Banca de desarrollo, 93trinidad imposible94
En el Palacio Legislativo de San Lázaro, donde se realizó el encuentro, el presidente de la Comisión de Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados, Javier Usabiaga Arroyo, aseveró que el problema del campo mexicano no es la falta de crédito, sino la comercialización de productos, la seguridad en la tenencia de la tierra, la aplicación de nuevas tecnologías y la renovación del sector en su conjunto, por eso no hay crédito.
Guillermo Ortiz, ex titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y ex gobernador del Banco de México, esbozó que la banca de desarrollo debe ser un bien público, ofrecer servicios y recursos a los sectores que –por muchas razones- la banca comercial no atiende– y fungir como “incubadora” de futuros sujetos de crédito.
En su oportunidad, Miguel Hakim Simón habló de la orientación de la banca de desarrollo y si ésta debe ser multisectorial o universal. La primera se refiere a crear órganos o instituciones que atiendan a un sector productivo en específico, como ocurre con el sector agropecuario en México.
Las instituciones universales –explicó– tienen que ver con consolidar a una o dos instituciones financieras para el desarrollo, de preferencia ya existentes y, definir claramente sus funciones. FIRA debería, primero, ofrecer servicios financieros a precios del mercado y, después consolidarse junto con la Financiera Rural para crear una agencia de desarrollo, que no sólo ofrezca servicios financieros, sino que los acompañe de asesoría y educación para la creación de proyectos productivos, consideró.
En su presentación “La banca de desarrollo en el concierto internacional,” o más bien “desconcierto mundial,” detalló que en el mundo existen 750 instituciones crediticias para el desarrollo, casi cuatro por cada país. La mayoría son de carácter estatal, los gobiernos son los principales promotores del crédito para el desarrollo. No obstante, acotó, ya comienzan a verse instituciones con capital mixto, es decir, con participación del estado, de la iniciativa privada y hasta de organizaciones internacionales.
Miguel Hakim señaló que hay diferencias sustanciales en la función que asume la banca de desarrollo en distintas regiones del mundo. En Asia-Pacífico, se orienta al posicionamiento de sus empresas en los distintos mercados internacionales; los europeos, Estados Unidos y Canadá, por su parte, privilegian la igualdad de oportunidades y competitividad entre empresas grandes, medianas y pequeñas. Mientras que en América Latina se busca el desarrollo a través del financiamiento.
Por último, dijo que definir el rumbo de la banca de desarrollo no es tema exclusivo de ministros de finanzas, también deben participar en las discusiones el sector académico, el legislativo y la sociedad civil. No existen verdades ni fórmulas absolutas para direccionar a las instituciones crediticias promotoras del desarrollo, cada país tiene sus necesidades particulares y, por ello, se debe hacer análisis en con esta orientación.
Usabiaga Arroyo pidió a los asistentes que se llevaran como conclusión el postulado del doctor Miguel Hakim, quien en su intervención expresó que “la banca de desarrollo se enfrenta a una trinidad imposible: que no pierda dinero, que no compita con la banca privada y que preste a tasas muy bajas”.
El también ex secretario de Agricultura –calificado por el ex presidente mexicano Vicente Fox como el mejor en la historia del país– explicó que uno de los principales retos para definir el rumbo de la banca de desarrollo es acercar el crédito a los sectores que hoy día no tienen acceso y no prestarle a las grandes empresas.
Además, se tiene que evitar la corrupción, como la que permeó en instituciones como Banrural, donde se otorgaban créditos por diez millones de pesos para proyectos que únicamente requerían un peso, esto porque los funcionarios que autorizaban los prestamos querían llevarse una comisión. Por esa razón–presumió Usabiaga– decidí cerrarlo; además, la carga de deuda de los usuarios era insostenible, muchos pudieron ir a prisión, no obstante “los que autorizaron los créditos eran los verdaderos delincuentes”.
Luis de la Calle destacó que la banca de desarrollo debe enfocarse en el fortalecimiento de las instituciones ya existentes, como la Financiera Rural, el FIRA y Bancomext, para que además de brindar servicios bancarios, ofrezcan asesoría y capacitación productiva.
Además se debe acercar el crédito a los lugares más apartados, a las comunidades que no forman parte de la cabecera municipal, porque ellos no tienen acceso a los recursos y, por lo general, presentan los mayores índices de pobreza en el país.
Luis de la Calle expuso que para alcanzar la competitividad productiva México tiene un plus, al contar con un “bono demográfico”, porque alrededor del 50 por ciento de la población puede integrarse a la fuerza de trabajo. Esto nos diferencia de naciones como Japón, China y países de la Unión Europea, que en los próximos años tendrán un problema de envejecimiento de su población y, por ende, una disminución en la fuerza de trabajo.
El doctor en Economía por la Universidad de Virginia y director general de la consultoría De la Calle, Madrazo, Mancera, S. C, participó con la ponencia “Papel de la banca de desarrollo en la economía de las clases medias del país,” donde resaltó que el futuro de México depende, en gran medida, del incremento en la productividad de todos los sectores, que debe crecer en cinco veces.