Árboles de navidad naturales, tradición sustentable
La producción de 800 mil árboles de Navidad en México abastece menos del 50% de la demanda nacional interna, que es un millón 800 mil ejemplares por año; el resto se importa de EU y Canadá.
Cuando se coloca un árbol de Navidad natural la casa tiene un aroma a bosque, por las noches las habitaciones se iluminan de colores intermitentes y los seres queridos se reúnen sólo para contemplarlo e imaginar que clase de regalos podrán aparecer debajo.
Un árbol de Navidad natural también representa beneficios redondos para los productores, la economía y la sustentabilidad ambiental.
El establecimiento de plantaciones de estas especies permite la reincorporación del suelo al uso forestal, la captura de carbono y la recarga de mantos acuíferos.
En México los centros productivos de esa clase generan empleos directos en áreas rurales, y en época de cosecha, deja ganancias de 300 a 500 mil pesos por hectárea, de los cuales 50 por ciento son utilidades netas.
Crece producción interna pero no la compran
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en el país, a partir de los años noventa, la producción de árboles de Navidad ha tenido un crecimiento que permite ofertar alrededor de 800 mil unidades al año, que representa poco menos del 50 por ciento de la demanda nacional interna de un millón 800 mil ejemplares anuales.
Las entidades del país que participan con los más grandes volúmenes de árboles navideños son Chihuahua, Durango, Coahuila, Guanajuato y Michoacán. Sin embargo, otras demarcaciones se están incorporando a esta actividad, el Distrito Federal es una de ellas.
En la zona del Ajusco, de la Delegación Tlalpan, se instauró el plantío Lomas de Tepemecatl, integrado por comuneros y productores dedicados a la producción y comercialización de árboles de Navidad.
En 1997 comenzaron con dos pequeñas parcelas, que al paso de los años se extendió a 65 hectáreas, en las que siembran, su mayoría, ejemplares de la especie Pinus ayacahuite (75 por ciento), y en menor cantidad, las variedades Pseudotsuga macrolepis (10por ciento) y Abies religiosa (15 por ciento), con una densidad promedio de 3 mil 564 plantas por hectárea.
Los comuneros de este centro piloto para la producción de pinos navideños señalan que en el 2010 tenían una producción de 60 mil ejemplares listo para ser vendidos, no obstante, sólo pudieron comercializar 5 mil árboles.
Explican que las principales razones por las cuales no vendieron sus pinos fue por la importación de arboles de Navidad de Estados Unidos y Canadá, que tienen características más estéticas y que se ofertan, en ocasiones, a mejores precios. Asimismo, la falta de recursos para la promoción y difusión de su centro productivo redujo sus oportunidades de venta.
Lomas de Tepemecatl además de ofertar los ejemplares ornamentales, que los visitantes pueden seleccionar y cortar a su gusto; permite a la gente recorrer las plantaciones, pasear a caballo, consumir ricas quesadillas y disfrutar de un día de campo familiar.
A través del programa ProÁrbol, la Conafor brinda apoyos para la instauración de plantaciones de árboles de navidad en las zonas boscosas de todo el país. La institución asignó un monto de 100 millones 794 mil 710 pesos, en beneficio de 500 productores de 23 estados de la república, para establecer 11 mil 314 hectáreas forestales de ese tipo.
En la capital del país y límites de urbanizaciones, los cultivos de árboles de navidad también representan una valiosa alternativa para evitar el avance de la mancha urbana sobre terrenos no arbolados.