día se importa alrededor del 50 por ciento, se incrementó la importación de forma brutal, explica el director de la CPM, que aglomera a más 80 por ciento de los productores porcícolas de nuestro país.
A pesar de las dificultades que presenta la industria porcicola, su producción anual se valúa en 26 mil millones de pesos y, genera 300 mil empleos directos y alrededor de 800 mil indirectos. Asimismo, brinda oportunidad de empleo a productores, veterinarios, ingenieros, obreros, comercializadores, transportistas, carniceros, campesinos, industriales, entre otros.
